Hablar de Daniel Ruiz es hacerlo de una de las ganaderías con más prestigio del campo bravo y un hierro que junto al de Samuel Flores le dan boato a la provincia de Albacete. Se trata de una divisa que comenzó criando toros de origen Santa Coloma vía Coquilla y que ahora están en manos de María Jesús Gualda bajo el nombre de El Añadío. Daniel Ruiz es una ganadería de Sangre Jandilla, creada cuando Fernando Domecq regentaba la divisa de las cinco puntas.
El albaceteño es un hierro que con los años se ha ido convirtiendo en imprescindible para las figuras del toreo, que año tras año se han apuntado a ella para sus tardes de postín. Fue el primer hierro castellano-manchego en lidiar el Domingo de Resurrección en Sevilla en un abono en el que estuvo en dos tardes en las que la clase, la bravura y la nobleza de los pupilos de Daniel Ruíz propiciaron el triunfo de los espadas. En 2010 pasearon sendas orejas Morante de la Puebla y Manzanares, mientras que en 2011 Julián López ‘El Juli‘ le cortaría las dos orejas al quinto de la tarde. Dos tardes especiales para una casa ganadera estrechamente ligada a Sevilla.
Hoy hemos conocido en fotografías de la mano de Daniel Ruiz hijo c´pmo va todo por el ‘Cortijo del Campo’, una finca donde desde 1986 se macera un tipo de toro a la imagen y semejanza de un ganadero muy particular. Han sido años difíciles para todos los ganaderos de bravo, pero a base de constancia y trabajo las cosas van saliendo. Esta es una casa ganadera con sobrados triunfos durante su trayectoria, también de tropiezos que no cambiaron su idea de toro.
Pozoblanco, Albacete, Granada y Castellón, los primeros destinos de Daniel Ruiz para 2022
Su camada para este 2022 está llena de compromisos importantes, como es habitual en esta casa las máximas figuras del toreo se apuntan año tras año a las corridas que se crían en el Cortijo del Campo, toros en los que la entrega y la calidad son sus señas de identidad. Por el momento ya tiene cerradas plazas como Pozoblanco, Albacete, Granada y Castellón en carteles de gran boato. Toreros de la talla de Morante de la Puebla, Julián López ‘El Juli’, Manzanares Paco Ureña, Juan Ortega o Roca Rey ya han pedido sus toros para esta temporada. Un año en el que Daniel tiene puestas muchas esperanzas en sus animales, la pandemia ha servido para darle una vuelta de tuerca al hierro y afianzar ese camino que ya marcaron hace años.
Este toro de claro origen Jandilla ha ido evolucionando con el tiempo, una ganadería que le debe mucho a Fernando Domecq, uno de los ganaderos más importantes que ha dado el campo bravo. Cuando llevaba las riendas de Jandilla Daniel Ruiz -padre- comenzaba su andadura como ganadero, por lo que la ayuda de Fernando fue fundamental. Luego llegaría Zalduendo, y con ello el despegue en solitario de un ganadero irrepetible. El toro de Daniel es un animal bajo, pegado al suelo y al que le cuesta poner los kilos que ahora se exige en plazas de primera como Madrid. Su tipo de toro está muy definido y de ahí no se va a salir. Persigue la entrega y la clase por encima de todo, un tipo de animal que la busque siempre humillado y no embista con inercias. A mayor exigencia, mayor entrega.
El toro de hoy en día ha evolucionado de una forma notable debido a la exigencia del público, ese es el verdadero juez y el que marca los tiempos de la Fiesta. Daniel Ruiz sabe lo que tiene en casa, pese a tener un concepto de la bravura no tiene problema en buscar cosas nuevas. El tiempo les ha dado la razón en ese tipo de bravura que buscan. La camada de este año es un punto más seria que la de años pasados, variada de capa, con toros bajos y bien construidos, también hay otros que pese a su seriedad no pierdes el tipo de la casa. Este año la divisa albaceteña podrá cubrir la demanda que hay de sus toros tanto en la plaza como en los festejos populares con los toros del G7 y G8 que pastan en los cercados de El Cortijo de la Sierra.
Algunos nombres de toros míticos que han dado un vuelco a la ganadería
El 31 Cortesano es el toro que da un vuelco a la ganadería de Daniel Ruiz, es el animal que sienta las bases de lo que es hoy en día esta ganadería. Todo vino por una intuición de Daniel Ruiz -padre-, el cual decidió probar al 37 Cotorro -sin tentar- con un lote de vacas. Todo ocurrió a mediados de los años 90. Era un eral bajo, fino de cabos y de buena reata. Toro que pese a estar en las vacas se lidió en Albacete en su feria de 1998 y al que le cortó las dos orejas Enrique Ponce, un astado al que se le pidió el indulto, dándosele finalmente la vuelta al ruedo.
Dicen que los grandes ganaderos son los que son capaces de ver el toro antes de que lo exijan los públicos, por eso no hay ganaderías sin ganaderos. De este 37 Cotorro vino el 31 Cortesano indultado por David Fandila ‘El Fandi’ en Granada en su feria de El Corpus de 2002, un toro que puso a la vacada de Daniel Ruiz en un sitio privilegiado. De ese toro han venido otros grandiosos animales que se han ganado la vida en el ruedo: Lanudo -con el hierro de Cuvillo- en Algeciras, Calabrés en Béziers o Pescadero en Albacete, así como otros toros que se ganaron la vida en la plaza de tientas y que han dejado su simiente en la divisa albaceteña.
Pese a que la base de esta ganadería tiene mucho de ese 37 Cotorro hijo del 62 Zíngaro; semental de Jandilla que le prestó Fernando Domecq, y de su hijo 31 Cortesano hijo de la 100 Cortesana, en casa de Daniel también han existido sementales que han propiciado el buen momento que vive la ganadería: 22 Sacaperras hijo del 118 Buenastardes y de la 12 Sacaperras, el 32 Viajante hijo de Zíngaro y nieto de Puntero, 18 Enemigo hijo de Sacaperras y niego de Buenastardes de Jandilla, 18 Lorito hijo del propio Cortesano y nieto de Cortorro, 28 Cazador o el 18 Arrojado entre muchos otros. De ahí en adelante la evolución de la ganadería ha sido notoria. Nuevos sementales que han dado una vuelta de tuerca a un hierro que está asentado en un lugar privilegiado del escalafón.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS