Es un superviviente. Desde su irrupción en la tauromaquia, ya de novillero, David Fandila ‘El Fandi’ -que hubiera sido esquiador de élite o lo que hubiera querido-Vino a cubrir un hueco que se estaba quedando en el sistema y supo personificar hasta convertirse en el rey del rock. No es Mozart, es verdad; se le parece poco su forma de hacer música a la del ortodoxo Vivaldi, es cierto; pero es tan necesario en la orquesta, en el escenario, en el corazón mismo del espectáculo que se plantea un hueco difícil de cubrir para cuando David decida que se acabaron los pares de banderillas, y las moviolas, y las carreras hacia atrás parando la voluntad de los toros. Fandi es mucho más, es verdad. Y también se plantea retos, ahora que lleva 23 años de alternativa. Pero sobre todo es un torero consciente de quién es y quién debe ser para necesidad propia y de la fiesta. Conviene no olvidarlo. Por eso cuando hablamos está saliendo del fisio «para que nos pongan a punto» ante la temporada que ya comienza para él.
La primera pregunta es por qué, David, ¿qué te ha llevado a aceptar la apuesta de Miura en Sevilla? ¿Qué quieres reivindicar con ella?
La verdad que el cartel creo que se ha quedado muy bien y atractivo. Llevamos unos años yendo a Sevilla, hemos tenido suerte algunas tardes y otras no. Todos los años la han lidiado grandes figuras como Juli, Castella, luego Morante, y este año quería hacer algo diferente. Esperamos que sea una tarde redonda.
No es nueva la apuesta por este tipo de hierros de David. Es algo poco laureado especialmente en tus inicios. Ya ha hecho la gesta en ocasiones, ¿cuál es su mejor y su peor recuerdo?
No sé si llamarlo o no gesta, porque otros grandiosos toreros comulgan con estas corridas. He lidiado algún toro de Miura cuando me encerré en Granada, y le corté dos orejas. He lidiado corridas de Dolores Aguirre, de Victorino, novilladas… tengo experiencias, aunque no es el día a día. Porque para la tauromaquia de El Fandi no es fácil comulgar con este tipo de encastes, aunque no quiere decir que en momentos puntuales lo hagamos.
¿Será ésta una tónica para otras Ferias esta temporada?
Nunca ha sido la idea entrar en este circuito, aunque sí se hace con categoría y en momentos especiales como este. Cuando uno tiene un currículum, tener hechos así es importante.
¿Por qué ha desaparecido el cartel de banderilleros en las Ferias y de qué forma incidir en su recuperación?
Quizá no sea la idea más clara que tenemos con este cartel, porque el maestro Ferrera no sabemos cuándo banderillea o no. Pero sí nos gustaría recuperar este cartel. Ya hubo un intento hace diez años, pero se descuidaron las corridas. Cuando se cuida el toro, todo sale bien. En el momento en el que se descuidó ese detalle importante, me desvinculé. Pero siempre hemos estado abiertos a que cuando las cosas se cuidan y tienen categoría, se hagan.
No es un secreto a voces que El Fandi es uno de los mejores banderilleros de la historia, pero ¿cómo valora la importancia de dejar un heredero que pueda ocupar su sitio cuando ya no esté El Fandi?
Me encantaría que hubiera muchos más. Por suerte o por desgracia, es un tercio que ha estado en el olvido. Manuel Escribano lo hace con una categoría increíble. Y a mí me ilusionaba ese cartel de pequeño, cuando no entendía demasiado de toros. Sería genial que volviera a salir otro nombre y si yo cuando decidiese no torear, que hubiese grandes banderilleros, como aficionado sería increíble.
Me sorprende sobremanera la forma de que la verónica de seda de El Fandi haya sido pasada por alto durante años por crítica y afición. Es una faceta que se canta poco, pero que es realmente cara. Sobre todo a la verónica. ¿Eso te molesta?
Me hubiera gustado que se hubiese recordado hace tiempo, pero gracias a Dios casi todas las ferias importantes han contado conmigo. Y estando en las ferias, he dado razones no solamente con el tercio de banderillas. Y he cortado orejas no solamente con el tercio de banderillas. Creo que se me recordará como un torero banderillero, lo que me hace sentirme súper orgulloso, pero también completo en los otros tercios.
¿Cuáles han sido los toros de tu carrera? Así, a bote pronto, recuerdo un animal en Torrejón que lo toreaste como si de un torero artista se tratase… ¿por qué no ha salido más ese Fandi?
Sí sale de vez en cuando, pero a veces el toro no es el adecuado. Entrenando sale más a menudo, pero sí sé que cuando uno sale embistiendo bien, soy capaz de hacérselo, como el toro de Garcigrande en Madrid. Lógicamente tengo que seguir un guion y si no embisten bien hay que tirar de variedad y de repertorio. A fin de cuentas, me debo a la gente y a los números por suerte o por desgracias.
¿Piensa Fandi algo especial más esta temporada?
Tenemos en mente, desde el año 20 de alternativa, hacer cosas importantes. Y una de ellas es Adolfo Martín, una ganadería que me encanta. Victorino, quizá, en ciertos sitios. Pero no quiero entrar en la dinámica de hacerlo normal. Quiero que tengan la categoría que esas tardes merezcan.
Sorprende también que El Fandi nunca ha tenido una mala palabra con los que lo han tratado despectivamente, especialmente entre parte de la afición. Si después de todo sigue ahí será por algo, ¿no?
Me sigue ilusionando que cada día, de vez en cuando, convenza a alguno de ellos, que sin ser su torero, reconocen una trayectoria, una profesionalidad, un trabajo y un esfuerzo.
Te hubiese gustado que en esa corrida hubiese estado López Chaves, ¿no?
Creo que hubiese sido, personalmente, algo muy bonito para mí por la unión personal y el cariño que le tengo tanto como torero como persona.