CAMPO BRAVO

Enrique Romero se la vuelve a jugar para grabar unos toros de Adolfo entre rocas: así acabó la filmación


martes 21 marzo, 2023

Este reportaje estuvo grabado en la finca del ganadero cacereño Adolfo Martín por parte del programa Toros para Todos.

Enrique Romero
Enrique Romero, durante la grabación. © Toros para Todos

Uno de los hierros más demandados por el aficionado es el de Adolfo Martín. La ganadería cacereña se asentó hace años como una de las más importantes del escalafón gracias al gran juego dado por sus animales en las plazas de mayor exigencia. Sin ir más lejos, la plaza de toros de Las Ventas ha sido uno de los cosos donde mayor nivel ha mostrado en su historia, donde han sido varios los toreros que han salido relanzados gracias a ella.

Es un hierro cacereño que visitó hace algún tiempo el programa Toros para Todos, de Canal Sur. Casi jugándose el tipo, Enrique Romero nos muestra, desde el centro de un cerrado, subidos en una roca alta y casi camuflados a estos toros tan impresionantes por su arboladura y seriedad en la mirada. Aquí se protegen del frío, el viento y también del calor cuando las temperaturas aprietan. Unas imágenes donde pudimos ver bien de cerca lo peculiar de estos toros y su entorno. Mimetizarse con dicho entorno es clave para no ser descubiertos, de lo contrario podría correrse un serio peligro.

Esta es la zona preferida del toro, aquí se sienten cómodos, andan hermanados unos con otros. Al no detectar la presencia de Enrique Romero y su cámara, su comportamiento no varía, se muestran como son. El toro siempre acude al movimiento, es lo que más le llama la atención, de ahí que si se percatan de la presencia de alguien extraño abandonen es aparte del cercado. Los toros se comunican mediante el bramido, de ahí que si alguno detecta algo extraño avise a sus hermanos.

Debido a la amplitud de los cercados y al poco manoseo del hombre, estos toros se sorprenden cuando ven a un humano rondando por la cerca, son toros poco sociables en las distancias cortas. El pitido es otro de los sonidos que emite el toro; éste es más agudo que el bramido, y también sirve como para comunicarse entre ellos. Tenerlos tan cerca nos ayuda a comprender mejor sus reacciones y a ver qué hacen cuando no se sienten bajo la presencia de los caballistas.

Adolfo Martín siempre se ha caracterizado por criar un toro encastado y con las señas identitarias del encaste que mima en su casa. Animales con seriedad tanto en su mirada como en su comportamiento, los cuales piden al torero un conocimiento de los terrenos y las alturas, así como un bagaje con este encaste para conseguir sacar ese fondo de bravura que llevan dentro. Un tipo de toro muy complejo que requiere tener delante un torero que no titubee. Algo similar pasa en el campo, pese a su nobleza, es una animal con carácter que puede reaccionar de la forma más imprevisible posible si se invade su terreno, de ahí que los hombres de campo conozcan sus reacciones casi antes de que las vean los demás.