CAMPO BRAVO

Los toros de los que se enamoró Joselito el Gallo y ahora son la ‘debilidad’ de Morante: los 20 astados de ‘casta Martínez’ para 2025


sábado 19 abril, 2025

Conocemos la camada de la vacada madrileña de Quintas para este 2025: en total, una veintena de toros y utreros reseñados esencialmente para distintas localidades de la Comunidad de Madrid.

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Un serio astado de Quintas para esta temporada. © Pablo Ramos

Dentro de nuestra piel de toro existen un número importante de vacadas de bravo con un sello muy definido, proyectos ganaderos sustentados en una sangre muy particular que sigue vigente gracias al esfuerzo de determinadas familias. Una de ellas es la divisa madrileña de Quintas, que pese a las modas sigue siendo fiel a un tipo de toro tanto en su fenotipo como en su genotipo. Es, junto a la ganadería extremeña de Jara de Retamar, el último reducto de casta Martínez. Dicha ganadería, dentro de este ancestral encaste, tiene una historia rica y fascinante que se remonta a varias generaciones tras la compra de un lote de hembras por parte de D. Genaro Quintas Barrios.

Como tantas otras quedó diezmada por la Guerra Civil, quedando únicamente 15 de las 80 que habían adquirido comprando en 1942 unas 40 vacas y un semental a D. Paulina Alcázar, de origen Martínez. Poco después se decide eliminar todo lo procedente de Valle, quedando únicamente el ganado de origen Martínez, aprovechando este momento para comprar, al mismo ganadero, otro lote de 20 vacas y un nuevo semental que subieron considerablemente el número de cabezas de ganado.

A la muerte de D. Alfredo Quintas Sancho la vacada familiar se dividiría en tres lotes, adjudicándole uno de ellos a D. Manuel Quintas Resines, ganadero que optaría por refrescar su ganadería en los años 90 con un semental de la misma sangre procedente de la vacada salmantina de Montalvo. En 2008 cede la propiedad a su hijo D. José Manuel Quintas Hernández, aumentándola con vacas y sementales de La Torre de Cubillos, procedentes de Atanasia Fernández.

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Otro astado de la casa. © Pablo Ramos

A lo largo de los años esta familia trabajó arduamente para mantener las características distintivas de este encaste, destacando esta por su compromiso con la preservación de las características originales del encaste, lo que la convierte en un referente para los aficionados y profesionales del sector. La ganadería de Quintas, con su encaste Martínez, es un pilar importante en la historia de la tauromaquia, ofreciendo toros que no solo son un deleite para los aficionados, sino que también representan un legado cultural que se sigue transmitiendo de generación en generación.

Para saber más sobre este proyecto ganadero quisimos hablar Goyo, hombre afable y un gran enamorado del toro de esta sangre, quien abrió las puertas de su casa a este medio. Cámara en mano se adentró en los cercados nuestro compañero Pablo Ramos quien tuvo la oportunidad de fotografiar tanto a los machos como a las hembras de la casa. “Fíjate como está el campo, hacía años que no llovía tanto. Las vacas van a tener comida de sobra durante varios meses, ya los machos es otro cantar al tener que rematarse con el pienso pese a tener ellos mayor predicamento por el verde”.

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Más animales de Quintas. © Pablo Ramos

Una vacada que hace tiempo que se estabilizó en un número de vacas que le deja abrir algo las líneas y evitar la consanguinidad: “Actualmente tenemos unas 120 vacas de vientre y 4 sementales. Aquí hay que hacer los lotes con mucha cabeza para no cerrar la ganadería y perder familias. Hay que jugar con varios factores que se tienen menos en cuenta en otras ganaderías. De Martínez hay muy poco, de ahí que sea complicado buscar fuera aquello que no tengo en casa”.

Para Goyo es importante la búsqueda de nuevos y jóvenes sementales en la casa: “Tenemos una continua búsqueda de sementales, todas las camadas procuramos meter a la plaza 4 o 5 machos para intentar aprobarlos como reproductores. Los resultados son buenos pero, tengo la mala suerte que, por unas cosas u otras, los sementales en los que más ilusión pongo acaban estropeándose. Pese a ello tenemos cuatro de ellos ya contrastados, animales que nos han ayudado a dar un pasito más”, no comentaba un ganadero al que le gustaría tener un número mayor de machos para así poder jugar más con los lotes de vacas y no poner todos los huevos en la misma cesta.

Al año nacen unos 60 machos que con el paso del tiempo van cuajándose hasta llegar a una edad donde se les da salida. La camada de 2025 es armónica de hechuras, seria, pero con ese punto de redondez que gusta a toreros y aficionados: “Me ilusiona bastante la camada. Por reata hay varios animales que tengo marcado en rojo. Respecto a las hechuras y los pelajes no son muy distintos de otros años”, nos explicaba.

Una temporada donde cruzarán la frontera para anunciarse en Francia, país que siempre da su sitio a este tipo de ganaderías: “Para este año tenemos una veintena de utreros con la novillada de Ceret como epicentro de la camada. Será la primera vez que el hierro viaje a tierras galas, la ilusión y la responsabilidad van a partes iguales, ojalá todo salga bien y podamos meter la cabeza en una tierra tan importante para la tauromaquia como esta”.

Morante y su vínculo con este hierro madrileño

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Uno de los toros. © Pablo Ramos

Ésta se trata de una ganadería que es muy del gusto de José Antonio Morante de la Puebla, matador de toros al que le une una gran amistad con este ganadero y su familia. Fruto de ese vínculo Goyo decidió regalarle unas añojas berrendas a José Antonio para que este la guardara como un tesoro antes de hacerse con ganado de Alcurrucén para su nuevo proyecto ganadero bajo el hierro de Pérez de la Concha. Al igual que ocurriera con Joselito, Morante también tiene especial predilección por esta vacada de sangre Martínez, esa que también tuvo la oportunidad de lidiar en La Puebla del Río en los festejos en honor a San Sebastián.

Pese a ser un toro que gusta al diestro hispalense, este todavía no ha dado el paso para anunciarse con ellos en una corrida de toros o un festival, tema del que habló en su visita a la Asociación El Toro de Madrid hace algunos años: “Esa ganadería se merece una exposición a todo lujo hacia el público. Pero también son ganaderías que la entenderían aquí en Madrid o en algún pueblo de esta zona. Son hierros que si se alejan de su zona el aficionado ya pierde las referencias. Yo soy un enamorado de Joselito y de esa ganadería que tanta historia buena ha traído al toreo. Nos comentaron que si Valdemorillo… podría ser. A mí me gustaría. Lo que no sé es quién va a torearla conmigo”, comentó entre risas.

FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS