CAMPO BRAVO

Los ‘coquillas’ de los Pirineos: estos son los toros de Santa Coloma que se crían en Cataluña


sábado 20 enero, 2024

La vacada de Hermanas Verónica y Alicia Moreno tiene procedencia Santa Coloma y pasta en los Pirineos Catalanes: esta es su historia.

Vacas
Dos astados de la casa. © Torista de Francia

En la finca «Mas Blanc», situada en los Pirineos, se encuentra la vacada de Hermanas Verónica y Alicia Moreno, una vacada entroncada en la Sangre Santa Coloma con la sangre Coquilla como base de la misma. Un hierro que con el tiempo introdujo simiente del mismo encaste para intentar dar un paso más de cara al futuro. Por ello se optó por introducir animales de Joaquín Buendía y Los Maños, un refrescamiento que está dando grandes resultados a una vacada desconocida para muchos.

Se trata de una ganadería que gracias al canal Torismo de Francia pudimos conocer con un espectacular reportaje en uno de los parajes más espectaculares de Cataluña, un lugar agreste, pero con un sabor especial, ese que hizo a Andrés Moreno invertir aquello que había ganado delante del toro para intentar construir un sueño basado en una sangre que siempre le atrajo como torero y como aficionado. Una vacada radicalmente diferente a esas que pastan en otras zonas de nuestra piel de toro, aquí todo se hace a pie, no hay bueyes ni caballos debido a la orografía de la misma.

Santa Coloma
Uno de los astados de la casa. © Torista de Francia

“Dar el paso como ganadero era algo que no estaba pensado” comentaba Andrés nada comenzar la entrevista. “Vine por esta zona y vi que había una finca que estaba disponible, se trataba de un terreno muy duro, acondicionado al tipo de animales que hay aquí, que es ganado manso. Se trataba de una finca muy montañosa, de aquí que se buscara un tipo de ganado ágil y muy enérgico”.

“Una vez con la finca en mi poder empecé con unas cuantas vacas, más que nada por mantener mi gusanillo, pero claro costaba mucho y había que hacerla rentable, de lo contrario no había futuro. Poco a poco aumentando el número de ganado, encontré por ahí unos lotes de los pocos que quedaba de Coquilla y aquí llevo 31 años en esta aventura”.

Andrés siempre había sentido predilección por el toro de Santa Coloma, de ahí que tras surgir la oportunidad no se lo pensara dos veces: “Coquilla es un toro que a mí siempre me ha gustado. Recuerdo que en el año 74 maté una novillada de este encaste en la plaza de Vistalegre y la verdad que ha sido la vez que yo me sentí más torero dentro de una plaza por la forma de embestir de estos animales, un tipo de ganado muy expresivo, exigentes, pero agradecidos cuando le haces las cosas bien, de ahí que si tú consigues dominarlos te hacen sentirte verdaderamente pleno”.

Un encaste que ha ido perdiendo vigencia debido a las exigencias veterinarias, esas que orillaron a un número importante de vacadas de bravo, pese a ello la lucha diaria de este ganadero le hizo buscar ganado en otras casas de la misma rama para refrescar sangres: “Llevamos varios lustros pagando las exigencias de un reglamento que no hizo otra cosa que subir el tipo y el paso del toro, ahí ha sido cuando nos hemos cargado a todos los encastes de la rama de Santa Coloma».

“Al encontrarme con los de Coquilla, que no es un toro excesivamente con mucho esqueleto y la cara escasa, pues recurrí hace muchos años a un toro de Joaquín Buendía, también por la amistad que me une con la familia de Los maños pude ir comprando cada año unas añojas sin tentar, esas que fui seleccionando a mi gusto. Y tengo 31 animales en casa a los que hay que unir un semental el pasado año” finalizaba exponiendo el ganadero granadino.

“Yo cuando la inicié esta aventura mis hijas eran pequeñitas, ellas eran mi espejo, de ahí que la vacada llevara su nombre. Mi sueño es que continúen con este proyecto que tanto ilusiona a su padre, pero es su decisión, yo ya tenía el orgullo de ser ganadero, por eso quise de alguna manera que ellas estuvieran reflejadas en la ganadería” comentaba un ganadero que sabe de las dificultades que entraña ser criador de bravo.

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Un macho de la casa. © Torista de Francia

Un hierro que en los últimos años ha subsistido de los festejos populares, de tratantes de ganado que adquirieron sus animales para cebadero, algo que hizo que las cuentas no llegaran a estar en rojo: “Llevo unos años que siempre vienen cebaderos y me compran los 20 o los 30 animales que tengo, ya sea el chico, el Grande o el mediano, y claro eso me limpia todo los machos. Ahora con esto reforzado de Buendía con Coquilla he conseguido más cara y de esqueleto, existiendo la posibilidad en el medio-corto plazo de volver a lidiar novilladas con y sin picadores”.

“La base fundamental de esta fiesta es el toro, estamos atravesando un momento que el toro tiene poca transmisión, se le ha dado demasiado volumen, por eso creo fundamental volver al toro de antes, ese que pesaba 100 kilos menos, pero se movía más” exponía Andrés Moreno. “El toro tiene que ser un atleta, se tiene que mover mucho, algo que por desgracia hoy en día no curre debido a un exceso de volumen”.

“Si volviera ese toro de año con las virtudes del actual, se engancharía mucha más gente a la fiesta. El toro actualmente está aportando muy poco para ese aficionado nuevo que llega, ese que ve un toro lento, muy parado, muy fatigoso y no ese otro agresivo en su mirada y exigente en todos los tercio, eso si no lo cuidamos nosotros mal vamos” exponía para dar por finalizada la entrevista.