Finalizada la temporada, es momento de poner nuestros ojos en el campo bravo y hacer balance de los visto este año en los ruedos europeos. Son fechas en las que adentrarse por las distintas fincas de bravo del campo charro es hacerlo en lugares únicos y especiales, zonas de gran extensión donde ese animal bravo es el auténtico rey. La borrasca Aline puso en alerta a todos los ganaderos de bravo de nuestra piel de toro, las incesantes precipitaciones iban a ayudar a que esas lluvias caídas semanas atrás no fueran en vano.
Por eso, con la llegada del otoño, las deseadas y esperadas lluvias han dado un empujón a unas explotaciones que necesitaban esta agua como el comer. Uno de los hierros importantes del campo charro es la salmantina de Fraile de Valdefresno, una vacada con sangre Atanasio-Lisardo que lleva toda una vida siendo santo y seña del toro de esta zona tan ganadera. Un hierro con solera que ha sabido capear el temporal de los males momentos, algo que le hizo salir con más fuerza si cabe y buscar ese objetivo marcado desde antaño
Hoy nos citamos con José Enrique Fraile, cabeza visible de un proyecto ganadero que comenzó tras la división de la ganadería familiar. Un hierro que ahora lleva por nombre José Enrique Fraile de Valdefresno tras lidiarse durante bastantes años como Fraile Mazas. La procedencia es la misma que Valdefresno, esa que su padre llevó con pasión durante tantos años.
Un 2023 donde se pisaron plazas importantes, quedando la espinita de Madrid, una plaza donde el toro de la casa siempre ha estado presente: “Así es, por circunstancias no se ha lidiado en Madrid. Uno Siempre uno quiere estar en Madrid, pero muchas veces es una plaza muy exigente y a la mínima no ha podido ser. Ya tengo preparada la del año que viene, es una buena corrida por lo que espero”.
Una temporada donde el aficionado ha quedado satisfecho con el juego de los toros de la casa, un runrún que hace que se encare la temporada venidera con optimismo: “Sí es verdad que hay un runrún entre los profesionales, que el toro de Fraile de Valdefresno embiste, y sale con clase. Y da la posibilidad de triunfo. Y a medida que el listón es más alto en cuanto a exigencia, es posible que dé el triunfo en plazas importantes”.
Un 2023 de gran regularidad para un hierro que con el paso del tiempo se va asentando en las ferias: “Hemos lidiado en la Copa Chenel con Rafael Serna y Juan de Castilla, en una corrida que salió muy bien y fue de las mejores que hemos lidiado. También lidiamos otro toro en una corrida especial que hizo Fortes en Antequera y salió todo muy bien, además de distintas novilladas y el resultado ha sido muy positivo. Poco a poco, vas viendo que lo que vas lidiando lo vas asegurando para que embista”.
Un año especial donde destacó la vuelta a Salamanca, una plaza con la que se siente plenamente identificado un hierro por el que apostó una máxima figura como Morante de la Puebla: “El reencuentro con Salamanca fue muy bonito, algo crucial para nosotros. Tuvimos la suerte de poder lidiar allúi gracias a Morante aunque luego no vino, en una corrida concurso en la que salió un toro que nos dejó satisfechos como ganaderos”.
Ahora toca hablar de la temporada venidera, un año crucial para una ganadería que tras la división familiar está volviendo a esas plazas donde el hierro de la casa era un fijo. Amén de estar en Madrid hay un número importante de animales buscando destino: “Lidiaremos unas tres corridas de toros. Es una camada corta, pero muy buena. Han sido unas camadas que, por como han venido los años y la pandemia, es la que más se ha resentido”.
Como a una gran parte de los ganaderos salmantinos, el mosquito ha afectado a una vacada que mira al frente: “Es una historia más para apuntar a la dureza de la cría del toro y del campo bravo. Estamos acostumbrados a los inconvenientes” nos comentaba el ganadero salmantino para finalizar una entrevista donde conocimos un poco más a uno de los hierros más importantes del campo charro.