MADRID

Morante, sobre el histórico traje de Madrid: «No creo que me lo vuelva a poner; irá a algún museo, o se quedará en mi casa como recuerdo»


lunes 9 junio, 2025

El espada sevillano habló anoche para los micrófonos de El Toril de Onda Madrid y explicó que el vestido que lució en la Corrida de Beneficencia no se lo pondrá más.

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Morante, al finalizar el paseíllo de la Corrida de Beneficencia ayer en Madrid. © Luis Sánchez Olmedo

24 horas después, todavía resuenan los ecos del triunfo de Morante de la Puebla en la primera plaza del mundo. Un triunfo de dos orejas —una en cada toro— que le valió para salir en volandas por primera vez en su carrera como matador de toros. Día histórico para un espada que está firmando una campaña memorable, tras los problemas de salud que le impidieron torear con normalidad la pasada temporada.

Un triunfo que provocó las lágrimas de un Morante roto tras la consecución de un sueño que tuvo en la mano varias veces durante su carrera ante toros de distinta condición. El sevillano ya había salido en hombros en su época de novillero, tras pasear las dos orejas de un utrero en este coso, pero ese anhelo aún no se había consumado como matador de toros. Madrid recuerda todavía sus faenas a toros de Pérez-Tabernero, El Pilar, Victoriano del Río, Juan Pedro Domecq, Núñez del Cuvillo o Alcurrucén. Obras que la espada emborronó, impidiendo ese triunfo que ya rozaba con los dedos.

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Morante a hombros por la calle de Alcalá. © Luis Sánchez Olmedo

Una vez que entró por la puerta del hotel Wellington, le esperaba un micrófono rojo de Onda Madrid. Concretamente, el que portaba Julio Martínez, que tuvo el privilegio de mantener una charla con el espada sevillano unos minutos después de ser vitoreado y obligado a saludar desde el balcón de la habitación. Una entrevista con el diestro sevillano ya vestido de calle tras ese tsunami de emociones que incluso llegó a eclipsar por momentos el memorable triunfo de Carlos Alcaraz en Roland Garros.

—¿Cómo ha sido la Puerta Grande? —le preguntaban—. Te quería llevar hasta el hotel. No sé si llegasteis hasta Manuel Becerra con la policía y los caballos. Eso únicamente lo puede conseguir Morante de la Puebla.

—Muchos eran los partidarios que se querían llevar un pedazo del traje. No creo que me lo vuelva a poner. Yo creo que irá a algún museo, o se quedará en mi casa como recuerdo. Ha sido un poco caótico, pero a la vez muy alegre, porque claro… esperar tanto tiempo para que suceda algo, y conseguirlo… se valora el doble. ¿Qué más da ahora el traje de luces? —explicaba Morante en el citado espacio, tras cumplir el sueño de salir en hombros.

Para los creyentes, y José Antonio lo es, “los caminos de Dios son inescrutables”. De ahí que el guion de esta historia ya estuviera marcado desde hace tiempo. El sevillano hace años que tiene conquistada a una plaza que lo espera cada temporada como agua de mayo. Una plaza que sabía que, algún día, todo se reuniría para sacarlo en hombros camino de la calle Alcalá. Esta vez, la marea de partidarios quiso llevarlo hasta el hotel, pese a los problemas de tráfico que eso podía ocasionar en una de las arterias de la ciudad. El pueblo lo llevó en procesión calle arriba. No fue hasta el hotel, pero eso ya era lo de menos tras el lío que se había formado.

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La puerta grande de Morante en Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

Una tarde histórica que se suma a la Puerta del Príncipe de Sevilla, la Puerta Grande de Bilbao o la Monumental de México, allende los mares. Tres plazas a las que hay que sumar ahora otra Monumental: Las Ventas, en Madrid. Un triunfo que le llegó cuando su carrera como matador de toros va camino de los treinta años. Una efeméride redonda que cumplirá a finales de junio de 2027.

«La historia dirá que hoy, domingo 8 de junio, Morante abrió por vez primera la Puerta Grande de Las Ventas. Y que lo hizo cortando una oreja a cada uno de sus toros de Juan Pedro Domecq, en la Corrida de la Beneficencia que cerró el maratón taurino de esta primavera en el coso madrileño. Sin embargo, lo que no reflejarán las estadísticas es la manera de conseguirlo. Habrá que bucear en hemerotecas y navegar en la red para calibrar el modo de torear del genio cigarrero. Su recital. Su torerísima faena, justa y medida, de acuerdo a las condiciones de su primero. Y, sobre todo, los tres monumentales naturales que le sopló al cuarto. Tres maravillas de la naturaleza, que quedaron esculpidas entre los tendidos 10 y 1 del coso capitalino«, como escribía nuestro compañero José María Arruego en la entradilla de su toro a toro de esta histórica tarde en la primera plaza del mundo.

Morante y el histórico traje que regaló al hotel ‘La Perla’ de Pamplona

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Morante saluda tras lidiar un toro en Pamplona con el citado traje. © Emilio Méndez

Otro de los trajes importantes —dejando a un lado aquel del rabo en Sevilla— fue el que lució en julio de 2022 en la Monumental de Pamplona: un vestido conmemorativo por el centenario del coso norteño. Aquel día, el espada se vistió en la habitación número 44 (actualmente, 105) del hotel La Perla, la misma en la que solía vestirse Manolete cuando venía a Pamplona a torear.

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Morante en Pamplona con el traje de inspiración sanferminera. © Emilio Méndez

Tal y como contamos en aquella ocasión, el diestro tuvo el gesto de donar su traje de luces al conocido y taurinísimo hotel, un establecimiento en el que suele pernoctar durante sus estancias en la capital navarra. Un regalo que cogió por sorpresa a Rafael Moreno y a su familia, quedándose así lucido por el diestro cigarrero. Una joya que va más allá de lo estrictamente taurino y que, desde hace más de dos años, forma parte del museo del propio hotel.

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Morante, en el hotel La Perla con el traje de Pamplona. © Instagram