Con la primavera en su máximo esplendor, y ya con el verano cerca, es momento de viajar al campo, de introducirse en las vacadas de bravo para conocer de primera mano la preparación de un 2025 ilusionante. Hierros que hace tiempo que recibieron a los veedores de las grandes plazas, que madrugaron para no quedarse sin esos animales que tenían marcados en rojo, ultiman ahora esas corridas de plaza de primera que deben estar perfectas antes de su lidia.
Pero este viaje al campo bravo no estará únicamente enfocado en el número de madres, los sementales que padrean en la actualidad, el tipo de camada o el número de los toros de saca para 2025. Este salto a las ganaderías también es para conocer de primera mano la otra cara de las explotaciones, ver cuáles son las vías de ingresos alternativas al toro de lidia, conocer la viabilidad, o no, de estos hierros; es decir, tocar otros temas que son de vital importancia.
Una de las ganaderías que no redujo cabezas de ganado en la pandemia fue la extremeña de Victorino Martín, un hierro que ya se vio obligado a mandar cabezas de ganado al matadero hace años por un problema sanitario. En esta ocasión Victorino Martín García optó por pedir un crédito, en acudir a un banco para no tener que eliminar simiente dentro de su vacada. Una información que se dio a conocer tras una entrevista realizada por Carlos Crivell y José Luis López en Cope Sevilla.
Amén de las distintas vacadas de bravo que pastan en las distintas fincas propiedad de la familia. aquí hace tiempo que se diversificó la explotación de dichas fincas para sacar un mayor rendimiento económico de éstas. Allí se asientan un número importante de cabezas de ganado manso como los bueyes de la raza Blanca Cacereña, raza autóctona en peligro de extinción según el Catálogo Oficial de razas de ganado de España. También hace tiempo que Victorino apostó una yeguada compuesta por caballos de Pura Sangre Lusitano tanto para la doma clásica como para el rejoneo y el trabajo en la ganadería.
Aquí el olivar también es otra fuente de ingresos, creando el propio Victorino Martín su marca de aceite, que con el paso del tiempo se ha convertido en un referente en el mercado. Al igual que el aceite en esta casa ganadero también es conocida en el sector vinícola, que en 2023 acabó premiando a esta casa con la Medalla de Oro en Intertational awards Virtus Lisboa por su vino Victorino Martín.
La agricultura es otra de las patas del banco de su proyecto, con esta se consigue (tras la siega) datar a gran parte de la ganadería de un alimento importante durante el verano. La rastrojera permite no tener que alimentar al ganado con pienso, algo que alivia la economía de la propia vacada. El turismo rural también se ha convertido en la llave para exportar al mundo un entorno único como es el del toro bravo. Aquí, amén de conocer la ganadería en profundidad, también se le da la oportunidad al visitante de conocer el impresionante museo de la ganadería, un lugar donde se encuentran gran parte de los animales que dieron prestigio y galones a esta vacada cacereña.
