El hecho que ocurre en el siguiente vídeo acaeció en la ganadería extremeña de Victorino Martín el pasado mes de marzo. Allí un astado con destino Castellón sembraba el pánico en los corrales de la finca ‘Las Tiesas de Santa María’ -ubicada en las cercanías de la localidad cacereña de Coria–.
Tal y como se puede ver en la grabación, el toro se da la vuelta en el embarcadero y da un susto a los allí presentes tras apoderarse del lugar. Gracias a la pericia y el conocimiento de los terrenos de Félix Majadas -mayoral de la casa-, y de todo su equipo, el susto no fue a mayores, reconduciendo la situación y haciendo que el toro entrara en los corrales.
Todo transcurría con normalidad, los toros venían desde su cercado junto a los bueyes, pero al llegar a la zona de corrales uno de los toros se salió del grupo y se volvió sobre sus pasos, teniendo el vaquero que apartarse y dejar vía libre la la huida del al animal. En ese momento se decidió dejar al toro solo y embarcar al resto de sus hermanos para así evitar que alguno más decidiera hacer la guerra por su cuenta.
El toro estaba desafiante, engallado y haciéndose dueño del amplio corral. Se le volvió a arropar con los bueyes, pero este no quería entrar en la zona de corrales. Varios de los vaqueros se bajaron de las monturas para arrearlo a pie, pero no había manera, el toro estaba muy caliente y se arrancaba a todo, por ello no se podían acortar las distancias. Tras jugarse el físico en más de una ocasión consiguieron poco a poco que entrara en los corrales para ser embarcado.
El resultado en la plaza de este toro de Victorino
Este astado fue uno de los toros lidiados en la apertura de la Feria de la Magdalena de Castellón en un mano a mano entre Miguel Ángel Perera y Emilio de Justo. Una corrida que se vio afectada por el mal tiempo reinante durante esos días en Castellón. El toro llevaba por nombre Muchachero y estaba herrado con el númerio 74 en los costillares, un ejemplar que fue el elegido por las cuadrillas para abrir la tarde.
Una corrida de Victorino Martín que no dio el juego deseado por todos, únicamente el cuarto sacó el buen fondo de esta divisa cacereña, Fue con la lidia de un animal bravo y exigente pero agradecido cuando De Justo le hizo las cosas bien, pero estoqueó mal y fue ovacionado. Miguel Ángel Perera, por su parte, destacó en su obra al segundo toro -tercero de la tarde- al que también pinchó; de haber enterrado el acero a la primera, hubiese paseado un trofeo.
Una corrida netamente extremeña al anunciarse dos matadores de toros y una divisa oriundas de esta tierra tan taurina; tanto por el número de profesionales que tiene como de ganaderías bravas que pastan en sus dehesas. Pero el resultado no fue el esperado, la corrida no dio demasiadas opciones a una terna que se fue de vacío por el mal uso de la espada.