Este 21 de abril ha tenido lugar el embarque de los astados de Victorino Martín para el sexto festejo de la Feria de Abril de Sevilla, una corrida donde Manuel Jesús ‘El Cid’, Manuel Escribano y Emilio de Justo tendrán la oportunidad de verse las caras ante toros del afamado y prestigioso hierro cacereño. Una corrida seria y armónica con animales en tipo para la plaza de tanto prestigio como la Real Maestranza de Caballería.
Esta divisa es una de las más activas en redes sociales, ya sea en sus cuentas de Instagram y Twitter o mediante YouTube. Gracias a este último, los aficionados han podido ver esta labor tan importante en una ganadería de bravo, en la misma pudimos ver como se traían los animales desde el cercado, como entraba en los corrales y como subían posteriormente al cajón que les llevaría hasta el coso del Baratillo.
Una faena que se hizo nada más amanecer para así poder tener a los toros a media mañana en los corrales y poder ser reconocidos por la autoridad. Como es habitual en esta casa, los toros vinieron en dos tandas, entrando sin problemas por la mangá y accediendo al camión con total normalidad. Aun así, hubo alguno que se lo pensó un poco antes de tomar las puertas.
Un embarque que se llevó a cabo sin sobresaltos, de una forma rápida y organizada. Como es habitual, en esta casa se embarcaron los animales en dos tandas, ambas arropada por cabestros y caballistas. En el de ayer, los toros que estaban reseñados para Sevilla entraron en los corrales arropados por los mansos, tomando bien las puertas y subiendo al cajón sin mayores problemas ante la atenta mirada de la autoridad y el ganadero.
Un embarque que se llevó a cabo sin sobresaltos, de una forma rápida y organizada en el que ‘Patatero’ nº69 fue el primero en subir al cajón. Como es habitual, en esta casa se embarcaron los animales en dos tandas, ambas arropada por cabestros y caballistas. En el vídeo difundido por la ganaderia, los toros que estaban reseñados para Sevilla entraron en los corrales arropados por los mansos, tomando bien las puertas y subiendo al cajón sin mayores problemas ante la atenta mirada de la autoridad y el ganadero.