Uno de los nombres propios de esta campaña ha sido el de David Galván, diestro que ha sumado un total de 20 paseíllos a este lado del charco, tardes donde llegó a cortar un total de 36 orejas en sus 8 tardes en plazas de primera, 5 de segunda y 6 de tercera. El diestro oriundo de la provincia de Cádiz ha conseguido subirse al carro de las ferias tras sus triunfos en Nimes y Madrid, esos que le valieron para poder trenzar el paseíllo en otros como Dax, Málaga, San Sebastián, Zaragoza o El Puerto de Santa María entre otros.
Con este interesante 2024 la campaña venidera se antoja fundamental para asentarse en las ferias y poder tener acceso a otros cosos donde no trenzó el paseíllo durante esta temporada ya finalizada. En los siguientes ladillos iremos resumiendo su exitosa campaña tarde a tarde, poniendo el foco en cada una de esas tardes donde el gaditano consiguió ese triunfo que tanto necesitaba para seguir sumando contratos.
Galván alarga su racha de triunfos tras sus actuaciones allende los mares

Tras pasear una oreja de un astado de Dosgutiérrez en Manizales (Colombia) el día 9 de enero y cuatro más en León (México) a ejemplares de Tenexac el 10 de febrero, el gaditano ponía rumbo a España para comenzar su preparación de cara a sus primeros compromisos de su campaña a este lado del charco. Tendría que esperar hasta el 11 de mayo para enfundarse nuevamente el chispeante, en esta ocasión fue en la plaza de toros de Horche (Guadalajara), coso donde pasearía las dos orejas del cuarto de la tarde marcado a fuego con el hierro de Guadalmena.
Nimes y una tarde de gran poso

En pleno mes de mayo llegaba uno de los compromisos más importantes de la temporada para Galván al anunciarse en Nimes junto a Enrique Ponce en la tarde de su reaparición y Alejandro Talavante. Un 17 de mayo donde conformaría su alternativa ante un toro de Juan de poco fuelle. Su trazo templado y su sentamiento de plantas dejaron pasajes sueltos que calaron en una afición que se entregaría con su faena al sexto, un animal que tuvo alegría en el tranco, pero que se fue apagando poco a poco.

El sexto toro, número 93, de 510 kilos, fue un toro negro bragado bonito de cara, que salió con mucho gas y rematando con fuerza en todos los burladeros. Lo saludó con dos largas afaroladas, seguidas de verónicas y chicuelinas ante un animal que tuvo alegría en el tranco. Se entregó bravo el de Juan Pedro en el caballo, preservándolo el gaditano en el segundo encuentro. Comenzó faena en los medios con dos pases cambiados por la espalda, ante un toro con prontitud, humillación y movilidad en las dos primeras series por el pitón derecho, por donde no lo apretó demasiado. Luego, se paró poco a poco el toro, reduciendo la distancia para provocarle Galván. Remató la obra por circulares frente a un Juan Pedro totalmente parado. Espadazo entero. Oreja tras aviso.
Madrid: una tarde para el recuerdo

Tras la oreja cortada en Nimes era el turno de Madrid con la corrida de Lola Domecq, una divisa que conoce a la perfección tras haberse anunciado con ella en múltiples ocasiones. Un 22 de mayo donde pude entregarse a una plaza que siempre se le había resistido, un coso en el que los percances habían frenado una evolución que este 2024 ha quedado patente. A las siete en punto de la tarde trenzó el paseíllo junto a Álvaro Lorenzo y Ángel Téllez, en chiqueros le esperaban dos astados de ‘Toros de El Torero’, la suerte estaba echada.

Difícil, muy difícil explicación tiene el hecho de que no se plagase el tendido de pañuelos a la muerte del primero. Galván le cuidó la lidia, le consintió mucho para que no agravase esa emulación de cortadora de césped que tenía en la testa. Ese fue uno de los cornalones espectaculares, y a David aquella arboladura le fue pasando cerca, más cerca cada vez, sin que perdiese el asiento en las plantas, la firmeza en el ademán y el temple en las muñecas. Y mira que fue difícil ver pasar esa cabeza suelta una vez has renunciado a limpiarle esa suciedad en la embestida. El tendido rompió cuando más descargado sobre los riñones estaba un David tan inteligente que jamás le fue a la contra al bruto. Pero sí se impuso a él. Y le contagió su ritmo. Fue tan importante lo que firmó el gaditano que ese silencio tras la muerte fulminante del animal sonó a vacío. A no tener muy claro lo que había pasado.

Tampoco debió parecerle normal a David, que no cambió la cara, sin embargo, hasta que murió el cuarto. Un animal complejo, cambiante según se le buscase el fondo. De hecho, no fue nada fácil meterlo en el capote para lidiarlo en varas, y tuvo que ser Juan Carlos Rey, que había bregado al primero, quien mostrase la forma de comportarse con el funo. Despacio, para adelante, sin molestar y con el trapo en el morro sin que lo tocase. No era sencillo, claro, pero era lo que había que hacer. Y lo hizo Galván de forma tan magistral que cuando se dobló, genuflexo, con el toro, templando muy despacio la pasada insegura hasta que moría en la línea, usando todo el trazo de muleta que le permitía el vuelo diestro, la plaza comenzó a rugir. Fue en ese de pecho tan personal, tan de desprecio por debajo del sobaco, con los pies casi de puntillas. Ahí ya sabía Galván que se había ganado la plaza.

Pero como se ven cosas tan inexplicables y había un toro con fondo delante de él, decidió ser inteligente y torear para el toro mientras lo veían a él. Despacio, en la distancia correcta, dando paseos cortos y precisos para que tomase un respiro el complejo animal. Pero cuando se la echó a la zurda y le enganchó el belfo tan inquisidoramente, cuando dibujó el natural con el trazo multiplicado gracias a su buen hacer, David se rompió con el toro y se dedicó a crear. Y entonces interpretó como le salía, olvidándose de cánones y reglas; puso la vida en juego sin saber que lo estaba haciendo, porque ya no era él. Por eso al despenar al bicho con un volapié fulminante todos esperaban los dos pañuelos, Y, sin embargo… nadie pidió la segunda cuando asomó un pañuelo al palco. Inexplicable -más allá de que se concediese o no-. Como lo de ovacionar al toro. Cosas veredes.
🎥 Resumen de la corrida de El Torero en @LasVentas
— OneToroTV (@OneToroTV) May 22, 2024
➡️ Oreja de peso de David Galván. Faena cargada de torería y personalidad
➡️ Álvaro Lorenzo logró momentos importantes en el quinto sin llegar a rematar
➡️ Disposición de Ángel Téllez ante su lote. Sufrió dos volteretas en el… pic.twitter.com/5eKDBQAA3u
Galván y su firme vuelta a Madrid

Como premio a esa importante actuación, Plaza 1 le abría nuevamente las puertas de la primera plaza del mundo tras la baja de José María Manzanares. Fue un 30 de mayo, fecha muy significativa en el calendario taurino, esa donde el gaditano volvió a dar un puñetazo sobre la mesa pese a no cortar orejas. Una tarde donde los astados de la familia Lozano no acabaron de entregarse en los chismes de Daniel Luque, David Galván y Víctor Hernández.

El que más éxito obtuvo fue David Galván, que entraba en la corrida por la vía de la sustitución de un Manzanares enfermo y salía de ella con el botín más jugoso a base de consentir, limpiar embestidas y rematar series y quites por donde muere Madrid: por abajo. Jugando con las alturas, como le hizo al quinto, o aprovechando la huida del tercero para estructurar como hacen los toreros en sazón: siendo inteligentes y, a la vez, muy listos, porque logran usar hasta los defectos de los toros para hacer de la necesidad virtud. A ese en concreto, un Alcurrucén entipado y de sien estrecha, le fue ganando los pasos poniéndose en su camino, imponiendo su figura a las ganas de huir del funo y consiguiendo que se quedara en el trapo, cuando menos, para pasar. Y así, haciendo que le fuera imposible al toro salir despavorido, logró finalmente torear al natural con cadencia y hasta templar tres poncinas muy coreadas como homenaje al maestro con quien comparte apoderado y le da nombre a la suerte. Gran profesor de mansos también.

Pero no fue esa vuelta al ruedo para la que dieron los pañuelos del tendido lo que había venido a buscar David, y se postuló como gobernador de la reserva del quinto, al que nunca le salió del alma el empleo y mucho menos la entrega. Pero tampoco se aburrióel gaditano, que lo hizo todo bien menos matar los toros esta tarde en Las Ventas. No cejó en su empeño de ponerse, de invadir el terreno del toro cuando amenazaba hule sin que el aburrimiento permitiese al tendido percatarse de ello. Hasta que logró encadenar dos circulares invertidos con el toro sin celo fijo en el trapo, y dejó que llegasen las puntas a rozar sus alamares. Siempre rogando que el manso no le regalase un arreón.
🎥 Resumen del festejo de hoy de #SanIsidro en @LasVentas
➡️ Vuelta al ruedo de David Galván en su segundo compromiso de la feria
➡️ Daniel Luque no ha tenido opciones de lucimiento con su lote
➡️ Faena firme y de valor del confirmante Víctor Hernández al sexto#OneToroTV pic.twitter.com/xj3YGV2Vtx
— OneToroTV (@OneToroTV) May 30, 2024
Istres y un triunfo legítimo

El 16 de junio se anunciaba nuevamente a Galván en suelo francés, fue junto a Enrique Ponce y Clemente con los toros de Juan Pedro Domecq. Una tarde donde el aficionado de Istres pudo paladear el fino toreo de un espada que se llevó al esportón un total de tres orejas. El indulto de un Juanpedro por parte del valenciano y la sólida actuación del francés cerraron en triunfo una tarde de gran contenido por todo lo que se vio en el ruedo.

Ya en el segundo de la tarde Galván se había asegurado la salida en hombros tras una templada y aseada faena a un astado sosito de Juan Pedro, un animal que no se dejó torear de capa y al que cuidaron en el jaco. Tuvo que ponerle mucho el gaditano en una labor muy torera, un trasteo donde el de Juan Pedro iba y venía sin emplearse al embestir a media altura. Anduvo fresco de mente, firme y templado ante un torero que no aguantaba el sometimiento. David porfió en una labor de buen corte, esa que había brindado a Ponce y con la que sintió el cariño de la afición de Istres. Tras un final genuflexo de gran cadencia y torería enterró el acero pese a quedar este delantero. Dos orejas algo generosas las concedidas a un espada que sacó todo lo que llevaba dentro el noble pero sosito astado sevillano.
El segundo del lote del gaditano fue un toro importante del hierro de Juan Pedro Domecq, un ejemplar al que recibió por delantales un Galván que cerraría dicho recibo con una gran media. Tras un puyazo donde no se empleó el animal este llegó con movilidad a la muleta. Pese a perder las manos el astado se vino arriba embistiendo con entrega y humillación a la templada muleta del de San Fernando. Por ambos pitones dejó pasajes de gran toreo un espada que entendió aquello que pedía el ejemplar sevillano. Hubo profundidad y mano baja en un trasteo de gran calado en los tendidos, ese que remataría nuevamente con poncinas antes de enterrar la mano y pasear una oreja de peso.
Alicante y una nueva puerta grande del gaditano

Debutaba Galván en una plaza con claro acento torerista, un coso donde la empresa gestora del coso había tenido a bien volver a apostar por un espada veterano y dos jóvenes con la hierba en la boca. Se despedía Enrique Ponce del público alicantino en un festejo donde la materia prima la pusieron los astados de Daniel Ruiz. Rufo cerraba un cartel con alicientes donde Galván volvería a descerrajar una nueva puerta grande.

Finito salió en segundo lugar, con 487 kg y negro de capa. Con elegancia lo recibió David Galván, dejando un ramillete de verónicas con una elegancia sutil. Galleó por chicuelinas para llevar al toro al peto de Juan Pablo Molina, que aplicó un leve puyazo. Emotivo brindis a Enrique Ponce. Con delicadeza cuidó al toro de salida. Le costaba pasar con limpieza por el derecho, en muletazos de mano alta que no terminaban de ligar. Profundos fueron los naturales, que aunque sueltos, de delicado trazo. Cerró faena por circulares genuflexos ante un astado venido a menos. Estocada tras pinchazo, que hizo efecto tardío, sonando un aviso. Oreja.
Otra tarde para el recuerdo en la ‘Corrida Concurso’ de Algeciras

Una de las tardes más especiales de su temporada es la que vive cada año en el Coso de Las Palomas de Algeciras, plaza donde se siente querido por una afición que siempre le arropa en cada una de sus actuaciones. Este año volvería a acartelarse en la corrida concurso de ganaderías, un festejo donde estaban anunciados animales de Fermín Bohórquez, Toros de El Torero, Fuente Ymbro, Núñez del Cuvillo, Salvador Domecq y La Palmosilla. Festejo donde paseó una oreja de cada astado que le cupo en suerte en una tarde especial al ser la despedida de Enrique Ponce de un coso muy especial para él.

Una oreja de peso le cortó David Galván al tercero, un astado de Fuente Ymbro con carácter, un animal de gran exigencia que estuvo a un tris de echárselo a los lomos en varias ocasiones. Empujó en el jaco pese a no colocarse en el lugar indicado en una concurso. Galopó en banderillas llegando con viveza a la muleta. David se puso muy de verdad pese a saber que el animal no perdonaba ni un fallo. Tiró la moneda en un trasteo donde dio ese paso que exigía el animal. Se la dejó puesta y tiró del Fuente Ymbro en series de mucho poder y firmeza. Basó su trasteo a zurdas al tender el animal a embestir por dentro a derechas. Por ahí vino otra colada que estuvo a un tris de acabar con el gaditano en la enfermería. Pese a cincelar su labor a zurdas, por ahí también el astado tendió a meterse por dentro, de ahí que el espada gaditano tuviera que llevarlo muy empapado en la muleta y con toques fijadores. Hizo un gran esfuerzo, no se guardó nada ante un ejemplar que a más de uno le hubiera dado un serio dolor de cabeza. Un toro con temperamento y cierta “guasita” pero que tuvo la virtud de la emotividad y, por momentos, de la humillación. Iba camino del doble trofeo pero un pinchazo previo le quitó la puerta grande.

“Si no embestiste el toro, embisto yo” debió pensar Galván con el sexto bis de Fermín Bohórquez, un animal con nobleza pero escaso celo. David sabía que no se le podía ir el tren de la puerta grande, de ahí que inteligentemente dosificara al toro con un puyazo y le dejara venirse de lejos en banderillas. Comenzó su labor de una forma muy torera acompañado al astado con muletazos a media altura, pero el animal tenía muy poquito dentro. De mortecina y pasadora embestida este no dejó a Galván romperse con él, de ahí que decidiera meterse en los terrenos sus terrenos en un arrimón que llegó con rapidez a los tendidos. Cinceló su final de obra entre los pitones de un toro que no podía con su alma. Había conseguido lo más difícil, meter a la gente, pero un pinchazo hondo y varios descabellos le quitaron la oreja que le abria la puerta grande.
Tres orejas con la corrida de La Palmosilla en Manzanares

Tuvieron que pasar unos días para verlo de nuevo anunciado en un cartel. En esta ocasión el aficionado tuvo que desplazarse hasta la localidad manchega de Manzanares, coso de gran historia donde trenzaba el paseíllo junto a Miguel Ángel Perera y José Fernando Molina ante astados de La Palmosilla. Una tarde triunfal para un espada que sintió torero delante de la cara de los animales, un matador de toros que paseó un total de tres apéndices en un festejo donde sería acompañado por el extremeño en la salida a hombros.

Bien hecho y en el tipo de la casa fue el negro segundo, al que David Galván saludó con un ramillete de verónicas encajadas, echando los vuelos con gran suavidad. Tras recibir un puyazo en el caballo, embistió con clase en el tercio de banderillas, en el que se desmonteró Juan Carlos Rey tras dejar un gran par. Genuflexo inició la faena el gaditano ante el funo de La Palmosilla, que embestía con clase y empuje en las primeras tandas por el derecho, en las que Galván derrochó torería y mucho ajuste. Sin embargo, lo mejor llegó por el izquierdo, con series impregnadas de suavidad y clasicismo, que calaron arriba. Se fue aburriendo el animal en los compases finales de faena, en los que tiró Galván de recursos toreros, dejando molinetes y ayudados por alto de bella factura. Lo mató de una estocada arriba. Oreja.

No pudo estirarse David Galván con el quinto, un animal más basto y abierto por delante, que se frenó en el saludo capotero y echó la cara arriba en los primeros tercios. Se dobló por bajo el gaditano en unas primeras series de probatura para después salirse con el funo a los medios. Por allí, le corrigió la áspera embestida por momentos, firmando una tanda por el pitón derecho a cámara lenta y para paladares exquisitos. Lo intentó por el izquierdo uno a uno, pero el de La Palmosilla se violentaba cuando tocaba los trastos. Supo Galván conectar con el público con los pases de pecho mirando al tendido y con uno del desdén que tuvo mucha torería. Dejó una estocada contraria y paseó el doble trofeo.
El Puerto de Santa María y una tarde para el recuerdo

Otra de las tardes claves de su temporada fue su incontestable triunfo en la plaza de toros de El Puerto de Santa María, un coso donde acabaría saliendo a hombros junto a Enrique Ponce y Daniel Luque tras pasear un total de tres orejas a su lote marcado a fuego con el hierro de Garcigrande. Festejo donde volvió a rayar a una gran altura con dos astados de distinta condición. Se mostró seguro, despejado de mente y suelto de muñecas para meter en el canasto a sendos animales de la divisa charra.
Al tercero lo saludó con verónicas entrelazadas con chicuelinas David Galván. Animal con teclas, mansurrón y con ciertas complicaciones; aún así, el gaditano le hizo un buen quite por chicuelinas y tafalleras. Siempre en torero el de San Fernando, acabó cuajando una faena importante al ejemplar, especialmente por el lado izquierdo, por donde logró momentos hondos. La lástima fue que, tras la estocada, tuvo que usar el descabello, lo que enfrió la petición de la segunda oreja. Aún así, paseó un apéndice de peso.
Otras dos orejas se llevó Galván en el sexto, un toro al que ya dejó momentos de suma cadencia de capote y luego, muleta en mano, aprovechó las virtudes del de Garcigrande para sellar una obra de mucho gusto por abajo. Rotundo por momentos el gaditano, la faena fue in crescendo y acabó de estocada en lo alto.
San Roque y Huesca, dos tardes con mucha «miga»

Tras el triunfo del Puerto tenía por delante la tarde de San Roque y Huesca, dos plazas donde trenzaba el paseíllo junto a distros como Enrique Ponce, Daniel Luque, Ginés Marín o Joaquín Galdós. Dos tardes donde volvió a estar por encime de los ejemplares que le cupieron en suerte marcados a fuego con los hierros de ‘Toros de Albarreal’, Moreno Pérez-Tabernero y María Agustina López-Flores.
Tres premios se llevó al esportón el buen momento de David Galván, que dejó una obra sincera y estética al segundo, al que desorejó. Hubo remates de serie de toreo muy caro, como los destellos que también dejó ante el quinto, un toro al que le paseó un premio en el coso gaditano de San Roque.
Sin suerte en el primero, el gaditano se desquitó en el quinto, un ejemplar de María Agustina López Flores que tampoco puso las cosas fáciles. Tras acortar viaje en banderillas llegó a la muleta mostrando que iba a necesitar un torero con firmeza para bajarle los humos. Y ahí estuvo David, se puso en el sitio para imantar en la muleta a un astado que no siempre fue metido en la misma. Confió en su valor y su técnica para poco a poco ir construyendo una obra que caló en los tendidos. Aguantó parones y miradas del de Samuel para conseguir llevar a cabo un trasteo de gran fondo. Acortó las distancias pese a las dificultades del castaño venido de El Palomar. Le metió la mano con decisión y paseó una oreja tras petición -no mayoritaria- de la segunda.
Dax y su triunfal paseíllo en territorio francés
Tras Nimes e Istres ahora tocaba anunciarse en Dax, plaza de gran sabor y con una afición siempre entregada el buen toreo. Al igual que en los cosos antes citados volvería a anunciarse con los ejemplares venidos de Lo Álvaro y junto al valenciano Enrique Ponce. Una tarde donde puso romperse toreando de capa al primero y realizando una faena donde recibió una fea voltereta al quedar a merced del aire. Oreja de peso que sumada a aquella que cortaría una oreja gracias a su toreo al natural.
Al tercero le endosó David Galván media docena de buenas verónicas nada más salir de chiqueros. La media, superior antes de recibir dos puyazos. Comenzó con la mano diestra y hubo toreo de calidad, de mucha categoría del gaditano que le bajó la mano lo suyo al de Juan Pedro. Hubo también un par de series al natural con entidad. En el final, Galván fue cogido de manera espectacular cuando realizaba muletazos por bajo genuflexos. El toro lo volteó y levantó por el aire varios metros para tenerlo luego a merced en el suelo, aunque afortunadamente pareció no ir herido más allá de una fuerte paliza. Estocada tras pinchazo, tuvo personalidad y sello su faena, por ello, cortó una oreja de mucho peso.
David Galván logró redondear su tarde en el sexto, otro toro de noble condición de Juan Pedro Domecq, que posibilitó un elegante saludo en el que el gaditano esbozó varias verónicas mirando al tendido muy jaleadas. Buena media para rematar. Galván salió ‘a revientacalderas’ pañosa en mano para torear largo en redondo y con reunión a su rival. Sin embargo, alcanzó mayor expresión e intensidad su labor en la mano izquierda con la que transcurrió el ‘cogollo’ central de su labor antes de acortar las distancias y pasarlo varias veces por la espalda en el tramo final. Pese a que la estocada estuvo en el sitio el burel tardó en doblar, pero no fue óbice para que paseara un trofeo y acompañara a Daniel Luque en hombros.
San Sebastián también sucumbe al efecto «Galván»

Un enrachado Galván acabaría saliendo en hombros en 16 de agosto en otra plaza de toros del norte, en este caso el Coso de Illumbe de San Sebastián. Una tarde donde el gaditano compartiría cartel junto a Miguel Ángel Perera (hedido) y Emilio de Justo. Una tarde que quedaría en mano a mano tras el percance del extremeño, pero donde Galván conseguiría pasear el doble premio del tercero, un gran astado de Fuente Ymbro.
David Galván dejó una gran obra al tercero, un toro bravo de Fuente Ymbro al que aprovechó por ambos lados. El toro, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, tuvo poder y codicia, y Galván estuvo a su altura, dejando instantes de toreo muy caro tras el sometedor inicio, especialmente por el derecho. Al natural se rompió el torero, dejando finales de serie de mucho calado arriba, además de un cierre en cercanías, dejando estocada arriba y paseando el doble premio.
Resumen de la 2ª de Abono de la
🔹 Toros de Fuente Ymbro parpic.twitter.com/2ycjdo2dOD
— BMF (@BMFtoros) August 16, 2024
Málaga y la continuación de un sueño

Tras Dax y San Sebastián la siguiente parada le llevaba a Málaga, otra plaza de primera donde se anunciaba con toros de la ganadería gaditana de ‘Toros de Lagunajanda’. Una corrida exigente donde el gaditano pudo tocar pelo con un ejemplar exigente de una divisa que también conoce al dedillo. Pese a no haber foto en hombros su oreja tuvo repercusión al ser un festejo televisado en abierto por la cadena pública andaluza (Canal Sur).

Tanto a la verónica como en el inicio de faena por doblones, David Galván toreó con mucho gusto al cuarto de la tarde. Desde que tuvo lugar una cosa y otra, los primeros tercios se desarrollaron con normalidad y destacó el quite por delantales de Borja Jiménez. Había que cogerle la distancia a un toro que no tuvo ni la transmisión ni las ganas de querer coger la muleta del anterior animal. Cada serie comenzaba igual. Galván, hablándole al animal, se iba cruzando hacia el pitón contrario mientras daba pasos cortos, desplazando la muleta de un lado hacia otro por delante del cuerpo, y todo ello acompañado de un leve movimiento del brazo. Una vez colocado, citaba para llevarlo hasta el final del muletazo en pases de mucha plasticidad, embistiendo el toro mejor por el derecho, mientras de fondo sonaba el pasodoble ‘Agüero’. La poca transmisión del animal no ayudó a que terminase de tomar vuelo la faena. Aún así, lo realizado y la estocada le valió poder cortar una oreja
Illescas y un nuevo triunfo a comienzos de septiembre

Dos orejas se llevó en su paso por Illescas con la corrida de Benítez Cubero y Pallarés, corrida que sería remendada con un sobrero de El Montecillo. Tarde donde compartió cartel junto a Francisco José Espada y David de Miranda, esa donde conseguiría una nueva puerta grande gracias a entender aquello que pedía cada animal que le cupo en suerte.

El primero llevaba por nombre ‘Último’ , de Benítez Cubero, de 518 kilos, número 57 y nacido en noviembre de 2019. Salió suelto de las telas de Galván, que dejó verónicas de buen trazo a pesar de la cara alta de un toro que salía desentendido del embroque. Perdió las manos antes de la vara. Al tendido brindó Galván, aue dejó momentos de poso por el derecho ante un toro pasador a media altura, cada vez con viaje más corto, pero sin mala intención. Ahondó en su concepto el gaditano, que exprimió en cercanías al animal cuando se le acabó la gasolina. Arrimón inverosímil de David, que dejó una estocada entera pero la tardanza en caer le quitó el segundo premio. Oreja tras aviso.
El cuarto de Pallarés, número 12, de 502 kilos y ‘Jugador’ de nombre, fue un toro al que Galván dejó un gran toreo a la verónica. Animal al que le faltó clase, pero esa la puso Galván, aue dejó momentos de tesón y de mucho gusto por ambas manos, siempre con la estética como valor predominante. Tras unos doblones finales con sabor, enterró entero el acero, pero tardó en caer el toro y no ayudaba a descabellar, quedando todo en oreja tras aviso.
Albacete y una tarde de torero «macho»

Pese a no existir un triunfo que le catapultara a la portada de los medios, su tarde en Albacete con los toros de la familia Flores gustó mucho a la parroquia manchega. Su arrojo, temple y verdad estuvieron por encima de un lote que no dio las opciones necesarias para conseguir un triunfo. Junto al gaditano se anunciaron Andrés Palacios e Isaac Fonseca, dos toreros de un corte muy personal y con claras diferencias entre ellos.

Con el segundo de la tarde todo lo tuvo que hacer David Galván, tirando de garra y oficio durante toda la faena. El toro salió de chiqueros y evidenció la poca clase que tuvo. Tres buenos pares de banderillas obligaron a desmonterarse a Juan Carlos Rey y David Pacheco. Muleta en mano Galván le tuvo que provocar todas las embestidas ya que el toro se quedaba corto y buscaba siempre las tablas. Por el pitón derecho se vieron muletazos sueltos de mucho empaque. Marró con los aceros y en la segunda ocasión a la salida de la suerte le perdió la cara al toro y este lo prendió de mala manera, derrotando de nuevo cuando el torero estaba en el suelo, llevándolo hasta la enfermería los compañeros. A pesar de llevar una cornada interna en el muslo derecho, salió a lidiar el quinto.
Pozoblanco y un triunfo previo a su paso por Madrid

Una tarde de emociones la vivida en el coso cordobés de Pozoblanco, un festejo donde Ponce y Galván saldrían en volandas tras cortar dos, y cuatro orejas, respectivamente de una enclasada corrida de Cayetano Muñoz. Siete orejas cortaron tres matadores que hicieron gala a la fama que les precede, unos espadas que buscaron el triunfo por la vía del temple y la espaciosidad. Una tarde triunfal que abría una feria que mañana tendrá un segundo capítulo con la corrida de rejones.
Galván y su reencuentro con Las Ventas en plena Feria de Otoño

Volvía a anunciarse David Galván en la primera plaza del mundo tras sus dos interesantes actuaciones de San Isidro. Esta vez lo hizo junto al confirmante Samuel Navalón y Enrique Ponce, matador de toros que se despedía esa tarde de la primera plaza del mundo. Un festejo donde esperaban en chiqueros toros de Garcigrande y Juan Pedro Domecq, divisas que se ha encontrado varias tardes durante esta temporada un espada gaditano que, pese a no pasear oreja, si volvió a gustar a la parroquia madrileña.


El tercero, al contrario que los anteriores, era un torete agalgado y altiricón que se tapaba con la cara, generosa y astifina. Lo paró en los medios un Galván de verónica solvente que no quiso apretarle hasta después del caballo, donde cumplió sin más. Fue en banderillas donde comenzó a sacar un tranco boyante que provocó el brindis de David a la concurrencia. Por estatuaros comenzó David la faena de muleta, contrastando su quietud con la movilidad del animal, con una serie de trincherazos y desdenes enroscados a su figura que arrancaron el rugido del público. Distancia después para recibir al de Garcigrande en su galope, emocionante en los embroques y templadísimo en los trazos, sabiendo esperar siempre la llegada para transportarlo siempre muy embarcado. Así fue también al natural, con un paseo previo para que no se gastase, el vuelo corriendo despacio pero con la intensidad de la clase y la entrega de un gran toro que se estaba cuajando en Las Ventas. Pero tras una tanda con la diestra, ya a media altura y tan medida como bien compuesta, el animal se negó a caminar más. Poco valieron los esfuerzos de Galván, que lo mató de una estocada y un par de golpes de descabello. Un rácano final para un comienzo tan espléndido.

Vera y su penúltimo paseíllo a este lado del charco

Tras anunciarse el 28 de septiembre en Madrid, Galván hizo las maletas para torear al día siguiente en Vera (Almería), plaza donde se acartelaba junto a Emilio de Justo y Fernando Adrián, dos de los nombres propios de la temporada. Un festejo televisado por Canal Sur que sirvió para ver un nuevo triunfo de un espada que sumó tres orejas a su esportón ante los toros de José Luis Marca.
Buen toro el segundo de José Luis Marca, algo más terciado que su hermano, pero se compensa con mayor movilidad y emoción. Lo paró con doblones y verónicas Galván, que del mismo modo, genuflexo, recibió con la muleta al de Marca. Por el pitón izquierdo tuvo dos coladas al inicio, defecto que fue corrigiendo el torero con series de muletazos largas y con mando. En un desplante el toro prendió de los machos al torero volteándolo aparatosamente. No se arrugó Galván, que volvió a la cara y dejó la serie de derechazos más emocionante de la faena. Con la espada dejó un soberbio volapié que le valió para cortar dos orejas.
Otro jabonero con mejor intención que ejecución fue el quinto. Pareció que iba a empujar en el peto del picador piro salió de la lucha un toro parado y claudicante. Se protegió el toro en los terrenos del tendido 3, donde Galván tuvo que montar una faena de cercanías. En los terrenos del toro, y de uno en uno, dejó pases sueltos de bella composición. La espada fue eficaz y tras una buena ejecución cortó una oreja para salir a hombros.
Zaragoza pone el punto y final a su gran 2024

Cerraría su exitosa temporada en el Coso de la Misericordia de Zaragoza en una tarde donde daría una vuelta al ruedo en el sexto de la tarde tras una petición de oreja no atendida por el palco. Una tarde donde trenzó el paseíllo junto a David Fandila ‘El Fandi’ y Paco Ureña con los toros salmantinos de El Pilar.

*Medicito» se llamó el tercero, número 69, 568 kilos de peso, colorado de capa y nacido en febrero del 20, con el que dejó bellos lances a la verónica David Galván. Blandeó el toro en varas y fue muy solicitada la devolución, finalmente se quedó el de El Pilar en el ruedo y y hasta el centro del mismo lo sacó David Galván en templado inicio de faena. Después llegaron los pases cambiados con los que calentó aún mas a los tendidos. Surgió el buen toreo de David Galván a un animal que fue aguantado la faena sin perder las manos. Tras escalofriante colada por el izquierdo, dejó el torero de Sanlúcar una buena serie de naturales. Mejor aún fue la siguiente por el mismo pitón con pases largos y templadísimos. Pocinas para cerrar faena antes de irse a por el acero, poniendo a todos de acuerdo. Mató de estocada un punto caída y, tras la fuerte petición le fue conducido el trofeo con fuerte petición de un segundo que no cayó. Ovación para el toro de El Pilar.

El toro de la jota se llamaba «Medicillo», número 30, de 512 kilos y nacido en febrero del 20, negro de capa y metiéndose por dentro en los capotes. Empujó con un pitón para luego empujar con fijeza. Se dejó pegar en el segundo encuentro. Desconfiaron los banderilleros de David Galván que fueron pasando por la cara del toro hasta poner tres palitroques, se cambió el tercio y se armó el lío, que ya estaba medio armado. Toro probón y con corto viaje con el que se fajó David a diestras, logrando estimables pasajes. Pareció ir a lgo más allá iba el animal a zurdas pero fue un espejismo, llegando a sacar peligro el toro propinando un feo un pitonazo en el rostro del torero. Lo quiso intentar de nuevo por el derecho pero no había manera. Más que justificado el torero gaditano con este peligroso toro de El Pilar. Fue volteado al entrar a matar cobrando una estocada que finiquitó al sexto y al festejo, que visto lo de ayer dejó al público un poco decepcionados. Tras petición dio la vuelta al ruedo. Pitos para el toro de El Pilar.