CAMPO BRAVO

La tuberculosis ‘mata’ a uno de los grandes ‘genios’ genéticos que tenía Juan Pedro Domecq


jueves 23 noviembre, 2023

El ganadero Juan Pedro Domecq desveló este miércoles en Toledo la muerte de uno de sus grandes animales seleccionados el pasado invierno en su finca sevillana.

Juan Pedro Domecq
Un toro de Juan Pedro Domecq, en imagen de archivo. © Juan Andrés Viedma

La historia del toro bravo va unida a los imprevistos, ya que no es un negocio matemático puesto que la materia prima son seres vivos. Éstos tienen cornadas o, en este caso, enfermedades que acaban con las cábalas que cualquier ganadero pueda hacer respecto a su futuro. Y eso es precisamente lo que le ha ocurrido al mítico ganadero Juan Pedro Domecq Morenés, porque tal y como desveló este miércoles 22 de noviembre en una tertulia que compartió con los aficionados en Toledo, la paratuberculosis acabó el pasado invierno con uno  de los grandes “genios” genéticos que tenía en su casa.

En el encuentro, organizado por la peña taurina “El Trapío” y dirigido por el periodista Mario Gómez, Juan Pedro Domecq desveló -hablando de sementales y de los 52 que tiene en su casa- que “hay muchos que no llegan a la edad madura, siendo genios”, decía sobre este animal. “El año pasado, en un tentadero, tuve un toro que fue un genio y tristemente se murió de paratuberculosis. Y le he metido dos machos en la plaza este año y han sido sementales. Y lo he tenido solo un año”, se lamentaba.

Hay que tener en cuenta que la paratuberculosis que provocó la muerte de este toro es una una infección bacteriana del tracto intestinal, crónica y contagiosa, que ocasiona un cuadro de diarrea sin control y que acaba con el animal.

La bravura según Juan Pedro Domecq

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Varios toros de Juan Pedro Domecq en Las Ventas. © Plaza 1

Juan Pedro Domecq reflexionaba, a continuación, sobre que “la bravura es el compendio de caracteres que forman una embestida. Cada torero y cada toro son distintos; lo que intento es tener una ganadería amplia de estilos, pero con unas bases comunes. Busco un concepto fundamental que es la profundidad: que el toro humille, que tenga potencia pero al mismo tiempo ritmo y cadencia. Y cuando se une todo eso, con eso se puede torear bien y eso hace emocionar a gran parte del público”.

Y hablaba de Secuestrador, uno de los grandes animales en su historia que fue lidiado durante la pasada Feria de San Isidro en Las Ventas: “Es el toro que sueño, el toro que busco, el toro que he querido cambiar porque en la ganadería de mi padre no había tantos toros de este tipo. Y, con todo lo que hace el toreo grande: bravo, exigente, humillando, pero al mismo tiempo con una cadencia especial. Ese toro ha sido de los mejores que he lidiado en mi vida. Y en una plaza como Madrid, donde había toros grandiosos”, añadía Juan Pedro Domecq.