Hoy nos vamos a dos de las provincias más ganaderas de nuestro campo bravo: Salamanca y Cáceres. Allí se asienta el proyecto ganadero de María José Majeroni Sánchez-Cobaleda, hija del recordado José Manuel Sánchez, la cual sigue manteniendo vivo el legado que le dejó su padre. ‘Terrubias’ en San Pedro de Rozados (Salamanca), ‘El Zamarril’, en Portaje (Cáceres), ‘Santa María’ en Moraleja (Cáceres) y ‘Agustínez’ en San Muñoz (Salamanca) son las fincas que dan cobijo a los murubes de esta familia que ya es santo y seña del toro bravo.
Una casa ganadera que nunca ha renunciado a ese tipo de toro que les llena como aficionados, un tipo de toro particular y bien definido, ese que mantiene las señas identitarias del encaste, pero con ese toque que la familia le ha dado a lo largo de toros estos años. Una ganadería que se encuentra en la parte más occidental del campo charro, ese que junto al cacereño hacen de las fincas familiares un lugar único para la cría del ganado bravo.
Aquí se crían desde hace más de 35 años los «murubes» adquiridos a un ganadero muy singular, Félix Cameno. Fue en 1987 cuando comenzó una ventura que hoy en día sigue más viva que nunca, estando considerados por muchos como uno de los hierros con mayor futuro del encaste al que representan. No es para nada una ganadería convencional, ya que hace algún tiempo que rompieron el techo de cristal para empezar a lidiar asiduamente en festejos a pie.
Unos años en los que las figuras han visto con buenos ojos el poder anunciarse con ellos en plazas de relevancia. Espadas como Antonio Ferrera, José Antonio Morante de la Puebla, Diego Urdiales, Cayetano, Daniel Luque o Juan Ortega han realizado faenas importantes ante animales de esta casa. Una ganadería que el año pasado lidió prácticamente la totalidad de la camada en un año donde aficionados, toreros, empresa y ganaderos salieron satisfechos tras lo visto en el ruedo.
Este año ya lleva ocho reses lidiadas en tres festejos: Una corrida de cuatro toros en Navalcarnero con El Cordobés y Gonzalo Caballero, dos toros en la Copa Chenel para Mario Palacios y Juan del Álamo, así como otros dos toros en Archuelo para Fernando Adrián. Un número importante de ejemplares donde destacó uno de vuelta al ruedo al que el salmantino Juan del Álamo le paseó el doble trofeo. Ahora toca poner la mirada en una dehesa donde la primavera parece apagarse poco a poco debido a las altas temperaturas, el mes de junio está a la vuelta de la esquina y el campo lo acusa.
Una ganadería que mira de reojo a la primera plaza del mundo. Vistos hay un gran número de animales, 18 en total, para poder ir sin apreturas a la primera plaza del mundo. Seriedad, armonía en sus hechuras, remate… son los mínimos que exigen los veedores venteños para darle el okey. De darse finalmente el paso sería la primera corrida de toros de esta sangre —bajo la batuta de la familia— que se lidiaría en la primera plaza del mundo.
«Será el debut de este hierro —sangre Murube— con corrida de toros en Las Ventas, ya que anteriormente lidiamos con otras sangres que había en nuestra casa. Estamos muy ilusionados con dar este paso, pero la responsabilidad también está presente, ojalá aprobemos este examen, puesto que el hacerlo conformará que estamos preparados para este tipo de envites” nos comentaba María José Majeroni Sánchez-Cobaleda el pasado mes de diciembre.
«No será para San Isidro, pero como este año el tema toros en plaza de primera va a estar tan complicado, nunca se sabe. Irá para otra fecha que la empresa considere», nos hacía ver la ganadera salmantina. Una mujer que tiene las ideas muy claras, sabe que no puede atarse de manos con una proposición, de ahí que piense en el resto de animales que hay en la finca y a los que hay que darle salida sí o sí.
La divisa que comanda María José Majeroni está dando pasos de gigante para entrar en las ferias de primer nivel, esas que desde hace años cambian poco la estructura ganadera de las mismas, pero que con la creciente regularidad de muchos hierros se está viendo abocada a ello. Por todo ello no paran de entrar y salir veedores de esta casa para cerrar si inclusión en una serie de plazas donde los carteles dan brillo a los mismos. Pero aquí no se cierran a seguir lidiando otro tipo de festejos, la importancia de estar presentes en el circuito es vital para el devenir de la ganadería.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS