Aparentemente, a los toros de Juan Pedro Domecq se les está queriendo meter en la nevera. No se les anunció en la pasada Feria de Abril y ahora, en Madrid, su hierro no ha sido elegido por las figuras más relumbrantes del ciclo. Sin embargo, su larga y brillante trayectoria está ahí, al alcance de muy pocos, y el cartel desborda ambición y apuesta por donde se le mire, cualidades estas que valora mucho un ganadero, pues son las que hacen que las virtudes de sus toros salgan a relucir con mayor probabilidad.
Y por apuesta no será, porque si hay un torero en sazón desde hace varias temporadas (aunque apenas ahora se le esté reconociendo) que, prácticamente, cuenta sus paseíllos por triunfos es Daniel Luque, a quien parece que no se le escapa un toro sin sacarle todo lo que tiene. Al que se suman los dos jóvenes triunfadores en esta plaza la pasada temporada, Ángel Téllez y Francisco de Manuel, que volverán a pisar la arena venteña con la firme intención de revalidar sus triunfos. Serán ellos los encargados de medirse a los toros llegados desde ‘Lo Álvaro’, los mismos que serán mirados con lupa por una afición que lleva un tiempo poniendo el nombre de Juan Pedro Domecq en tela de juicio.
«La de 2022 no fue una campaña mala, ni mucho menos«
Algo que no es indiferente al propio ganadero. «Creo que son sensaciones y apriorismos injustos«, -confiesa Juan Pedro-, que explica: «porque cuando lidias 24 corridas de toros en una temporada y analizas la media, festejo a festejo, la de 2022 no fue una campaña mala ni mucho menos. Y esta temporada he lidiado tres festejos, las tres corridas embistiendo mucho, con lo que esperemos que Madrid sea el acicate y la guinda de una campaña que yo creo que va a ser muy buena y el comienzo de una nueva era».
Para esto, en su laboratorio sevillano del Castillo de las Guardas, el ganadero ha preparado con mimo los toros que esta tarde pisarán el ruedo madrileño, de los que comenta: «La corrida es cinqueña entera, mi experiencia en San Isidro ha sido muy positiva cuando todos los toros han cumplido los cinco años, porque tienen el desarrollo muscular que necesita una plaza como Las Ventas. Además, vienen tres toros de un semental nuevo que el año pasado me dio muy buenos resultados y que sólo me duró un año. Y los otros cinco están completamente abiertos de sementales. La corrida es muy seria, muy del gusto de esta plaza, toda ella entre 550 y 600 kilos, están con el ejercicio necesario y con el trapío que exige Madrid».
Juan Pedro no se corta al congratularse de las primeras impresiones causadas por sus toros en Madrid: «Traje ocho toros, pero lamentablemente uno se partió un pitón y ha tenido que ser desechado, los demás no sólo pasaron sin problemas el reconocimiento, sino que me valieron la enhorabuena de los veterinarios y el presidente de la corrida. Hay toros de distintos pelos y distintas hechuras, algunos más altos y otros un poquito más bajos, pero es una corrida con un trapío imponente y pienso que puede ser uno de los conjuntos más serios y armónicos de toda la feria».
«Tiene que cambiar el hecho de que el ganadero se lleve siempre la peor parte»
Sin embargo, aunque se lo propusieron, optó por no exhibir sus toros en El Batán. «El problema del Batán», -explica-, «es que el ganadero es el que asume los riesgos, no hay un reconocimiento previo, los toros tienen que bajarse del camión y volverse a subir, readaptarse dos veces y eso es muy malo para los toros. Pero ojo, no estoy en contra de llevar mis toros al Batán, pero sí de como está organizado hoy en día. La empresa me lo propuso, pero yo, como muchos otros ganaderos, no estuve de acuerdo tal y como hoy está dispuesto. Quizá si se hace un pre reconocimiento, como se hace en Bilbao y en muchas plazas de Francia, no pasa nada y los toros se exhiben. No está bien que los palos caigan siempre sobre el que asume los riesgos, que es el ganadero, el mismo que absorbe el incremento en los costes de producción y tiene que vender a unos precios ridículos. Tiene que cambiar el hecho de que el ganadero se lleve siempre la peor parte».
Sobre el rumor de que hay una multa para los ganaderos que no lleven sus toros al Batán confesó que «no se mencionó nunca el tema de la multa, ha sido una cuestión de voluntad y debe prevalecer el respeto de esa voluntad».