Gonzalo Caballero del Hoyo (Madrid, 21 de diciembre de 1991) es uno de los matadores de toros más castigados por los animales, un espada que ha sufrido en sus carnes la dureza de una profesión que nunca le ha dejado despegar. Este espada de 32 años lleva el cuerpo cosido a cornadas, lo que a gran parte de los mortales le hubiera supuesto el dejar su profesión para él fue un acicate más para seguir luchando por su sueño de ser figura del toreo.
Madrid ha sido la plaza donde mayor sangre ha perdido un torero que nunca se guardó nada dentro, un espada que pese a las dificultades sabía que no podía dar ni un paso atrás. Pero dentro de una carrera marcada por el infortunio también hubo momentos para disfrutar del toreo, cuajando toros ante una afición que nunca le ha dado la espalda. Pero cuando más asentado se encontraba otra vez un toro paró en seco su carrera.
Todo ocurrió el pasado 15 de junio cuando un toro de Montalvo se echó a los lomos al madrileño obligándole a pasar a la enfermería. Tras una primera revisión en la enfermería de la propia plaza de toros fue trasladado al Hospital de Salamanca para un estudio radiológico más profundo, ese donde se le apreció una triple fractura de húmero y una doble fractura de costillas, amén de múltiples contusiones que le habían dejado muy dolorido.
Se trataba de un festejo muy importante para él al ser esta una corrida a beneficio del proyecto ‘La sonrisa de María’. Tras ser operado y pedir el alta voluntaria, el madrileño sueña con poder reaparecer a comienzos del mes de septiembre: “Hace unos días tuve la primera revisión con el médico, y ayer me quitaron las grapas. Lo que más me motiva es meterme de lleno en la rehabilitación y poder ir poco a poco acortando plazos” comentaba Gonzalo Caballero a este medio.
Un espada que previo al percance en la plaza de toros de Alba de Tormes ya había trenzado el paseíllo en los cosos madrileños de Las Rozas y Móstoles. El primero de ellos lo hizo a beneficio de la ‘Fundación Aladina’, que lucha contra el cáncer infantil, una corrida donde saldría en hombros junto a Lea Vicens tras indultar a “Jalaperras” del Parralejo. Repetiría fotografía en una segunda tarde donde acompañaría en la salida en hombros a Cayetano y Alejandro Talavante en la vuelta de los toros a Móstoles.
Diestro que pese a perder varias corridas en los meses de julio y agosto tiene la mente puesta en una reaparición que no le gustaría dilatar más del mes de septiembre: “Había cosas habladas para el verano, pero lamentablemente no voy a poder estar. Haré lo que me digan los médicos, que para eso son los que saben, pero los toreros siempre acortamos plazos” nos comentó tras esbozar una leve sonrisa. “El año se me va a hacer muy largo si no toreo, confío en poder hacer campo a mediados de agosto y estar listo ya para septiembre, pero una cosa es lo que yo quiera y otra como evolucione la fractura tanto del húmero como de las costillas”.
Una dura situación por la que pasa un torero que ha salido de otras mucho más difíciles, por eso se toma este parón con filosofía, sabiendo que ha vuelto a vivir la parte dura de la fiesta: “Lo único que me alegra es que se pudiera recaudar dinero para María, ella se lo merece todo. Su lucha es encomiable, juntos saldremos adelante, su fuerza me motiva para no rendirme” nos acabó comentando Caballero.
Un espada que el pasado 28 de junio recibió, junto a María, el premio ‘MERCA2″ ese que cada año premia a personalidades de la política, la cultura, el deporte, la empres y la sociedad civil para reconocer la labor desempeñada en diferente ámbitos que tienen repercusión para la economía, la sociedad y el bienestar del país en su conjunto. Estos quintos galardones fueron entregados en el hotel Villa Magna de la capital, contando en esta edición con Susana Griso como presentadora del mismo.