Pablo Aguado se enfrenta, el próximo sábado 27 de mayo, al segundo de sus paseíllos en esta Feria de San Isidro. Tras un frío inicio de temporada, llega su gran jornada de reivindicación en el coso venteño, la tarde en la que consolidar el lugar de gran boato que se ganó en Sevilla y que confirmó en Madrid hace cuatro temporadas. De todo ello habla en una amplia entrevista realizada en Cultoro TV esta misma semana en la Plaza de España de Sevilla.
«Cuando Madrid ruge, es única y especial»
«La responsabilidad, la presión, los miedos… todo adquiere una importancia mayor en Madrid. Pero todo eso hace que cuando haces algo delante del toro que tiene eco y repercusión, te llena mucho más. Cuando Madrid ruge, es única y especial«, expone en primer lugar en la entrevista Aguado.
Sobre su pasada tarde del día 19 en este coso, explica que estuvo «muy dispuesto; haya o no haya triunfo, me sentí entregado. Ésta, la entrega, debe estar siempre patente, y es lo único que puede uno asegurar. A raíz de ahí, saldrá lo que tenga que salir».
El sábado 27 «voy con esa predisposición, con ese sueño; que haya un triunfo es tan difícil y tan mágico que no se puede buscar, sino tiene que llegar. Uno tiene que ir dispuesto a querer sentirse torero«.
Aguado, sobre El Pilar: «Cuando sale un toro con ritmo, te deja torearlo despacio»
De El Pilar, hierro que lidiará junto a Urdiales y Francisco de Manuel, señala que le «ilusiona el ritmo». «Creo que es una ganadería que tiene sus peculiaridades, sus matices técnicos distintos a otras, pero cuando sale un toro con ritmo, te deja torearlo despacio«.
Sobre la corrida de Victorino que lidiará en Alicante en junio, expone que «nunca he rechazado desde novillero abrirme en los encastes; esto de Alicante, cuando me lo propusieron, me llenó. Me hace sentirme torero, me hace ilusionarme», señala sobre el «acontecimiento al lado de Rafaelillo y sobre todo Morante» que supone este festejo.