En las últimas semanas este medio ha venido informando de proliferación de vacadas que han optado por adquirir simiente española, una semilla brava que ha cruzado el charco camino de las ganaderías más importantes de México, Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela. Con las fronteras cerradas durante un largo espacio de tiempo, la venta de pajuelas fue la opción elegida por los distintos ganaderos para refrescar sus proyectos ganaderos o comenzar estos prácticamente desde cero.
Uno de los países con mayor número de ganaderías de bravo es México, de ahí que muchos de sus ganaderos recurriesen a afamados hierros españoles para adquirir nuevamente genética. Una serie de vacadas que preservan el encaste Saltillo tan impregnada en las ganaderías del país, pero que se abren a la entrada de otro tipo de sangre, de ahí que sean cada vez más los hierros que se decanten por la rama Parladé dentro del encaste Vistehermosa.
El toro cárdeno poco a poco va compartiendo su sitio con astados coloraos, castaños, burracos o jaboneros, provenientes en su gran mayoría del encaste Domecq. Uno de los astados que regó con su pelo el campo bravo fue 120 Gracioso, ejemplar melocotón que José Miguel Arroyo ‘Joselito’ le compró a Juan Pedro Domecq Solís y al que le sacó pajuelas que luego vendería al otro lado del charco. Un ejemplar hijo del 40 Ilusión, célebre semental de la vacada sevillana.
Álvaro Núñez y Victoriano del Río cruzan el charco en esta nueva aventura ganadera
Dentro de las distintas vacadas mexicanas que apuestan por introducir nueva simiente está la de San Diego de los Padres, un hierro fundado en 1853 don Rafael Barbabosa Arzate y que ahora está en las manos de Juan Diego Gutiérrez Cortina su hijo José Miguel. La amistad surgida con Joaquín Ramos -gracias al trabajo de este como veedor México- llevó a esta familia a dar el paso y comprar simiente al otro lado del charco.
Pero el destino quiso que Joaquín no pudiera estar ahí para ver el comienzo de un proyecto que ya es una realidad, ese que les llevó hasta tierras de Portugal, lugar donde se asienta la vacada de un Álvaro Núñez que atendió la llamada de este medio pese a encontrarse a miles de kilómetros de España. Pese al cambio horario, nos atendió para hablarnos sobre la ganadería en cuestión,ç que se nutre de una sangre que lleva modelando desde hace años y que recientemente cruzó el charco en una aventura apasionante.
“Hay personas con las que conectas rápidamente, y tanto Juan Diego como su hijo José Miguel son un ejemplo de ello. Yo no les conocía personalmente, y gracias a la figura del añorado y querido Joaquín Ramos ahora puedo decir que tengo una buena amistad con ellos. México es un país que siempre me ha gustado, aquí todo lo viven con pasión, y el toreo no podía ser menos. Es un tremendo orgullo que mis animales hayan cruzado el charco y se asienten en una tierra tan especial para mí” nos comentaba Álvaro Núñez.
“Como las cosas bonitas e importantes de la vida estas siempre pasan por algo”, explicaba el criador de bravo sevillano. “Ellos llevaban tiempo buscando ganado español para crear un nuevo hierro y gracias a la amistad que tenían con Joaquín Ramos salió mi nombre en varias de sus conversaciones. Unas semanas después de su muerte se pusieron en contacto conmigo gracias a las referencias que les había dado el propio Joaquín. Yo no había lidiado un pitón todavía, pero ellos estaban convencidos de que era yo la persona indicada”, añadía el ganadero.
Unas primeras conversaciones que nos llevan cuatro años atrás: “Todo comenzó en el verano de 2020, tras unas conversaciones sobre el tipo de animal que tenían en la cabeza llegamos rápidamente a un acuerdo. Ellos ya tenían la ganadería de Santa Fe del Campo, una vacada formada por sangre de Garfias, Mimiahuapan, Montecristo y Arroyo Zarco, entre otras, pero buscaban empezar desde 0 otro proyecto con sangre española. Le compraron a José Joaquín Marrón el hierro de San Diego de los Padres (el segundo más antiguo de México), y ahí empezó esta nueva aventura”.
“Yo siempre he sido un fiel defensor del tipo de toro mexicano, un animal que embiste con una gran profundidad y entrega, por eso el crear una ganadería desde cero sin mezclar nada me parecía muy inteligente. La embestida que yo tengo en la cabeza está a caballo entre aquella que se busca en México y España, por eso me ilusiona sobremanera este proyecto que han empezado en esta casa ganadera. Este es un camino lento, el tema de los embriones alarga mucho los plazos, pero ellos tienen claro que las cosas tienen su tiempo” nos comentaba un ganadero que no ocultaba su ilusión por haber aportado su granito de arena a este ilusionante proyecto allende los mares.
Al contrario que ocurre con otras vacadas, en esta ocasión no se embarcó ningún animal desde España, utilizando embriones, una técnica que con los años se ha ido mejorando de forma notable. Un tiempo después pondrían rumbo a tierras mexicanas 20 vacas y dos machos con el hierro de Victoriano del Río, quedándose la mitad de ellas la familia Gutiérrez. Una sangre que serviría para tener en la nueva vacada otras líneas que ayudaría a cimentar este nuevo proyecto ganadero.
Con el paso de los meses fueron naciendo los productos de Álvaro en tierras mexicanas, fijándose el mes de noviembre de 2024 para tentar los primeros productos nacidos ya en el rancho familiar. El primer matador de toros en probar la clase y la bravura de estos animales fue el hidrocálido Héctor Gutiérrez como se puede comprobar en el vídeo publicado por el ganadero sevillano en sus redes sociales. “Vaca de la ganadería mexicana de San Diego de los Padres, de José Miguel Gutiérrez que llegó en embrión desde nuestra ganadería. Un día inolvidable en el Rancho Santa Fe”.
Vaca de la ganadería mexicana de San Diego de los Padres ,de José Miguel Gutiérrez, llegó en embrión desde nuestra ganadería
Un día inolvidable en el Rancho Santa Fe pic.twitter.com/XpjG9DQJWu— Álvaro Núñez del Cuvillo (@alvaronunezcuv) December 1, 2024