Con la temporada pegando sus últimos coletazos a este lado del charco, los ganaderos de bravo empiezan a preparar la temporada venidera con ilusión. Unas camadas que poco a poco se van haciendo lentamente, unos utreros que en 2024 tendrán la oportunidad de demostrar su bravura en los distintos cosos de España y Francia. Una de esas ganaderías que viene ascendiendo de una forma paulatina es el jiennense de Araúz de Robles, un hierro que trabaja en silencio para asentarse en las ferias.
La casta es signo inequívoco de esta casa ganadera, conseguida a través de trabajo y rigurosa selección en el seno de una familia que vive por y para el toro bravo. Toros de diferentes capas y hechuras, dos líneas ganaderas refrescadas con sangre Salvador Domecq hace algunos años, dos encastes que hacen que tantos los animales de la rama Gamero Cívico como los de Saltillo convivan y se críen para dar gloria y fuste a una divisa que no hace tanto era codiciada por las máximas figuras del toreo
Araúz de Robles se encuentra en plena Sierra Morena dentro del Parque Natural de la Sierra de Andújar, un entorno privilegiado para la cría del toro bravo, rodeado de encinas y alcornoques que dibuja el paisaje andaluz por excelencia. Un legado familiar que poco a poco va encontrando su sitio. Una gran extensión de terreno donde conviven el toro bravo, el caballo y los mansos, estos últimos fundamentales para el quehacer diario en la ganadería.
En uno de los cercados de la finca se encuentra un grupo de jóvenes cabestras, esas que con el tiempo entrarán a formar parte de la parada de bueyes. Debido a su corta edad juguetean unas con otras, corretean por la cerca, pero una de ellas metió la cabeza en uno de los comederos, quedándose está enganchada en su cornamenta. Al ver que no podía deshacerse de aquello, esta se empieza a poner nerviosa, pudiendo hacerse verdaderamente daño. Ahí es donde entra la figura de un mayoral que intentará ayudar a la berrenda a zafarse del problema.
Una publicación que se pudo ver a través de las redes sociales de la propia ganadería. Dicha publicación andaba acompañada de dos vídeos y el siguiente texto: «Domingo por la tarde, todos los días se da una vuelta a los animales y hoy nos encontramos con este problema, nuestro mayoral Jose se decide en intentar quitarle el bidón a la cabestra y esta vez sale bien, pero os imagináis que el animal le da por apretar hacia delante ¿Cómo se llama la película?».
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