Antonio García Sánchez, propietario del hierro cordobés de La Castilleja, es uno de esos ganaderos amantes del toro de Murube, un encaste diferente al resto que poco a poco está saliendo de las corridas de rejones para dejar claro que se adapta al toreo a pie. El toro de la rama Murube-Urquijo, al igual que otros encastes, se ha seleccionado para los toreros a pie, otra cosa es que sus virtudes casaran perfectamente con los caballeros rejoneadores.
Los tiempos van cambiando y con ello la mentalidad de unos toreros que vuelven a apostar por un tipo de toros que dio tardes de gloria en el pasado. En «La Castilleja» –como así se llama la finca, muy cerca de Córdoba capital– sigue latente la ilusión por que sus corridas se lidien en las grandes plazas de una forma u otra, saben que la base está ahí y que es simplemente cuestión de tiempo que den el paso a las corridas de matadores a pie. Murube, Castillejo de Huebra o Fermín Bohórquez han demostrado que este tipo de toro se adapta perfectamente a la exigencia de la lidia a pie. Hoy hablamos con Antonio García Sánchez para que nos cuente más sobre su ganadería, sus objetivos y el futuro del toro de la casa.
La Castilleja y sus planes de futuro
Tras dos años muy duros por la grave crisis que ha sufrido el sector ya podemos decir que los ganaderos volvéis a ver en cierto modo la luz. Cuéntanos los planes que tenéis para este 2022.
La camada de este año se compone de dos corridas de toros, ambas cinqueñas que me quedaron del año pasado. Algunos de ellos aún no me han cumplido pero lo harán en el mes de junio. De esta, ya hay una vendida que en principio está apalabrada para un pueblo de Cáceres. Para la otra, hay personas interesadas, pero aún nada. Esperemos darles salida ya que el año que viene no podríamos lidiarlos al tener seis años y la única salida sería en festejos populares. Creo que la camada es preciosa, no muy aparatosa de cara, pero con toros para cualquier tipo de plaza. Hay algunos toros que parecen sacados de una pintura, son para meterlos en la plaza de casa y quemarlos, pero la satisfacción de verlos embestir en una plaza no se cambia por nada.
Nos hablaba de dos corridas cinqueñas, pero ¿hay algo más en el campo para esta temporada? De ser así, ¿ya están apalabradas o aún hay que esperar?
Así es, en el campo hay más ganado a disposición de las empresas que tengan a bien lidiar toros de casa. Gracias a Dios la demanda es buena y prácticamente está todo vendido. Hay tres corridas de toros de cuatreños; una ya está contratada para mediados de mayo en Villanueva del Arzobispo, otra para final de temporada en Pozoblanco y la última está pendiente de venta. Hemos tenido mala suerte, porque se nos ha suspendido Montoro y Herencia, con corrida mixta. Pero aún así yo soy optimista y confío en que acabaremos por lidiar todos los animales, sino como te comenté antes no tengo ningún problema por meter algunos en la plaza y sacar algún semental.
«El año pasado fue duro, porque solamente salió una corrida de casa»
Nos incidías en que este 2022 es un año ilusionante para vosotros, pero cuéntanos un poquito como fue 2021, suponemos que un año difícil pese a ser inmensamente mejor que el desastroso 2020.
El año pasado fue duro, porque solamente salió una corrida de toros para la localidad toledana de Yepes, del 2020 no quiero ni hablar ese si que fue un año para olvidar. Lo pasado pasado está, ahora miramos este año con ilusión y optimismo, creo que dadas las circunstancias tenemos la temporada muy bien organizada.Gracias a Dios seguimos manteniendo un tipo de toro que entra por los ojos, somos fiel al encaste que tenemos y no nos saldremos de ahí. Una vez que todo ha vuelto a la normalidad las empresas nos han vuelto a llamar, eso es porque tenemos un tipo de toro que interesa.
En casa mantenéis una joya genética a la cual le tenéis mucho cariño por los buenos momentos que os hizo vivir, un encaste diferente y único que defendéis a capa y espada.
Así es, aquí lo que hay es Murube puro. Mi padre tenía antiguamente otro encaste en los años 70, y lo cambió todo por vacas con el hierro de Urquijo. La mitad adquirió mi padre y la otra mitad del lote fue a parar a manos de Pedro Gutiérrez Moya ‘Niño de la Capea’. Aquí en casa la verdad que estamos muy contentos con este encaste, date cuenta que lleva con nosotros más de 50 años. El tipo de toro lo tenemos muy definido, buscamos ese animal bajo, de lomo recto y manos cortas. Aquí los animales nos dicen mucho por la mirada, su nobleza es su gran cualidad. Buscamos un toro torero, con la cara colocada, eso no quita que salga alguno más descarado, pero son los menos. Buscamos ese punto de seriedad pero que quepa en la muleta. La seriedad no está reñida con el buen gusto.
«En La Castilleja seguimos tentando a pie, no sabríamos seleccionar de otra forma»
Se habla siempre que el toro de Murube-Urquijo es un tipo de animal ideal para el toreo a caballo, pero lleváis años demostrando tanto vosotros como vuestros compañeros que también da un resultado óptimo para el toreo a pie. ¿Buscáis entrar en ese mercado?¿O por el contrario estáis a gusto en corridas de rejones?
Nosotros nunca hemos descartado la idea de lidiar a pie. De hecho, este año hemos tenido una oferta por las dos corridas de toros cinqueñas para lidiarlas a pie, pero al final no ha cuajado. Pero no la descartamos, porque esto sigue saliendo excepcional a pie: es un animal muy noble, con mucha transmisión, se desplaza muy bien, da confianza al matador… y aquello que decían que el único defecto que tenía Murube era que no humillaba no era cierto, porque ya humilla, solo era cuestión de ir seleccionando. Nosotros hacemos una selección como para lidiar toda la camada a pie. Yo sigo tentando a pie, no sabría seleccionar de otra forma…
Vivimos unos tiempos en el que se le ha perdido el respeto en cierta manera al ganadero, el cual es un elemento básico de la fiesta. ¿Cómo veis el futuro a medio corto plazo?
Lo primero es calmar nuestra afición, luchar por este mundo que es maravilloso y único, porque aunque pensemos que estemos locos es un auténtico privilegio. Esta es mi vida y mi razón de vivir. Buscamos que esto tenga una continuidad, que vuelvan los buenos tiempos, en los que se valoraba al ganado y al ganadero. En la época de mi padre, había un respeto y una devoción tremenda por el ganadero.Ahora parece que somos los últimos de la fila y eso no puede ser. Nuestro toro tiene unas características muy particulares y algunos parece que no lo quien ver. No se puede exprimir tanto a los ganaderos, no es justo.
FOTOGALERÍA: MARZÁ
