CAMPO BRAVO

Los curiosos becerros que han nacido en La Palmosilla del mítico semental «Abandonado», el toro que cambió el rumbo del hierro


martes 17 octubre, 2023

Con la llegada del mes del otoño comienzan a producirse los primeros nacimientos en los cercados de la ganadería gaditana de La Palmosilla.

Becerro
Uno de los becerros de La Palmosilla. © J. N.

El campo bravo siempre nos da sorpresas, y más si hablamos de genética, esa que cuida con mimo un enamorado del toro bravo como es Javier Núñez, ganadero de La Palmosilla, una de esas divisas que espera el aficionado por el buen momento que está atravesando. Su conocimiento de las familias y aquello que pueden aportar éstas a la evolución de la ganadería le ayudan a ir poco a poco encontrando una alta regularidad en los animales que lidia en las plazas. Un resultado que no está unido a la suerte sino al trabajo diario.

En la ganadería gaditana la selección tanto en fenotipo como en genotipo les ha llevado al lugar que ocupan actualmente, donde cada vez es más difícil enlotar una corrida por lo homogéneo de sus hechuras. Una casa ganadera que siempre se ha caracterizado por el buen gusto y por intentar encontrar ese tipo de embestida que propicie el buen toreo una vez sometido el animal.

Javier Núñez es un ganadero que es consciente del lugar donde pasta su ganadería, una zona que ayuda mucho a afinar las hechuras de los animales. Un enclave único que ha dado cobijo a ganaderías históricas tan importantes como Juan Pedro Domecq, Carlos Núñez y anteriormente la afamada de Mora Figueroa. Sin duda, la cercana a la Laguna de la Janda ayudó a crear un tipo de toro especial y diferente al resto, donde el toro bravo es el rey.

Y a ese rey lo encontraron en el semental Abandonado, el toro clave en el devenir de la ganadería, un animal que con el tiempo se convirtió en un eslabón fundamental de una vacada que ha conseguido abrir líneas sobre la base de toros y vacas muy contrastados. Un raceador que ha dejado 9 sementales en la casa como son el 93 Adivino, 54 Cantarillo, 37 Gorrazo, 42 Letrado, 21 Mirlito, 30 Navegante, 33 Resultón, 62 Rescoldo y el 55 Marquesito. Un 17 Abandonado tentado por Miguel Ángel Perera en abril del 2012 en la plaza de tientas de la China.

“Hoy nos despertamos con una triste noticia para la ganadería, nuestro mejor semental, el 17- Abandonado amaneció muerto en su cercado. Deja 9 sementales, 66 hijos vivos, 48 vacas madres, más aquellos machos y hembras que nacerán a partir de octubre. Su simiente con el paso del tiempo se extenderá por toda la ganadería”, comentaba en sus redes sociales Javier Núñez el pasado mes de junio. Un semental que se ganó por derecho propio un reconocimiento en la ganadería, ese que pese a no estar vivo, si dejó una última descendencia al cubrir un lote de eralas aprobadas ese mismo año.

“Con la llegada de octubre comienza la nueva paridera. Este año está naciendo la última camada del semental 17 Abandonado. Estos becerros de las fotos son todos hijos suyos, pues se echó a las eralas aprobadas antes de que se echaran los toros al resto de los lotes. Tuvo un total de 70 vacas, a ver cuántas de ellas paren” escribía el propio ganadero en sus redes sociales el pasado 14 de octubre.

En las imágenes mostradas por el ganadero gaditano vemos una uniformidad de pelajes tanto en los cuatro becerros como en una de las vacas de vientre que se ve en las fotografías. Una de ellas muestra como el becerro se alimenta de las ubres de una vaca de gran seriedad, esa que comparte el mismo pelo con su becerro. Luego podemos ver a otros tres con los crotales, esenciales para el control de los pequeños. 0164, 0167 y 0169 disfrutan del buen tiempo reinante en esta zona del sur de la Península antes de la llegada del frío y las primeras lluvias del mes de octubre, esas tan necesarias en esta época del año.