El pasado domingo, se hacía oficial la vuelta a los ruedos del Manuel Jesús ‘El Cid’ para la temporada de 2023, un regreso del que solo se sabe una cosa por el momento: su equipo de apoderados estará compuesto por Santiago Ellauri y Pedro Rodríguez Tamaño, dos taurinos muy cercanos a la empresa Pagés, por lo que no es descabellado pensar que tendrá su hueco en los carteles de la próxima temporada hispalense.
El Cid se retiró de los ruedos en España en octubre de 2019, y desde entonces únicamente ha toreado festivales, festejos que le han mantenido vivo en la Fiesta una vez que decidió colgar en el armario sus trajes de luces. Pero ese gusanillo de las ferias y las tardes grandes no se fue de su cuerpo, seguía teniéndolo latente ahí dentro, de ahí esta vuelta en 2023 (a pesar de haberse despedido hace tres temporadas). Un torero que tras pasear un rabo de un toro de Victorino en Mont de Marsan hace 20 años quiere seguir demostrando que está para competir con cualquiera.
El Cid es un torero respetado por todos -ahí está su currículum– pero extrañaba la forma de negar su vuelta y anunciarla prácticamente 48 horas después. Sea como fuere, el paso ya está dado adelante, una reaparición para la que no tiene fecha, plaza, ganadería y, por lo tanto, cartel. Según ha podido saber este medio, no se marca plazos para ello, estando abierto a entrar en cualquier tipo de cartel y ganadería, siempre y cuando, tenga la categoría que él cree que se merece.
Pero pese a no tener nada sobre la mesa, si hay una intención firme por parte del torero es lidiar la corrida de Victorino Martín en tres plazas de primera como Valencia, Madrid y Sevilla, incluso lanzándole un órdago a Emilio de Justo para anunciarse en mano a mano con él en la primera plaza del mundo -como ya adelantó ayer en este medio nuestro director Marco Antonio Hierro-. Sus apoderados se están moviendo con celeridad para hacerle ver a las distintas empresas la predisposición del torero por entrar en las ferias.
Manuel tiene claro que su vuelta será en plazas importantes, donde dejó su sello en sus años de mayor redondez, pero también tiene que ser consciente que no será fácil encontrar un sitio debido a la alta competencia que hay hoy en día por entrar en dichos carteles. Ahora le toca prepararse a conciencia en el campo, algo que nunca dejó de hacer, para llegar en un punto óptimo de cara a esas ferias donde va a luchar por estar presente. Su trabajo está en el campo, el de sus apoderados en los despachos.