Muchos son los matadores de toros que con el paso de los años cumplen el sueño de ser ganaderos. Diestros que deciden apostar por un animal al que veneran, ese con el que labraron una carrera y con el que llegaron a cumplir ese anhelado sueño de ser figuras del toreo. Una amalgama importante de nombres que van desde Juan Belmonte a Enrique Ponce, sin olvidarnos a otros como Paco Camino, Diego Puerta o José Miguel Arroyo “Joselito”.
Dentro de la nómina de estos importantes espadas siempre ha existido un animal clave en su carrera, este es el caso de Espartaco y “Facultades”, toro de Manolo González con el que triunfó en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Jesulín de Ubrique y “Ambiciones”, primer novillo que mató con 13 años tras engañar a Antonio Ordóñez con la edad, o El Juli y “Feligrés”, animal de Xajay indultado por el madrileño en la Monumental plaza de toros México cuando ese todavía era un niño.
Una serie de matadores de toros que apostaron por este animal único y empezar ellos su andadura como ganaderos. Una lista donde también se encuentra Alejandro Talavante, espada extremeño que tiene asentada su vacada en la finca «Los Arrifes de Arriba» en el término municipal de Olivenza (Badajoz). Un proyecto que comenzó allá por 2010 cuando el extremeño acudiría a la ganadería de Núñez del Cuvillo para hacerse con un número de cabezas de ganado que le ayudara a sentar una base donde trabajar de cara al futuro.
Talavante encontró en Álvaro Núñez a ese amigo y consejero que le ayudó a la hora de adquirir vacas y sementales para la puesta a punto de un proyecto que casi 15 años después va viento en popa tras introducir simiente de vacadas como Garcigrande, hierro que combinado con la anteriormente de Cuvillo ha dado origen a un tipo de toro con talento. El pacense llamó a la puerta de Justo Hernández para llevarse una veintena de hembras con las que seguir puliendo su vacada, entrando también en el trato el 22 “Sarmentero”, hermano del recordado “Orgullito” indultado por Julián López “El Juli” en Sevilla.
Un astado que al poco tiempo de cubrir vacas en casa de Alejandro se convirtió en uno de los grandes raceadores más importante de esta joven ganadería. Pero este animal proveniente de la vacada salmantina no ha sido el único que ha dado grandes resultados a Alejandro, destacando a otros como el 224 “Pajarillo”, hijo del 100 “Ganador”, uno de esos toros que ha marcado un antes y un después en el campo bravo.
Sobre su vacada habló recientemente en una entrevista concedida a ABC de Sevilla, esa donde corroboró lo anteriormente expuesto en este artículo. “Después de introducir sangre Cuvillo eché un toro de Garcigrande que me ligó muy bien. La ganadería está en una referencia que no quiero perder. Quiero seguir en esa línea, un tipo de toro muy distinto, aportando lo que yo considere”. Queda clara la línea ganadera a seguir por parte de un Talavante que no se cierra a meter nuevamente sangre de fuera siempre y cuando esta aporte aquello que está buscando.
“No tengo trayectoria como para hablar de mí como ganadero” comentó allá por febrero de 2022 en un coloquio organizado por la Asociación El Toro de Madrid. Se trata de un matador de toros que tiene claros los pasos a dar en este momento. “Ser ganadero es algo que me ilusionaba desde que era niño, pero ahora la tengo muy enfocada en mis entrenamientos y en las novilladas”. Un espada que siempre ha mirado por la cantera y por esos diestros que luchan día a día por cumplir su sueño. “En la pandemia, cómo tenía en el campo bastantes utreros y toros aproveché para llamar a novilleros o toreros que lo necesitaban y apoyar su carrera en momentos difíciles en los que no iban a torear nada”, un bonito gesto que, incluso ahora, y con el paso del tiempo sigue haciendo.