SUSTITUCIÓN

Pepe Moral y Rafa Serna fuera de Sevilla y una corrida de Victorino para arreglar la situación


martes 12 abril, 2022

Son los únicos dos toreros de Sevilla que se han quedado fuera del abono maestrante y ahora buscan un hueco en el vacío que deja Emilio de Justo

Pepe Moral Y Rafa Serna (1)

Son dos. Y los dos tan de Sevilla como lo pueda ser el otro. Y los dos tan fuera de los carteles como pueda estarlo el otro. Pepe Moral y Rafael Serna han sido los damnificados de un abono maestrante que no ha contado con ellos pero que ahora, con la desgraciada baja de Emilio de Justo, sería de ley que se le ofreciera el puesto en la corrida de Victorino Martín que deja el de Torrejoncillo a uno de estos dos toreros. De esta manera, se cubriría mejor esa cuota de sevillanía que -por tradición- siempre ha tenido La Maestranza.

Entre los méritos de uno y otro, aunque sólo se4a por veteranía, no hay demasiado color entre Pepe y Rafa. El primero lleva ya dos indultos de toros con el hierro de la A coronada -el único torero en activo que puede presumir de ello-. Y en Sevilla, donde siempre ha sido la plaza de dar la mejor talla, Moral lleva siete temporadas entrando en los carteles sevillanos, y únicamente las últimas dos (2019 y 2020) dejó de tocar pelo con dos corridas de Miura de muy pocas opciones.

Antes de eso, en las ocho corridas de toros en las que hizo el paseíllo en La Maestranza cortó nueve orejas y dio dos vueltas al ruedo, lo cual ya es un curriculum digno de tener en cuenta, pero es que, además, en tres ocasiones abandonó la plaza en hombros, al haber cortado dos orejas en la misma tarde.

Por su parte, Rafa Serna no tiene bagaje aún para competir en curriculum con su paisano, por lo que sería injusto exhibir aquí sus méritos. Lo suyo es buscar la oportunidad y cosechar en una tarde más para ampliar su palmarés con alguna oreja más de la que ya tiene en una plaza en la que ha saludado ovaciones y también pagado con sangre, como el día de su alternativa.

Los dos son los olvidados por una empresa Pagés a la que la desgracia de Emilio de Justo, aunque lamentable, le ha dado la oportunidad de hacer algo más de justicia en el reparto de los cubiertos para la cena de abril.