Son muchas las vacadas históricas que con el paso de los años acaban bajando la persiana ya sea por problemas sanitarios, imposibilidad de lidiar el toro en tipo, problemas en la gestión o el olvido por parte de las empresas y los toreros. Hierros legendarios que ven cortada su historia tras mandar al matadero a sus cabezas de ganado o al venderlas a otros compañeros. Malas rachas que alguno de ellos sabe superar con constancia, sacrificio y mucho trabajo para volver a resurgir con el paso de los años.
Una de las que trago saliva, apretó los dientes y tiró hacia adelante fue el hierro sevillano de la familia Guardiola, una casa donde el animal bravo y el caballo siempre han sido sus señas de identidad. Una casa ganadera que llegó a tener varios hierros en su poder, esos que marcaban a fuego a las reses según su procedencia. Todavía resuenan en la memoria de los aficionados astados célebres lidiados en Sevilla como Comando Gris, Campanero, Guitarrero, Coscorrero, Cartujano, Campano, Barbanegra, Topinero, Calcetero, entre otros, o el recordado Peleón indultado por José María Manzanares en Ronda.
Hablar del hierro de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas es hacerlo del encaste Pedrajas, de Sevilla, la Maestranza y su ‘Lunes de Resaca’, una vacada que le dio fama y notoriedad a un hierro que con los años fue menguando su presencia en las ferias y los cosos de entidad. El encaste Pedrajas perdió uno de sus principales bastiones y es, junto a otros, un encaste en serio peligro de extinción. En esta emblemática casa ganadera también tuvieron gran fama la rama Villamarta, esa que también regó de bravura los cosos de España y Francia y que todavía perdura en los cercados de El Toruño.
Sería en 2014 cuando la familia decidió poner un punto y final a uno de los proyectos ganaderos más importantes de nuestra piel de toro, ese que los aficionados siempre veneraron y por el que sintieron una predilección especial. Como ya contamos en su día parte de la familia quiso seguir manteniendo el legado familiar, de ahí que no se deshicieran de todo el ganado y si se conservara una punta de 30 vacas de origen Villamarta así como dos machos que habían vuelto sin lidiarse de la primera plaza del mundo.
En silencio fueron poco a poco recuperando la ilusión por mantener una de las dos líneas señeras de la casa. Actualmente, son Javier y Jaime Guardiola quienes comandan este proyecto ganadero, que rinde homenaje al padre de ambos, fallecido a los 79 años en diciembre del 2022. Se trata de una ganadería que sigue dada de alta en la RUCTL como Hdros. D. Salvador Guardiola Fantoni, esa que poco a poco quiere volver al mercado, eso sí, de momento únicamente lidiando festejos menores tras la venta de algunos cuatreños y cinqueños para cebadero.
Una divisa que lidiará en público el próximo sábado 21 de septiembre en la plaza de toros sevillana de Cazalla de la Sierra. Será en un festejo de rejones donde están anunciados Luis Zambrano y Pablo Donat, dos jóvenes toreros a caballo que buscan labrarse un porvenir en el mundo de los toros. Será a las cinco en punto de la tarde y servirá para ver la evolución de los nuevos productos criados y seleccionados por estos dos nuevos ganaderos.
Un nuevo camino que se abre paso en las tierras de Utrera, concretamente en El Toruño, finca donde se intenta mantener una sangre histórica, un hierro ganadero que tomó antigüedad en la primera plaza del mundo el 23 de septiembre de 1945. Un proyecto ganadero que lleva en manos de la familia 80 años tras la compra en 1944 de uno de los lotes en los que se dividió la vacada que en su día había pertenecido a la Marquesa Viuda de Villamarta.