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La arriesgada cura de un toro de Aguadulce que cayó herido: así se ‘revolvió’ en mitad de la operación


martes 24 octubre, 2023

La cura a campo abierto de un astado y los problemas en los que puede derivar una cornada interna: así resolvió el equipo de campo del hierro sevillano de Aguadulce la situación.

Toro
Toro en imagen de archivo y, a la derecha, momento de la intervención. © Pablo Ramos

Una de esas ganaderías que lleva años apostando por la sangre Núñez es la sevillana de Aguadulce y Jose María Aristrain, dos hierros pertenecientes a una misma explotación que tienen su cuartel general en la localidad sevillana de El Garrobo. Allí, poco a poco, se va puliendo un proyecto que con la entrada de nuevos sementales de Manolo González intenta dar un salto para seguir evolucionando y asentarse en las ferias de novilladas.

Hace unos años los miembros del programa Toros para Todos acudían a la finca Aguadulce para hacer varios reportajes a los animales que allí pastan desde hace décadas. Nada más llegar se percatan que uno de los toros está herido, de ahí que el personal de la ganadería llame a los veterinarios para realizar una posible intervención. Para ello se utilizará la cerbatana, un elemento que ayudará a dormir al toro sin necesidad de llevarlo a los corrales.

Lo importante es que el dardo caiga en una zona donde el sedante entre rápidamente en el animal, de lo contrario habrá que suministrarle una nueva dosis. Por todo ello hay que dejar al animal tranquilo, que se relaje para que así haga efecto dicha anestesia, si se altera al toro el resultado será el contrario. En esta ocasión el dardo ha caído en el sitio adecuado y el toro empieza a notar los afectos del mismo, aunque la llegada de otros novillos empieza a alterarle.

El problema viene con la llegada de los hermanos, al verlo débil pueden ir a por él y asestarle un golpe mortal que acabe con su vida, por eso es fundamental que se aparten esos novillos de ese lugar de la cerca. Por ello hay que volver a lanzar otro dardo con una dosis mayor, el primero no acabó de hacerle efecto. Con el segundo disparo el toro si acusa el golpe y se tumba en una zona apartada del cercado, se sabe débil, por ello se aparta lejos de sus hermanos.

Por suerte la cornada no es tan grave como parecía, el pitón no ha calado del todo, formándose un absceso provocado por ese traumatismo. Al pasar mucho tiempo con esa cornada interna si se forman capas de fibrina saliéndole un bulto al animal en la zona del golpe. Al cogerlo a tiempo no la cornada no ha ido a más, siendo más rápido el periodo de recuperación del astado. La operación ha sido un éxito, el toro ya anda despertándose de la anestesia, por ello hay que mantener la distancia aunque el toro aún no tenga sus capacidades físicas recuperadas.

Uno de los empleados de la finca se quedará junto al novillo hasta que esté plenamente recuperado, de lo contrario podría sufrir nuevamente una paliza por sus hermanos de cercado. Al verlo débil aprovechan para saldar cuantas pendientes, de ahí que sea muy importante estar junto a él hasta que se recupere por completo.