Este domingo, 1 de junio, la histórica Plaza de Toros de Antequera volverá a abrir sus puertas con la solemnidad de las grandes citas, para celebrar un festejo donde se dan cita Lea Vicens, Santana Claros y Olga Casado. Un cartel que, más allá de los nombres anunciados, simboliza el pulso vivo de la tauromaquia: la conjunción del relevo generacional, la consolidación del talento femenino y la fidelidad de una plaza con historia que este año vuelve a anunciar carteles con alicientes.
Hablar de Lea Vicens es hacerlo de la máxima exponente del rejoneo actual en Francia. Dueña de una cuadra a la altura del lugar que ocupa y de un concepto que caló en el aficionado desde que irrumpió con fuerza hace algunos años, la francesa ha sabido ganarse un sitio entre los grandes gracias a su capacidad, su elegancia en la monta y su firme compromiso con el espectáculo. En Antequera, plaza que conoce y que la respeta, volverá a mostrar ese rejoneo que la ha llevado a liderar los carteles más importantes de la temporada.
El malagueño Santana Claros vuelve a su tierra con la convicción de quien sabe que el toreo es un camino largo y sin atajos. Con una trayectoria forjada a fuego lento y una personalidad que huye del toreo lineal, el joven matador llega a Antequera con el compromiso de mostrar el gran momento por el que atraviesa. Su concepto clásico se alza como una apuesta firme por ese toreo que cala en el aficionado. Esta cita supone para él mucho más que una fecha: es una oportunidad para confirmar que su toreo merece el sitio que tanto ha peleado.
Pocas novilleras han generado tanta expectación entre aquellos que pasan por taquilla como Olga Casado. Una joven que, tarde tras tarde, está demostrando que puede ganarse un sitio en el mundo del toro. Tras una interesante temporada sin caballos, deslumbró en Vistalegre, cortando los máximos trofeos a un novillo de Garcigrande. Semanas después, debutaría con caballos en Olivenza, para comenzar un nuevo camino. Olga pisa los ruedos con la frescura de quien empieza, pero con la madurez de quien sabe lo que quiere. Su presencia en Antequera no es un guiño, es un mensaje: el futuro también se escribe con nombre de mujer. Este domingo buscará reivindicar ese sitio que ya ha empezado a ganarse con justicia en cada uno de los ruedos que ha pisado.
Para esta cita, la empresa Taurina de Buendía ha reseñado animales de dos vacadas de sangre Murube y otra con base Núñez del Cuvillo, tres hierros con personalidad propia que afrontan una tarde ilusionante. A caballo se lidiarán dos toros de Fermín Bohórquez, vacada que en los últimos años ha introducido sangre procedente de ganaderías tan prestigiosas como Garcigrande, Santiago Domecq o El Freixo. Pese a esta renovación genética, Fermín conserva gran parte de su vacada en pureza. Para la lidia a pie habrá dos toros del hierro sevillano de Murube y dos novillos de Rocío de la Cámara, ganaderías con el sello de la clase, dos vacadas que invitan a torear.