El próximo sábado 15 de enero, los aficionados a los toros de la capital colombiana tienen una cita importantísima en la plaza de toros de Puente Piedra, donde se lidiarán toros de Mondoñedo, para Román, José Garrido y Juan de Castilla. Un festejo que rezuma futuro por los cuatro costados, pues está organizado por un grupo de jóvenes aficionados que se han decidido a ser empresarios; que cuenta con un cartel de toreros llamados a ser el relevo generacional del actual escalafón; y que viene a decir que, a pesar de los atropellos, este año la afición de Bogotá no se quedará sin toros.
José María Serna, uno de esos valientes jóvenes que se ha negado a quedarse sin toros, afirma que “la densa cortina de la pandemia ha opacado el nuevo atropello cometido contra el toreo en la capital colombiana hace ya más de un año, cuando el Concejo de Bogotá decidió, de una forma tan unilateral como anticonstitucional, la supresión de la suerte de varas, banderillas y de muerte en los festejos taurinos que se celebrasen en Bogotá. No es la primera vez que la Santamaría ve cerradas sus puertas por un mandato autoritario que desconoce la Ley, pero será cuestión de tiempo (el que tome la Corte Constitucional en fallar los recursos presentados ante la decisión del Concejo) para que el principal coso colombiano pueda volver a acoger el rito taurino”.
Aunque, técnicamente, la alcaldía ha cumplido con sacar la plaza a concurso para dar la feria en sus fechas establecidas, sólo que lo ha hecho con un calendario reducido y bajo las condiciones establecidas por el Concejo, es decir, de forma incruenta, las empresas han preferido declinar su participación en esta farsa para seguir luchando por una tauromaquia íntegra.
Sin embargo, Serna, Pablo Martínez, Esteban Castro, Emilia Posada y Camilo Medina, bajo el cobijo del ganadero Gonzalo Sanz de Santamaría, se han lanzado en esta locura de dar toros en Bogotá. A sus escasos 30 años, ya tienen la experiencia que les ha dado el organizar la Corrida de la Independencia durante varios años anteriores a la pandemia.
“No podíamos permitir que volviera a pasar una temporada sin toros en Bogotá”, comenta también el ganadero Sanz de Santamaría, “por eso decidimos dar un paso adelante y programar dos festejos en la plaza de toros de Puente Piedra, a escasos kilómetros de la Santamaría. Lo suficientemente lejos para huir de la arbitrariedad política, pero lo adecuadamente cerca para que el espíritu del coso capitalino permanezca encendido en los cubiertos tendidos de Subachoque”.
“Sabemos perfectamente que son momentos muy difíciles para hacer empresa, por todas las circunstancias adversas, pero ya han caído plazas importantes de nuestro país y no vamos a dejar que pase lo mismo en Bogotá. Para nosotros, el toreo es mucho más que una afición o que, incluso una actividad económica, es una pasión que nos mueve y que nos ha enseñado unos valores a los que no estamos dispuestos a renunciar”, afirma José María. “Por eso, porque creemos en el futuro del toreo, nuestra apuesta no es sólo dar una corrida de toros con un cartel que, consideramos, es de gran categoría, como el de Román, Garrido y Juan de Castilla, con los toros más emblemáticos de Colombia, sino que también daremos una novillada una semana más tarde, en la que estarán Andrés Manrique, Ánderson Sánchez y Joselito Castañeda. En Colombia se dan muy pocas novilladas y creemos que, si apostamos por la continuidad, si queremos mantener vivo el toreo, tenemos que contar con los que empiezan. Nosotros, como empresarios y aficionados, ya hemos dado el primer paso, ahora necesitamos el apoyo de todos para que la plaza se llene, podamos decir con contundencia que Bogotá es taurina y que volvamos a abrir las puertas de nuestra Santamaría, que, a fin de cuentas, es nuestro máximo objetivo”.