En el término municipal de El Castillo de las Guardas se encuentra la ganadería sevillana de Toros de la Plata, un hierro de procedencia Torrestrella gracias a la compra realizada por la familia Trapote a finales de los años 90. Una ganadería que se ubica en una de las fincas más importantes de la sierra norte de Sevilla, ‘Las Majadillas’, un lugar ideal para la cría del toro bravo tanto por su extensión como por su orografía.
Esta ganadería, propiedad de la citada familia Trapote, está en continua búsqueda del toro que sueñan como ganaderos, y uno de esos puede ser este toro colorado proveniente de una reata importante de la casa. Un animal que tras una pelea con sus hermanos quedó afectado por la fracturaron la pata derecha. Viendo la situación, tanto su ganadero como el veterinario decidieron escayolar al animal para intentar así curar dicha fractura y que el hueso soldase.
Uno de los hándicap que tiene esta finca es su desnivel, algo que no ayudaba para nada a un toro que tenía una movilidad reducida, de ahí que se le dejara en uno de los corrales adjuntos a la plaza de tientas para que se fuera recuperando. Un animal que quedó bajo el amparo de los cabestros, conocidos de este desde chico. Al contrario que las escayolas que se nos ponen a los humanos, ésta es de fibra de carbono, un material más resistente para que no se le rompa, de esta manera se mantiene perfectamente y realiza la función que requería su lesión.
Una medida nada usual en el campo bravo por la complejidad de ésta. Según relataba José Luis Diz, veterinario de la casa: “Todo se debe a una pelea con sus hermanos de camada, en el fragor de la batalla le partieron la pata derecha, de ahí que tuviéramos que tomar esta decisión para intentar salvársela”. Una inmovilización de la que se tuvo que acostumbrar un animal que se sentían incómodo e inseguro con ella puesta, pero el cual se adaptó con rapidez a ella.
Una historia que pudo conocerse gracias al programa Toros para Todos, el cual acudió a esta finca sevillana para conocer de primera mano esta curiosa historia de superación de un toro que sueña con ser semental de una casa donde ya no está su alma máter, un Pedro Trapote que falleció el pasado 27 de abril de 2021 a los 52 años de edad.