El pasado mes de noviembre nos despertábamos con una noticia de alcance: «Cristóbal Cruz, el mítico picador de las filas de Morante no acompañará al diestro cigarrero la próxima campaña, debiendo definir José Antonio en las próximas semanas quién ocupará el hueco que queda de cara a 2023″. Fue algo que cogió a todos por sorpresa y que obligaba al veterano picador a buscarse un jefe de filas para la temporada de 2023.
Utrerano de nacimiento, forma parte de una de las sagas de picadores más importantes de la historia de la tauromaquia que ha sabido seguir con ahínco fruto de la afición que le transmitió su padre, Aurelio Cruz Díaz, y que su hijo Aurelio Cruz Ríos también prosiguió. Este último también abandonó el equipo del torero de La Puebla del Río y ahora se ha ‘colocado’ con el madrileño Francisco de Manuel, que como primer picador tiene a Luis Alberto Parrón. No obstante, tal y como ha podido saber esta redacción, también irá suelto con otros espadas.
Es un picador joven y de gran proyección que el pasado miércoles 20 de abril trenzó el paseíllo en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla picando al tercero de la tarde, un animal con virtudes de El Parralejo pero justo de poder.
Ante las indicaciones de su jefe de filas, cuidó en el peto al animal que le cupo en suerte, dejando dos puyazos en buen sitio. Midió al animal en todo momento, dejando patente que además de picar también sabe torear a caballo, algo fundamental para hacer la suerte como mandan los cánones del toreo.
Cristóbal Cruz, también suelto esta temporada
Por otro lado, tras salir de la cuadrilla del diestro nacido en La Puebla del Río, su padre Cristóbal Cruz ha tomado la decisión de ir suelto en esta temporada de despedida. Es un picador de sobrada y contrastada trayectoria y que acompañará, por el momento, a Curro Durán, cuyo sueño es tomar la alternativa esta campaña.