Hay historias del campo bravo que realmente impactan, esas que fuera del ámbito taurino son totalmente desconocidas por una sociedad cada vez más alejada del mundo rural. En las ganaderías el riesgo siempre está presente de una forma u otra, de ahí que el trato con el ganado tenga que ser siempre respetando a un animal que defiende con su vida el espacio ganado ente sus hermanos, si no que se lo digan a ganaderos como José Manuel Sánchez, propietario del hierro salmantino de Sánchez Herrero.
“En 1988 compramos vacas de Montalvo, las tuvimos tres años, pero no nos salieron las cosas como queríamos y entonces compré ganado de El Raboso. En el año 90 le compré 40 vacas a Matías Bernardos y dos sementales. Dos años después adquirí la camada entera de eralas sin tentar y de ahí es de donde hemos sacado todo lo nuestro. Es puro Aldeanueva, una rama proveniente del encaste Domecq” comentaba José Manuel Sánchez a MiCorazónEsTaurino.
A comienzos de 2023 el citado canal de Youtube se desplazaba hasta la finca ‘Albarillo’, en El Bodón (Salamanca), una explotación ganadera de 400 hectáreas y conformada por 500 vacas mansas y 200 vacas bravas-, estas últimas pertenecientes al hierro antes mencionado. Una entrevista donde el propio ganadero explica cómo una tarde del mes de noviembre del pasado año sufrió un percance que estuvo a un tris de acabar de forma fatal.
Los animales estaban revolucionados debido a peleas en las horas previas a sacarlos al corredero. Los cambios atmosféricos afectan mucho a los animales, de ahí que se tenga que tener especial cuidado con ellos por las reacciones que estos pueden tener. El caballo en el que iba montado José Manuel dio un salto para evitar un encontronazo con un toro que no quería seguir corriendo; de la caída, el ganadero se rompió la pelvis y perdió hasta 4 litros de sangre mientras su hija lo llevaba al Hospital de Salamanca.
Fueron momentos de angustia que contó en primera persona el propio ganadero: “El día de Todos los Santos, nos juntamos toda la familia a comer y me dijo mi nieta: Abuelo, monta al caballo y corre los toros. Eso hice, y creo que se habían pegado aquella mañana”, comienza explicando el ganadero.
“Por el lado izquierdo tenía una pared de 400 metros de largo, y al derecho dos toros se me fueron al caballo nada más echar a correr. Por delante tenía doce o catorce toros que no me dejaban avanzar” describe en el vídeo el ganadero charro en un reportaje que se volvió viral en redes sociales. “Iban a todo gas; hasta con el bocao le iba dando a los toros de delante. Sabía que cuando llegaría a los 150 metros, si no me había salido, me asfixian”, relata sobre lo ocurrido.
“El caballo brincó a un toro de los de delante y como no me esperaba el salto, del golpe con la perilla de la montura me rompí la pelvis”, explicaba en dicha entrevista. “Durante el poco rato que estuvimos se me abrió más de 10 centímetros la pelvis; entonces, mi hija cogió el coche y fuimos a Salamanca. Perdí casi 4 litros de sangre y los compañeros de mi hija dijeron que si hubiéramos tardado un poco más no lo hubiera contado. Arriba no estaba mi nombre en la lista”, narraba ya tranquilo José Manuel Sánchez Herrero.