Desde hace años el mundo del toro viene recibiendo todo tipo de insultos e improperio por ser aficionados a este arte, unos mensajes que también van ligados hacia una supuesta subvención directa por parte del Gobierno hacia una actividad cultural protegida por Ley. Una subvención que ni existe, ni ha existido nada más que en el Premio Nacional de Tauromaquia -unos 30.000 euros, que este año Morante de la Puebla ha donado a la Casa de Misericordia de Pamplona- y otra subvención de 35.000 a la Fundación Toro de Lidia -una cifra irrisoria en comparación a los más de 100 millones que el Ministerio de Cultura dedica a otras facetas artísticas.
Por tanto, este mensaje que carece de fondo y con el tiempo parece que está dejando de calar en una sociedad que despierta de su letargo. Y la contundencia de los datos así lo avala: según informa el portal especializado en economía Libremercado, «los festejos taurinos generaron en 2019 -año previo a la pandemia- una recaudación por venta de entradas cercana a los 345 millones de euros, cifra que no solo no se redujo en 2022, sino que aumentó hasta el entorno de los 400 millones. Por lo tanto, mientras el cine español experimentó una caída del 12% en su recaudación, la tauromaquia experimentó una subida del 14% en su facturación«.
Si nos vamos al cine, éste, según también informan desde la web antes mencionada «recibió 65 millones de euros en concepto de ayudas directas del gobierno de España que preside Pedro Sánchez. Esta cifra supone un incremento significativo en comparación con los 48 millones percibidos en 2019, antes del estallido de la pandemia. Sin embargo, el aumento del 35% en la dotación presupuestaria no se tradujo en una mejora de las cifras de taquilla».
Por tanto, queda claro que ambos sectores culturales tienen una tendencia totalmente opuesta: mientras que el toreo sube en recaudación, el cine cae de forma notable, siendo la aportación por IVA de los toros cinco veces superior a la anteriormente citada. Así, los datos a cierre de 2022 que ha divulgado el Ministerio de Cultura informan de una taquilla de 83 millones de euros, lo que supone una caída de 11 millones con respecto a los 94 millones ingresados durante el año 2019. Por tanto, aunque el gobierno elevó un 35% las ayudas, la venta de entradas se redujo en un 12%.
Estos son datos irrefutables ofrecidos por el Ministerio de Miquel Iceta, el mismo que quiso retirar el bono cultural al toreo y que una vez pronunciado el Tribunal Supremo ha tenido que dar marcha atrás. Un bandazo más en la política cultural de un Gobierno que tiene a los toros entre ceja y ceja, como bien hacen ver cada vez que pueden los miembros del partido morado, actualmente socios de gobierno del PSOE, los cuales no aceptan la sentencia para incluir a los toros en el bono y exigen a Sánchez dejarlos sin apoyo cultural