Las últimas horas en las oficinas de Plaza 1 han Isidro frenéticas: llamadas, reuniones… y un sin fin de cambios en los carteles de las corridas de Adolfo Martín, Luis Algarra, Fuente Ymbro o Santiago Domecq. Dicen que la cuerda siempre se rompe por el lado más débil, y así ha sido nuevamente. Toreros que tenían su hueco en la Feria acabaron saliendo en detrimento de otros que llegaron por la imposición de uno de los socios que tiene Simón Casas al otro lado del charco, algo, por otro lado, normal al tratarse de un empresario que invirtió una buena cantidad de dinero y es poseedora de un porcentaje de Plaza 1.
Pero estos cambios tienen más aristas de las que podemos ver a simple vista, no han sido únicamente tres toreros mexicanos los que han entrado en la feria, sino que esta noria provocó que dos espadas madrileños encontraran su hueco definitivamente en la primera plaza del mundo. Se trataba de Fernando Adrián y Francisco José Espada, dos toreros que encontraron recompensa a los esfuerzos y el trabajo realizado tiempo atrás.
El triunfador de La Copa Chenel en 2021 tuvo el premio de poder confirmar alternativa el pasado San Isidro en un cartel donde ejerció de padrino el alicantino José María Manzanares y como testigo el peruano Andrés Roca Rey. Fue el 19 de mayo lidiándose en aquella tarde toros de Victorano del Río. Una tarde donde no llegó el triunfo deseado, ese que espera conseguir en esta temporada en la primera plaza del mundo.
Si nada cambia de aquí a que se presente la Feria a la Comunidad de Madrid, Fernando Adrián verá su nombre impreso en los carteles de una Feria de San Isidro que -salvo flecos- tiene todo cerrado a estas alturas del día. Será el miércoles 31 de mayo cuando el madrileño vuelva a pisar el ruedo venteño en un cartel donde le acompañarán el mexicano Arturo Saldívar y el toledano Álvaro Lorenzo en la lidia de los toros de Santiago Domecq.
Un cartel que sufrió varias modificaciones, pero en el que nunca se dudó de la presencia de un Álvaro Lorenzo que era fijo con los toros gaditanos de la familia Domecq. Un cartel que reúne la veteranía del espada mexicano, la juventud del toledano y el hambre de un madrileño que sabe de la oportunidad que le brindó la empresa para estar presente por segundo año consecutivo en la plaza más importante del mundo.