Los ya tradicionales “Núñez” de los Lozano lidiarán esta tarde la primera de las dos corridas que tienen reseñadas para este San Isidro. Una cita con lo más granado del escalafón, pues a dos figuras históricas como Morante de la Puebla y El Juli se une uno de los jóvenes triunfadores con más proyección de la actualidad: Tomás Rufo, además, torero de la casa, como Julián.
La primera pregunta era obvia, ¿hay cierto privilegio cuando los toreros de la casa lidian el hierro de sus apoderados? Eduardo Lozano no se moja: “Cuando nos dicen de lidiar dos corridas en la feria, nosotros elegimos los toros y dividimos las corridas, luego los toreros se apuntan a las que más les gusta o a la que les ofrece la empresa. La empresa y los toreros, todos, confían en nuestro criterio y respetan nuestra trayectoria.”
No hay muchas ganaderías que ahora mismo tengan la capacidad de lidiar dos corridas completas en un San Isidro. Y menos de este encaste, que suele dar toros menos corpulentos en sus finas hechuras. Quizá por eso esta mañana se han tenido que traer algunos toros más, según nos cuenta el ganadero. “El reconocimiento ha ido bien, había un toro que estaba en duda de los siete que trajimos y esta mañana hemos traído un par más que tenemos preparados para esta corrida, para que se queden los seis mejores.”
Pero ¿estos toros descompletan la otra corrida (la del 1 de junio, con Diego Urdiales, Talavante y Daniel Luque en el cartel)? “No, estos hacían parte del grupo que teníamos para hoy.” – se apura en aclarar Eduardo, que continúa-, “En total para este San Isidro teníamos entre 18 y 20 toros, divididos en dos grupos, uno por cada corrida, y procuramos que sean lo más parejos posibles, por nota, por reata, hechuras, etc… Habrá familias y nombres de toros que, seguramente, traerán buenos recuerdos a los aficionados.”
Centrándonos en la que se lidia hoy, el ganadero confiesa: “Tenemos mucha confianza en la corrida, viene de cuatro sementales, tres muy contrastados y uno nuevo que nos tiene muy ilusionados, porque lo que le hemos lidiado nos ha dejado muy satisfechos, tanto en el campo como en la plaza.”
Lamentablemente, estos toros no los pudimos (ni podremos, al menos por ahora) verlos en El Batán. Tema sobre el que Eduardo tiene una idea clara: “Sobre El Batán hay pros y contras. Hay toros de ganaderías que pierden muchos kilos porque no se adaptan fácil, se estresan los toros más o tienen un manejo más complicado, mientras que hay otras a las que no les afecta tanto. Nosotros estamos mejor así, sin la obligación de ir, de momento. Pero, si nos hubiesen dicho de llevarla, pues, lo habríamos hecho.”