El ganadero Adolfo Martín ha ofrecido declaraciones después de que el equipo veterinario rechazase la corrida de toros que iba a lidiarse este 18 de septiembre en el Coso de las Cruces de Guadalajara para poner fin a la Feria de la Antigua, un encierro serio de cara pero que no cumplía en peso, por lo que fue sustituido por uno del hierro santacolomeño de San Martín.
«Esas fotografías se han realizado en el reconocimiento de la corrida de toros«, señala el ganadero en palabras a este medio. «El motivo de desecharla ha sido por falta de peso según me dijo el presidente», señala el ganadero. «La corrida pesaba 405, 408 kilos… era pareja, todo en ese orden, pero no llegaba a 420», explica Adolfo Martín. «No me quedó más solución que no lidiar; había dos toros más en el camión, pero no había posibilidad«, señala.
Adolfo Martín: «Puedo decir que había toros dignos de Sevilla o de Valencia en esa corrida»
Adolfo señala que la corrida no se pesó en el campo y fue directamente a la plaza: «Me han reventado, porque si la afición no ve en imágenes la corrida me diría que qué caradura soy, que qué habría traído, pero no. Yo iba a Guadalajara con ilusión, porque además se corre del encierro, es el último día… y sé que en esa plaza hay una corporación que apoya la tauromaquia. Puedo decir que había toros dignos de Sevilla o de Valencia en esa corrida», expone.
«El disgusto fue de caballo»
Adolfo Martín confiesa que, al enterarse que no iba a lidiar en un cartel compuesto por Sánchez Vara, Sergio Serrano y Román, «el disgusto fue de caballo». «Los cuatreños los dejaremos para cinqueños y, respecto a los cinqueños, tengo dos corridas de toros en las que a lo mejor metemos alguno, pero para darle a la corrida categoría por las hechuras y por el tipo; no son toros de plaza de tercera, sino de segunda y de primera», defiende.
Y también señala que «tenemos que saber si ese era un peso real. No voy a sospechar, pero a mí no me entra en la cabeza que haya toros con 408 kilos, ni que fueran de humo. No los he pesado en el campo, es verdad, pero no me encaja. Con el desastre que tenemos en la tauromaquia, que lleguemos a esto…», se lamenta.
Y defiende la fisionomía del toro que presentaba en el Coso de las Cruces: «Mi toro no está acochinado ni quiero que se acochine. Nos han reventado; es muy triste que la tauromaquia tenga estas cosas», concluye.
