Siempre hablamos del desconocimiento que tienen muchas personas sobre el toro bravo en el campo. Aunque a campo abierto su comportamiento pudiese parecer pacífico, nunca hay que fiarse de sus reacciones. Es lo que pasó en la ganadería de La Quinta mientras unos aficionados visitaban los cercados de ‘Fuen la Higuera’, cuando un animal se arrancó a la pickup que los transportaba mientras uno de ellos grababa en la parte trasera. Por suerte, nadie sufrió ningún tipo de daño
Este tipo de comportamiento es complicado que se dé en una ganadería de bravo, salvo en ocasiones excepcionales. Como ya explicamos, el toro se comporta así debido a varios factores: uno de ellos sucede cuando te metes en su territorio; ahí, el animal intenta proteger su jerarquía como jefe de la manada. Antes de ello, ya avisó en varias ocasiones, por lo que nunca suele hacerlo por sorpresa.
Otra ocasión en la que el toro puede atacar es si viene «caliente», es decir, si se ha pegado con alguno de sus hermanos. Un toro siempre es más peligroso cuando está solo que cuando se encuentra en grupo.
Los toros de Santa Coloma como los de La Quinta, más ariscos en el campo que los de otros encastes
En el campo, según el tipo de toro que se críe, su comportamiento puede ser más noble o por el contrario más arisco. Eso no tiene que ver con un encaste en concreto. Dentro de la rama Domecq hay ganaderías de extrema nobleza en el campo y otros como los de Gerardo Ortega que tienen un carácter más agrio. Son toros que día tras día andan midiéndose, lo que provoca que estén siempre en tensión. De entrar alguien en su cercado pueden hacer rápidamente por el.
En el caso de la ganadería de La Quinta hay peleas y cambios de humor repentinos, ya que los toros de esta rama son muy jerárquicos, se retan y se miden mucho, por lo que hay que buscar maneras de tenerlos cansados para evitar peleas. Para ello ejercitan a los astados: para evitar que se midan luego en el cercado. Esto evita que las peleas sean encarnizadas, lo que suele provocar la muerte de alguno de los animales que componen la manada.
Por último, recordamos el vídeo de otro astado de la ganadería madrileña de Fernando Guzmán, que tiene sangre Santa Coloma vía Buendía y que está ubicada en las cercanías de la localidad madrileña de Cabanillas de la Sierra, que se arrancó al fotógrafo Ivi Martín hace algunos meses.