El joven futuro mayoral del hierro gaditano de Torrealta, Ángel Rodríguez -de tan solo 37 años de edad- ha vivido toda su vida rodeado de toros y caballos, creándose en él una afición y un sentimiento por la profesión de mayoral que ha sido transmitido por sus familiares más cercanos. Todo ello, le ha llevado hasta hoy para seguir la herencia familiar y cumplir todo lo que se proponga en el mundo del campo bravo. Hoy es protagonista en Cultoro.
P: Buenas tardes, Ángel, ¿cómo surgió en ti el querer ser mayoral?
R: Buenas tardes, yo la verdad que vengo de una saga de mayorales. Mi abuelo fue durante 50 años mayoral de la casa Sánchez Fabrés, mi padre de Ramón Flores durante 15 años y mi tío en Barcial, que hace dos años se jubiló. Al final lo he vivido desde siempre en casa y salía de una finca donde estaba mi padre y me iba a la otra donde estaba mi abuelo, siempre rodeado de caballos y toros.
E: ¿Cómo fueron tus inicios y cuáles han sido las ganaderías en las que has trabajado?
R: Empecé en Don Ramón Flores, donde trabajaba mi padre, con 16 añitos y ahí estuvimos 15 años. Después, estuve como 2 o 3 años en Gómez de Morales y luego ya me pasé a Sepúlveda de Yeltes, que he estado 10 añitos allí. Y ahora ya estoy en Torrealta.
E: ¿Qué es lo más importante para ti en tu trabajo?
R: Para mí lo más importante es estar controlando todo lo de la ganadería: el día a día con los animales, que estén bien todos, ojearlos, las cornadas, las peleas, etc.
E: ¿Qué crees que es lo más necesario que tiene que tener un mayoral y/o un vaquero para ejercer esta profesión?
R: Mucha afición y mucho sacrificio porque es muy bonito, pero es muy duro. Son 24 horas y los animales no saben si es fiesta o es domingo.
Hay que ser muy humilde y vivir por y para tu trabajo, yo tengo la suerte de que a mi mujer le gusta mucho también y vivimos en el campo y eso te apoya mucho. La familia es muy importante, tengo dos niñas y la mayor lo vive, no quiere nada más que vacas y venirse conmigo. Es muy bonito que se crie como yo lo hice. Que luego la gente de fuera lo ve como ‘vive en el campo’, pero vivir aquí te da muchos valores, madurez y te hace de saber de dónde viene uno.
E: ¿Cómo debe ser el trabajo conjunto de mayorales y vaqueros?
R: Esto debe ser un equipo para que todo vaya correctamente. Hay que trabajar todos unidos y muy compenetrados porque esto es una cadena, hay que ir todos a una. Nadie es más que nadie, tiene que ser un equipo y aun así es muy difícil, pero irá todo mejor. Muchas veces estas en tensión, pero yo procuro estar pausado para que salga todo bien.
E: ¿Cómo es tu día a día?
R: Empiezo por las mañanas para repartir las raciones de los machos, luego paso a las hembras que ahora están en época parición y si hay algún becerro lo acrotalamos, también observo que estén cubriendo los toros bien. Según que terrenos las aguas afectan, controlar los becerros, que no se peguen los animales, en general que esté todo bien.
E: ¿Cuáles han sido los momentos que te han marcado más en tu vida como mayoral y los toros que más guardas en tu memoria con buen recuerdo?
R: El momento más bonito fue mi debut en Las Ventas como mayoral con una novillada de Sepúlveda de Yeltes, que después de mucho tiempo volvía la ganadería a esta plaza. Y justamente un toro de esa misma novillada salió muy bueno y nos dio muchas alegrías, de nombre Huevero nº60. Otro momento importante ha sido caer una casa ganadera tan importante como es la de Torrealta.
E: Como amante de tu trabajo, ¿qué representa para ti UMAVACAM -Unión de Mayorales y Vaqueros- y qué valores crees que representa esta asociación?
R: Es una gran ayuda hacia nosotros porque si es verdad que la figura del mayoral en según qué plazas y según que sitios pues nos tratan un poco de aquella manera. Y gracias a UMAVACAM tenemos los derechos que algunos nos quieren quitar, nos está ayudando bastante. Yo pertenezco a esta unión y tengo muy buena relación con los de la asociación.
El trabajo que hacen de mostrar nuestro día a día en el campo y yo creo que esto está creando afición en la gente y le está empezando a gustar. Hay mucho trabajo detrás siempre, el que más invierte es el ganadero que es el que pone el dinero y, luego, nosotros somos los que estamos todo el día con el animal, mayorales, vaqueros, veterinarios, etc. No es solo el toro en la plaza, detrás hay muchas ilusiones, muchas decepciones y, sobre todo, mucho tiempo empleado.
E: ¿Qué significa para ti ser mayoral?
R: Para mí es lo más bonito que hay como lo he vivido en casa y para mí llegar a donde ha llegado mi abuelo, mi padre… y estar en ese punto en una ganadería tan importante como Torrealta y si Dios quiere poder vivir como mayoral éxitos y sitios tan bonitos como los que he podido vivir aquí, es para mí un privilegio.
E: Por último, ¿qué sueño has cumplido y cuál sueño te gustaría cumplir algún día?
R: Yo quería ser mayoral desde pequeño y que esta casa haya apostado por mí… digamos que mi sueño por cumplir se acaba de cumplir, ahora hay que trabajar y es muy importante estar donde estoy e ir consiguiendo lo que quiero, ser mayoral de Torrealta.