CAMPO BRAVO

El ancestral encaste de Aldeanueva y los ‘rabosos’: la camada 2025 de la ganadería


martes 3 junio, 2025

Se trata de una vacada que es gestionada desde 2021 por Juan Andrés Ramos y su sobrina María

Aldeanueva
Un astado de Aldeanueva. © Pablo Ramos

Como ya contamos en alguna ocasión en este medio, hablar de la vacada de Aldeanueva es hacerlo de la familia “Raboso”, una de las más conocidas del campo bravo. Se trata de hierro adquirido por Domingo Matías Bernardos a finales de los años 70, momento en el que este decide anunciarlo como Aldeanueva. Tras eliminar todo el ganado, decide formar su nuevo proyecto ganadero con vacas y sementales adquiridos a María Antonia Fonseca, procedentes de Juan Pedro Domecq.

Sería en 1998, tras el fallecimiento de este, cuando Argentina Ramos Sánchez, viuda de Domingo, se hizo cargo de este proyecto ganadero. Una ganadera que continuaría la senda trazada por su marido hasta su fallecimiento en septiembre del 2021, momento en el que su hermano Juan Andrés Ramos y su sobrina María Ramos se hacen con las riendas de la vacada familiar. Han pasado más de tres años y la vacada salmantina poco a poco va emprendiendo poco a poco el vuelo por los resultados cosechados tanto en la plaza como en el campo.

Un nuevo camino donde sus actuales propietarios han introducido sangre nueva de la rama Domecq para refrescar su ganadería. Una entrada de nueva sangre que es vital para evitar problemas dentro de la ganadería: “Actualmente tenemos 125 vacas de vientre divididas en tres lotes, dos puros de Aldeanueva y otro de Garcigrande que se van probando con vacas de Aldeanueva. Esto se hizo básicamente para refrescar sangre, ya que tenía mucha consanguinidad y debíamos atajarla”.

En el banquillo se quedan otros animales esperando repasar lotes o parados hasta ver los productos que dan en las eralas: “De los ocho sementales que hay en casa, seis son puros de la rama Aldeanueva y dos son de Garcigrande. Algunos descansan y otros cubren en función del resultado que estos den” nos comentaba Juan Andrés Ramos Sánchez, quien nos recalcaba lo siguiente: “Dos de los lotes más amplios están compuestos por sementales Garcigrande y vacas de Aldeanueva, mientras que uno más pequeño sigue llevándose en pureza”, explicaba a este medio.

Juan Andrés tiene claro que quiere moverse entre las 120-130 vacas, el ampliar más el abanico le llevaría a una vacada demasiada extensa, algo que hoy en día no se plantea. El nuevo rumbo que ha tomado la ganadería ilusiona a este criador de bravo: “Los tentaderos, este invierno, han salido bastante buenos. Aprobamos cuatro o cinco vacas de locura. El cruce de Garcigrande ha salido extraordinario, lo mío sigue en su línea”.

Pese a ese número de vacas, las camadas no suelen ser muy extensas al depurar mucho aquello que llega a la plaza: “Ahora mismo tengo una corrida de cuatro toros y dos de rejones que ya están vendidas. Luego tengo cuatro novilladas con picadores: una para Arganda, otra para Santa Cruz del Retamar y otras dos que serán para pueblos de Castilla-La Mancha”. Una vacada que también tiene un lugar en las calles, tal y como nos contaba su propietario: “También tenemos algunos toros para las calles, son espectaculares. Este es un mercado muy interesante para los ganaderos” concluía.

FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS