Era uno de los tapados de la pasada Feria de San Isidro 2022, uno de esos toreros que no contaba con el foco mediático que dan los triunfos pasados, pero Ángel Téllez era consciente que debía dar un paso adelante para sacar la cabeza de esa parte intrascendente del escalafón. Tenía dos balas, dos toros de Araúz de Robles para cambiar su sino. Y así fue. Al primero de su lote, un bombón de la ganadería jiennense, le realizó una faena de guante de seda por el pitón izquierdo que le valió el reconocimiento de la afición madrileña pese a no cortar orejas y la inclusión en la corrida de Victoriano del Río donde saldría en hombros.
Volvía a Madrid en 2022 en su Feria de Otoño para lidiar una corrida de El Puerto de San Lorenzo y La Ventaña del Puerto, donde las cosas no rodaron del todo pese a tener un toro de triunfo. Un torero que tras ser declarado máximo triunfador del San Isidro ’22 ponía sus focos en una temporada de 2023 donde tenía la intención de estar colocado en las principales ferias, pero no fue así del todo. Ausente en Olivenza, Arles y Sevilla, presente en Valencia en un cartel sin el boato de las figuras y anunciado en Castellón, esta vez en un cartel de mayor nivel junto a Ventura y Talavante.
Tenía las balas de las corridas de Juan Pedro Domecq y El Parralejo. Pero como ocurriera en el serial de Otoño las cosas no rodaron. La primera tarde no anduvo cómodo en un festejo donde pasó de puntillas ante un primero de impresionante trapío y de embestida bruta y en línea recta a media altura, y un segundo de gran seriedad y juego por su franca nobleza, recorrido, clase y transmisión.
Tras el percance del domingo en Orgaz no quiso dejar pasar el tren de Madrid un Ángel Téllez que tampoco se acabó de encontrar en el día de El Patrón. Tuvo en primer lugar un toro que quiso siempre humillar, aunque se vino a menos en la muleta, así como un segundo de El Parralejo que se dejó todo su poder en el caballo y se paró en la muleta, no calando en los tendidos su disposición ante el precioso y serio tercero, y topándose con el deslucido quinto. Se le iba —por tanto— una Feria donde pasó de puntillas el torero toledano.
Por todo ello, el diestro manchego quiso escribir unas líneas en su cuenta de Instagram en las que dejaba un titular bastante elocuente: “Ser, saber estar y ser consciente”. Un post donde agradecía el cariño de la afición y agradecía el interés de los aficionados por su comprensión tras llegar a Madrid tras una fuerte voltereta el día anterior en la plaza de toros de Orgaz por un animal de la familia Lozano.
«Lo primero de todo quería dar las gracias de corazón a todas aquellas personas que se han interesado por mi estado de salud durante estos días. En especial a todas aquellas que me han empujado para poder estar en las mejores condiciones posibles, tanto en mis dos actuaciones de Madrid, viernes y lunes, como el domingo en Orgaz«, señalaba.
«Ellos cogieron el cargo de restablecerme y así poder estar en plenas condiciones. Sin duda no sé cómo podría agradeceros tanto. ¡Gracias de todo corazón! Madrid hace un año me cambio la vida. Este san Isidro me ha demostrado lo que soy capaz de hacer por sentir esta maravillosa plaza. ¡Pronto nos volveremos a ver!«, concluía.
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