El mes de septiembre en la plaza de toros de Las Ventas estará copado de muchos alicientes para el aficionado torista: se lidiarán astados de Partido de Resina, Sobral, Juan Luis Fraile, Peñajara, Samuel Flores… y, entre los astados que saltarán al ruedo de la primera plaza del orbe, destaca uno que lo hace por vez primera y que, sin duda, será una sorpresa para los asiduos a esta plaza: el de Carasblancas-Bellalucía.
Uno de estos animales, que pastan en las cercanías de la localidad de Fuentidueña de Tajo, saltarán al ruedo venteño en la novillada concurso del 3 de septiembre, en la que se lidiarán astados de Carasblancas-Bellalucía, San Isidro – Toros de Tenorio, Manuel Sanz – Los Eulogios, Carriquiri, Núñez de Tarifa y Tomás Frías para una terna compuesta por los novilleros Curro Durán, Jesús García y Víctor Cerrato.
Estos astados pastan en la finca ‘Bellalucía’, con una extensión aproximada de 12 hectáreas. Se trata de una explotación da cobijo a unas 120 vacas de vientre y cuyo ganadero es D. Julián Gómez Carpio, recortador, banderillero, empresario y ganadero. Ahí pastan los míticos ‘caras blancas’, astados que tienen esta particularidad.
Carpio es un hombre que poco a poco fue creando desde 2016 su ganadería con esfuerzo y, con los años, ha conseguido tener dos hierros con procedencias muy marcadas.
El hierro de Bellalucía está compuesto originalmente por animales de Núñez del Cuvillo y Laurentino Carrascosa, llevándose ambas sangres por separado. Son animales con la cara blanca, algo que se da muy pocas veces en el ganado bravo.
Por otro lado, los toros de “Caras Blancas de Carpio” se formaron en 2018 con vacas y sementales de D. Giménez Indarte, procedencia Marqués de Villamarta, “Murube-Urquijo” ,“Ganadería Marqués de Domecq”, cruzando esta sangre posteriormente con vacas de El Freixo, pero el posterior secreto permanece ahí.
Al final, la sangre de Osborne, Cuvillo, Torrestrella y Indarte y Freixo corre por las venas de los animales que conforman estas dos ganaderías... pero ese ‘toque final’ que le da la distinción de la cara blanca a sus animales es el que mantiene en oculto Julián Carpio.
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