DECLARACIONES

El Cid quiere volver a Las Ventas y La Maestranza la próxima temporada a pesar de haberse despedido de estos ruedos ya en 2019


lunes 12 diciembre, 2022

Tras hacerse oficial su vuelta en 2023, el torero de Salteras se muestra abierto a no eludir los cosos de máxima categoría

El Cid
El Cid, en una imagen de archivo. © Luis Sánchez Olmedo

El torero sevillano Manuel Jesús ‘El Cid’ anunció el pasado sábado su vuelta a los ruedos en 2023, sumándose así a diestros como Sebastián Castella, que también reaparece también tras su retirada en septiembre del 2020. Dos toreros que, por otra parte han compartido cartel en bastantes ocasiones durante los años que estuvieron en activo.

Una noticia que sorprendió a los aficionados al haber negado en el programa ‘Espacio Toro’ su vuelta horas antes de anunciarla: «Ahora mismo estoy en otros menesteresPara volver al 100% me tengo que preparar todavía más y mentalizarme. Preparado estoy porque es lo que me gusta y es lo que estoy haciendo, y realmente no he dejado de torear en el campo, pero para ponerse el traje de torear hace falta otro tipo de preparación«, le comentaba tras ser cuestionado por este tema.

Tras hacerse oficial su regreso, han sido varios portales de la información taurina los que se han interesado por conocer más sobre esta reaparición. Así en la noche de este domingo, atendía la llamada de Clarín -programa taurino de RNE- para conocer más detalles sobre esta nueva etapa en los ruedos del torero de Salteras, un espada que se erigió en figura del toreo durante más de un lustro consiguiendo varios hitos únicamente al alcance de un ramillete de espadas.

Con su vuelta sobre la mesa era importante saber si esta sería en cosos de menor entidad o para pisar plazas de mayor exigencia y compromiso con la afición. Una de ellas era Madrid, coso en el que se tiene un gran recuerdo de uno de los toreros más importantes que ha pisado su ruedo: «Me haría mucha ilusión volver a Las Ventas. Madrid ha sido una plaza primordial en mi carrera desde mis comienzos. Me ha visto crecer como torero, e intentaré estar al máximo nivel y a la altura de lo que es Madrid, que es la número 1».

Otra de esas plazas donde se quiere y se respeta a Manuel es la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, un ruedo donde ha salido en hombros en varias ocasiones, y en la que, de darse la posibilidad, no rehuiría en envite el torero de Salteras: «La Maestranza todavía, a igual que muchas ferias, hasta que no pasen las fiestas no empiezan a hacer combinaciones y a hacer corridas. Todavía no sé nada».

Una temporada que aún no tiene estructura fija, de ahí que puede ser pronto para ver el número de plazas donde se anuncie El Cid: «No va a ser una temporada al uso. Igual toreo diez, quince u ocho corridas. Sé que me voy a vestir de luces. Me voy a preparar igual para intentar estar en esos carteles importantes».

La carrera de El Cid

El Cid Victorino
El Cid, en su despedida de Madrid. © Luis Sánchez Olmedo

El Cid consumió de novillero una larga trayectoria donde su tauromaquia se fue forjando entre la dureza extrema de las novilladas lidiadas en el conocido Valle del Tiétar. Fueron seis años difíciles hasta tomar la alternativa en la Monumental Plaza de Toros de Las Ventas en la primavera del 2000, una plaza donde ya había cuajado interesantes y notables actuaciones de novillero, misma plaza donde como matador emborró triunfos por culpa de la tizona.

De ahí en adelante fue poco a poco entrando en distintas plazas donde dejó su sello, encontrando el camino del éxito en un 2002 muy importante para él. Una de las últimas oportunidades que le quedaban de la temporada de 2002 era la corrida de Victorino en Bayona. Contra todo pronóstico consiguió algo insólito: en su primera corrida con este encaste, y en una plaza de primera, fue capaz de cortar un rabo al quinto toro de nombre Gamberro, un hito en su carrera que le sirvió de trampolín de cara a 2003.

A partir de ahí, los nombres de Victorino Martín y Manuel Jesús El Cid se entrelazaron de tal manera que no se entendería la tauromaquia moderna sin el nombre de ambos. Un binomio que prácticamente conquistó todas las plazas de Francia y España, siendo la espada el único talón de Aquiles del sevillano, algo que le primó de un ramillete importante de salidas a hombros por la Puerta Grande Las Ventas, es que conseguiría hasta en dos ocasiones.

Sevilla y Bilbao han sido sus otras dos plazas, esa en las que ha conseguido hitos importantes en su carrera. La primera le ha visto salir por la Puerta del Príncipe en varias ocasiones, y la segunda por haber vivido la tarde más importante del sevillano en su carrera, en cénit que tuvo en los seis toros de Victorino lidiados en esta plaza su mayor gesta tras sobreponerse a las adversidades y salir izado en hombros.

Unos años en los que recogió los frutos de tantos triunfos y de una mano izquierda al alcance de muy pocos. Continuó su carrera hasta abandonar los ruedos cuando la temporada de 2019 bajaba el telón. Ahora vuelve un torero que nunca ha perdido el contacto ni con el público ni con el animal, un 2023 en el que intentará volver a sentirse torero en esas plazas donde fue, ha sido y será un referente.