CAMPO BRAVO

Esta es la ganadería manchega que compró los toros de Paquirri tras su muerte y aún conserva su ‘simiente’


viernes 19 enero, 2024

Se trata de un hierro ciudadrealeño con una apasionante historia ligada a uno de los toreros más importante de los años 80: Francisco Rivera.

Vaca
Seria vaca de Ignacio Frías. © Pablo Ramos

Hace ya algún tiempo que les hablamos de la vacada manchega de Ignacio Frías, una vacada que sigue el legado bravo que Paquirri sembró con el encaste Núñez, un hierro que actualmente mantienen en el término de Villamanrique (Ciudad Real) Ignacio Tomás Frías, su hijo Jaime e Isidro, un mayoral que se conoce al dedillo cada vaca que pasta en la ganadería, sabiendo su reata sin ni siquiera mirar la libreta.

Una ganadería con historia, una procedencia única que en esta familia han regado de otras ramas para potenciar ese tipo de toro que ahora se denosta por aquellos aficionados, veterinarios y autoridades que exigen un animal que este encaste no es capaz de dar si no lo quieres sacar de tipo. Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, algo que en casa de Don Ignacio Tomás Frías no se ha llevado a rajatabla debido a esa evolución que se ha venido dando en una vacada con unos cimientos muy sólidos que están propiciando una regularidad muy importante tanto en los tendederos como en los festejos lidiados hasta la fecha.

Ignacio Frias Novillo
Astado de Ignacio Frías. © Pablo Ramos

“En el año 1985, yo tenía 15 años y quería ser torero y le dije a mi padre que nos teníamos que ir por otra línea. Yo creía que había que mejorar la que teníamos, que era Coquilla-Veragua-Parladé. Por eso compramos un lote de vacas a la viuda de Paquirri en el año 86. Tras el fallecimiento de Francisco Rivera, a la primavera siguiente nos trajimos 36 eralas sin tentar. Ahí fue mi primera experiencia con el encaste Núñez, vía Villamarta” nos comentó en su día Ignacio Tomás Frías.

Un tipo de toro, este de Núñez, que debido a las modas del toro grande quedó relegado a plazas de menor importancia donde el dinero no siempre llegaba a lo que costaba rematar un toro, estando el dinero en los carteles buenos de plaza de segunda y en los cosos de mayor categoría. “Por todo ello, en los años 90 compramos un lote de vacas a Juan Ruiz Palomares -que se había traído 50 vacas de Mari Carmen Camacho, las cuales había comprado a Manolo Camacho, tentadas por él-”, explica Ignacio Frías.

Paquirri Ignacio Frias 8
Astado de Ignacio Frías. © Pablo Ramos

Un ganadero que nunca temió cruzar si esto era en beneficio de su vacada, por ello años más tarde adquieren animales de la rama Domecq comprados a Juan Ruiz Palomares, gran amigo de su padre y de la familia Frías: “Por la amistad que tenía mi padre con Juan, él compra a Salvador Domecq y Hermanos Sampedro, unas camadas de eralas y empiezan a tentar. Después de elegir lo que ellos no querían, nos trajimos dos lotes, y de ahí, junto a un toro de Las Ramblas con el hierro puro de Salvador Domecq, empezamos a constituir y a fijar el encaste Núñez con este ganado de procedencia Domecq”.

Un hierro que actualmente mantiene un hato de vacas de unos 100 animales, teniendo el objetivo de llegar a un número que ronde las 140-150 hembras, pero sin bajar el listón de esa exigencia que es primordial para llegar a grandes cotas. “Confiamos en que la regularidad mostrada hasta ahora nos hará subir el nivel para entrar en el circuito, aunque sea -por el momento- con novilladas”.

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Casa de tientas de la finca. © Pablo Ramos