Domecq Morenés es la cuarta generación de ganaderos de la familia, un momento en el que el cuarto Juan Pedro que se pone a los mandos del hierro de Veragua. Un hombre que para forjarse en estas lides —antes de tomar las riendas de la divisa familiar— se echó al monte y comenzó esta nueva andadura. Una ganadería que fue adquirida en 1986 Domingo Hernández, el cual posteriormente la vendió a la Sociedad Agropecuaria Do Río, incorporándose a las reses existentes —básicamente de Domingo Ortega— un lote Juan Pedro Domecq, buscando que fueran animales sin cruce veragueño, es decir, una ganadería pura Vistahermosa-Parladé.
Tras el fallecimiento de Juan Pedro Domecq Solís en un accidente de tráfico todo cambió, teniendo que tomar de inmediato su hijo las riendas de la ganadería familiar, algo que con el tiempo le obligó a tomar una decisión: o llevar ambas ganaderías a la misma vez o centrarse en un único proyecto. Al final no hizo ni una cosa ni la otra, aglutinó ambas ramas bajo el hierro titular y comenzó una depuración de la ganadería que le ha llevado hasta el día de hoy.
Juan Pedro sabe que pesa mucho el nombre y el apellido que lleva sobre su espalda, pero también es consciente que tiene una marca que está muy bien considerada en el mercado, de ahí que su trabajo se centre en encontrar esa regularidad que perdió en determinados momentos. El momento por el que pasa el mundo y al que el torero no es ajeno, no ha condicionado el futuro de un ganadero que sabía que había que reestructurar una ganadería que se había colocado en 1000 vacas entre ambos hierros.
Por todo ello queríamos hablar con un ganadero sin pelos en la lengua, consciente del momento que atraviesa su divisa y al que no se le caen los anillos por reconocer los errores. Juan Pedro sabe el camino a tomar, es consciente que hay que reducir las ganaderías sin eliminar aquello que la hace distinta a las demás, pero en esto del bravo nunca 2+2 son 4, por ello hay que hilar muy fino para no echarle demasiada agua al vino.
Ahora que comanda en solitario el proyecto que lleva su nombre, no le preocupa lo que deja por el camino, aunque si lo recuerda con nostalgia. El proyecto de Parladé ya quedó absorbido por la ganadería madre, esa que ahora es la que se anuncia en unos carteles donde el toro del antiguo hierro de Domingo Ortega ha quedado guardado en un cajón. Así nos lo contaba en una entrevista de Juan Andrés Viedma este martes en Cultoro.
Parladé y la absorción por Juan Pedro Domecq
PREGUNTA. “Parladé, ¿han dejado de herrar con ese hierro?”
RESPUESTA- “Es difícil ser ganadero con un hierro, como para serlo con dos. Lo que hice es fusionar libremente lo que más me gustaba de Parladé con lo que más me gustaba de Juan Pedro. Este es mi proyecto, mi proyecto es Juan Pedro” comentaba el ganadero afincado en la sierra norte sevillana.
“Estoy tremendamente orgulloso del trabajo que hice en Parladé. Con una parte muy pequeña de Juan Pedro, creo que ha sido la primera vez en la historia que se ha conseguido tener el premio en Madrid. Llegué a lo máximo con Parladé teniendo una base animal mucho más pequeña, con lo que estoy convencido que Juan Pedro volverá a ser una ganadería absolutamente excepcional. El futuro para mí es tremendamente halagüeño”.
Puedes leer la entrevista completa en este enlace.