Hablar de Alcurrucén es hacerlo de una de las divisas más importantes del campo bravo, un hierro que durante las últimas décadas ha llegado a posicionarse en vanguardia en relación con las divisas de bravo. Ésta es una vacada que la familia Lozano lleva cuidando con mimo décadas y se ha erigido como indispensable en las ferias de primer orden. En esta casa ganadera han conseguido moldear un tipo de toro muy definido a su imagen y semejanza gracias al trabajo de una familia que ha dedicado su vida al mundo del toro en diversas facetas; primero con el traje de luces y posteriormente como apoderados, empresarios y ganaderos, algo que muy pocos han conseguido en la historia de la tauromaquia.
Tras una primera incursión como ganaderos en 1967 al comprar vacas a doña Eusebia Galache y añadiendo posteriormente ganado de Isabel Sánchez Tabernero, fue en 1982 cuando cambiaron de rumbo la ganadería para introducir animales de sangre Núñez provenientes de la prestigiosa ganadería de herederos de don Carlos Núñez. Las vacas y sementales salieron de tierras de Cádiz camino de su nuevo destino: allí se empezó a pulir una sangre que ha sido santo y seña del campo bravo que siempre ha estado presente en las ferias.
La de Alcurrucén es una ganadería con un sello muy marcado, un hierro que fraguó su nombre como otras tantas en la primera plaza del mundo. Un hierro de la talla de Alcurrucén no sería lo que es sin el empujón que le dio la primera plaza del mundo. La divisa de los hermanos Lozano es, junto a la madrileña de la familia Del Río, el hierro que mayor número de puertas grandes ha propiciado en Madrid, lidiando un número importantísimo de astados en este coso durante su dilatada trayectoria.
Tras tomar antigüedad el 18 de junio de 1989, Alcurrucén no ha parado de cosechar triunfos: toreros de la talla de César Rincón, José Tomás o Julio Aparicio supieron en los años 90 consagrarse con ellos, al igual que en siglo XXI nombres como Morante de La Puebla, Sebastián Castella, Julián López ‘El Juli’, David Mora, Ginés Marín… aprovechando un animal con unas virtudes excepcionales para hacer el toreo. Un hierro excepcional que con el paso del tiempo se ha consolidado en un lugar privilegiado del escalafón de ganaderos de bravo.
110 animales y 14 corridas de toros de Alcurrucén para 2023
Para este año hay preparados en la preciosa finca toledana de la familia Lozano en torno a 110 animales con los hierros de la casa -Alcurrucén y El Cortijillo-, además de varias novilladas con y sin caballos. En total, unas 14 corridas de toros para acudir a las ferias de mayor fuste tanto de España como de Francia.
Es un hierro que también apuesta por lidiar erales y utreros, algo importantísimo para seguir evolucionando como ganaderos y ver por donde respira la vacada. Ésta, además, es una casa que se supo adaptar al toro lustroso y fuerte de plazas como Madrid o Bilbao, pero que aún tiene en casa a esos animales bajitos, recortados y bonitos, esos toros que son el fiel reflejo del encaste del que procede.
El objetivo: seguir manteniendo el nivel de hierro fundamental en las Ferias
Una camada extensa que tendrá como objetivo seguir manteniendo el nivel de una vacada que año tras año sigue evolucionando. Un tipo de toro más en Rincón que en Villamarta, pero que sigue manteniendo esa seña de identidad que le dio la familia Núñez desde su creación. 19 festejos lidió en un 2022 donde se le dio la vuelta al ruedo a tres animales; un novillo en Torrijos y dos toros en Cuéllar y Orgaz. Un dato a tener en cuenta es que de las 79 reses lidiadas el pasado año a 76 se le cortaron las orejas, un número nada desdeñable.
Para este año no debe faltar en ferias que han sido santo y seña para este hierro y donde ya en 2022 rayó a gran altura. La familia Lozano tiene muy bien estructurada una camada que no faltará en el país galo, una tierra donde sus triunfos son muy sonados. Ya en España, Alcurrucén no faltará a su plaza talismán, una Monumental de Las Ventas, donde hará doblete con dos carteles de máximo lujo. Morante de la Puebla, El Juli y Tomás Rufo el jueves 18 de mayo y Diego Urdiales, Alejandro Talavante y Daniel Luque el jueves 1 de junio.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS