Uno de los hitos más grandes vividos en La Real Maestranza de Caballería de Sevilla en los últimos años tiene que ver con el indulto de ‘Cobradiezmos’, un toro de bandera que toreó Manuel Escribano en el dorado albero hispalense en la temporada de 2016. Una tarde especial en muchos sentidos, en la que volvió a poner de acuerdo a gran parte de los aficionados; la bravura se hacía presente, el toreo le devolvía la vida a un toro que tenía como destino morir en la plaza.
Un indulto que se unía así al de ‘Laborioso’ del hierro sevillano del Marqués de Albaserrada en 1965, ‘Arrojado’ de la ganadería gaditana de Núñez del Cuvillo en 2011 y ‘Orgullito’ de la divisa salmantina de Garcigrande en 2018 -dos años después del perdón a la vida del astado de Victorino-. Tres toros que volvieron al campo para perpetuar su sangre dentro de estas ganaderías de bravo. Toros que unidos a ‘Cobradiezmos’ forman parte de la historia de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, así como de la historia viva del toreo.
Victorino Martín, la única divisa a lo largo de la historia del toreo que ha conseguido indultar toros en Sevilla y Madrid
La divisa cacereña de Victorino Martín es la única a lo largo de la historia del toreo que ha conseguido indultar toros en Sevilla y Madrid. Un hito con más de 30 años de diferencias, pero que pone sobre la mesa la evolución del toro de lidia durante todos estos años. ‘Belador’ y ‘Cobradiezmos’, amén de otros hermanos, han colocado a esta divisa en el lugar que se merece. Dos toros que tuvieron delante a dos toreros como José Ortega Cano y Manuel Escribano, los cuales supieron estar a la altura de aquellos torrentes de bravura.
Aquella tarde del 16 de abril de 2016, Manuel Escribano y ‘Cobradiezmosa’ le dieron gloria al toreo haciendo de Sevilla un auténtico manicomio. Una tarde donde la bravura y el temple estuvieron al servicio del toreo, una faena a más con un toro que nunca se cansó de embestir. A mayor exigencia, más entrega, a mayor clase, más temple, a mayor bravura, más verdad. Una tarde para la historia que Sevilla supo enjuiciar pidiéndole al presidente la vida de tan magno animal.
Afortunadamente, este toro tan especial volvió al campo y casi siete años después ‘Cobradiezmos’ sigue disfrutando de la vida que se ganó en el ruedo, se ha convertido en el Rey de la casa. Un lote importante de vacas, una dehesa a su entera disposición, la vida que todo animal sueña con tener, pero que únicamente ve el toro bravo. Aquí su historia se perpetúa, su leyenda se engrandece.
Una vez que -por viejo- ‘Cobradiezmos’ muera, volverá al lugar donde se ganó la vida, La Maestranza, por decisión de Victorino
Una vez que -por viejo- ‘Cobradiezmos’ muera, volverá al lugar donde se ganó la vida, la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, algo que prometió el pasado año el propio Victorino Martín en un acto celebrado en la misma plaza y que volvemos a recordar para aquellos que en su momento no fueran testigos de la noticia, un regalo que Sevilla nunca olvidará.
«Cuando ‘Cobradiezmos’ muera, será disecado y entregado a la Real Maestranza, aunque espero que tarde mucho en venir», se expresó entre risas el ganadero extremeño en un acto donde también tuvo palabras de agradecimiento el propio torero de Gerena, Manuel Escribano: «Aquella tarde, sin ti, nada hubiera sido posible Victorino Martín». Una preciosa historia entre un torero y una ganadería que tendrá un nuevo capítulo el próximo sábado 22 de abril en esta misma plaza, esta vez junto a dos compañeros como son Manuel Jesús ‘El Cid’ y Emilio de Justo.