Ser ganadero de reses bravas es el sueño de todo aficionado al mundo del toro, el ser capaz de moldear e impregnarle tu propia personalidad al animal que crías es una satisfacción que únicamente tienen unos pocos elegidos. Como se suele decir en el mundo del toro “no existe ganadería sin ganadero” algo que queda demostrado cuando en vacadas como Juan Pedro Domecq, Jandilla o Zalduendo, vacadas que salieron de la misma familia pero gestionadas por tres hermanos diferentes.
Muchos fueron los criadores de bravo que se arruinaron soñando un tipo de toro muy particular. Sin ir más lejos uno de ellos fue Fernando Villalón ganadero que buscó criar toros con los ojos verdes acabando vendiendo prácticamente la totalidad a un Juan Belmonte, ese que años atrás se había negado a matar los toros de Villalón al catalogarla de dura y complicada en esos años 20 del pasado siglo. Pero no toros los proyectos acabaron con su propietario en la ruina, muchos otros poco a poco fueron consiguiendo las metas marcadas hasta llegar al lugar que siempre soñaron.
Unos empezaron desde cero con una vacada corta en cabezas de ganado, otros heredaron la vacada familiar e incluso hubo muchos que invirtieron su patrimonio para hacerse con una vacada ubicada en la élite. Este no es el caso de Manuel G. Muñoz Cano Castro, Roberto Viezcas Mireles y Tomás Toranzo Nieto tres amantes de toro bravo que se asociaron para formar la ganadería de Caparica en los pagos salmantinos de Tejeda y Segoyela. Dos mexicanos y un español que vieron la oportunidad ideal para hacerse con una punta de ganado que asentarían en una de las zonas más ganaderas de Salamanca.
Tanto Manuel G. Muñoz Cano Castro como Roberto Viezcas Mireles ya eran socios de otra vacada anunciada como Caparica allende los mares, otro proyecto con dos líneas que llevaban por separado también propiedad de Julio César Muñoz Cano Escalona. Por todo ello quisimos hablar con su representante en España para conocer más sobre esta vacada de reciente creación dada de alta en la RUCTL en 2023.
“Este es un proyecto que nació hace algo más de un año” nos explicaba Tomás Toranzo Nieto. “Todo comenzó en 2023 cuando me asocié con dos amigos mexicanos para comenzar en España un proyecto ganadero. Yo tenía amistad con la familia Fraile de ahí que le arrendáramos la finca ‘Segoyuela de los Cornejos’ muy cerca de Tamames, lugar hasta donde llevamos unas 30 vacas marcadas a fuego con el hierro de La Ventana del Puerto y varios sementales” recalcaba.
Se trata de una finca de unas 100 hectáreas en pleno campo charro, lugar donde pastan varias de las vacadas más afamadas de nuestra piel de toro. Un proyecto que nace de la locura de tres socios por hacerse ganaderos a este lado del charco: “Era la ilusión de los tres, así que no nos lo pensamos dos veces y pujamos por el hierro de Toros del Reyno. Ellos tienen una ganadería con el mismo nombre en México formada por una rama mexicana y otra Domecq vía Santa María de Xalpa, así que para diferenciar ambos cambiamos la J por una T a la inversa manteniendo el color de ambas divisas”.
Una compra medida y muy seleccionada que llevó a estos ganaderos a apostar por la rama Domecq que seleccionan desde 2008 los hermanos Fraile: “Como ya te comenté antes el número de vacas no es muy alto, de momento queremos ir despacio. Nosotros creemos mucho en los sementales, de ahí que hiciéramos varios lotes pequeños con distintos toros en cercas amplias. Con esto buscamos abrir líneas dentro de una vacada que está compuesta por sangre de María Loreto Charro, procedencia Aldeanueva y Monte La Ermita, vía Jandilla -Torreón”.
El invierno es duro en esta zona de nuestra piel de toro, pese a ello las vacas están fuertes y sanas algo que ayuda a tener un porcentaje alto de nacimientos: “Es una gozada ver como van naciendo los becerros, pronto haremos el herradero pero hasta 2026 no comenzaremos con los tentaderos. Este será un momento clave para la ganadería, ese en el que estarán los hermanos Fraile para ayudarnos y aconsejarnos como buenos amigos que son”.
Respecto al futuro todavía es pronto para fijar una fecha, más si cabe cuando todavía la ganadería está en proceso de construcción: “Nuestra idea es no pasar de las 60 vacas madres, actualmente estamos en unas 30, esas a las que habría que sumar aquellas que se aprueben en los próximos años. Seguramente hagamos una segunda compra siempre buscando esa línea por la que apostamos en un principio, el debut en público lo marcará el devenir de la ganadería, el objetivo es disfrutar de ella” finalizó explicando Tomás Toranzo Nieto.
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