El pasado lunes era presentado en el salón ‘Luis Aragonés’ de Las Rocas, el nuevo entrenador de la selección nacional, Luis de la Fuente. Tras cuatro años en los que ha estado al frente el asturiano Luis Enrique (con el ‘impasse’ de ocho meses de Robert Moreno), era el momento de un cambio tras caer contra Marruecos en los octavos de final del Mundial de Catar. Pero la polémica no ha venido por ahí, sino por un vídeo grabado hace nueve meses en el que Luis de la Fuente apoyaba a Emilio de Justo de cara a sus seis toros en Las Ventas.
Todo ocurrió este martes, 13 de diciembre, cuando en la cuenta de la Fundación Toro de Lidia se volvía a publicar esta grabación del pasado mes de abril para recordar la afición del seleccionador por la tauromaquia. En pocos minutos empezaron a llegar mensajes contestando el mensaje con todos descalificativos hacia la figura de Luis de la Fuente. En los mismos se insultaba y vejaba a una persona que es aficionado a un tipo de espectáculo totalmente legal.
Improperios hacia la figura de un seleccionador que nunca ha sacado los pies del tiesto y que ha mantenido un perfil bajo de cara a la opinión pública. Un hombre que no oculta su afición a los toros y que varios meses después ha visto como las redes sociales se le han echado encima por un mensaje hacia un amigo en una de las tardes más importantes de su vida.
Actualmente, vivimos en una sociedad falta de libertades, en las que unos, por el simple echo de no compartir unas determinadas ideas, se ven señalados por otros. Una sociedad en la que falta empatía y muchas veces educación, en los que los valores parecen perdidos para tomar el camino de un pensamiento único y muchas veces dictatorial. Las redes sociales, tan beneficiosas para muchas cosas, se han convertido en un estercolero donde muchos usuarios detrás de un perfil aprovechan para linchar a una persona determinada por tener unos gustos diferentes a una corriente que te lleva por delante si no compartes sus ideales.
Esto le ha pasado a Luis de la Fuente, un hombre normal que es aficionado a los toros como puede serlo de cualquier otra cosa, pero el cual se ha visto señalado por parte de un sector que habita en las redes sociales y que no es capaz de entender que una persona puede tener gustos contrarios a ellos. Desafortunadamente, vivimos en una sociedad de trincheras, de bandos, algo que se acrecienta cuando uno entra en esas mencionadas redes sociales. Está muy bien defender a los colectivos minoritarios, respetar a las personas según su sexo, origen o color de piel, pero cuando hablamos de religión o tauromaquia pasa todo lo contrario, se pierde el respeto para comenzar una caza de brujas hacia determinadas personas que recuerda a aquella época de la Santa Inquisición.
El seleccionador, por el simple hecho de ser taurino ha tenido que leer barbaridades en redes sociales -las cuales no reproduciremos por respeto hacia nuestros lectores-. Como comentaba la propia FTL en sus redes: «Insultar a una parte de la población que tiene gustos culturales diferentes a los tuyos está bien para nuestros censores patrios. Que un entrenador muestre su afición a la tauromaquia es un intolerable traspaso de la decencia y la libertad de expresión, que no debe tolerarse» algo básico en un estado de derecho donde todos somos iguales.
«Los insultos que hoy están lanzando los que quieren un mundo sin toros demuestran una cosa: que nuestra sociedad necesita, hoy más que nunca, los valores de la tauromaquia. Vamos a seguir haciendo tauromaquia para cambiarlo todo«, comentaban con gran acierto desde las redes sociales de la Fundación Toro de Lidia. «La cultura del odio y del insulto está muy arraigada en los seguidores de la #IndustriaAnimalista. Solo hace falta ver los cientos de comentarios a este tuit de Luis de la Fuente que se ha viralizado», añadía la entidad.
🔴 La cultura del odio y del insulto está muy arraigada en los seguidores de la #IndustriaAnimalista. Solo hace falta ver los cientos de comentarios a este tuit de Luis de la Fuente que se ha viralizado.
Orgullosos de no ser como vosotros.#ReichAnimalista https://t.co/DtmpRAO6qK
— Fundación Toro Lidia (@ftorodelidia) December 13, 2022
Afortunadamente, «La tauromaquia se ha convertido en un auténtico termómetro de la sociedad. De una sociedad libre y tolerante, que puede entender y aceptar al que opina diferente, frente a una sociedad en la que unos deciden sobre lo que es aceptable y lo que no». Hoy en día acudir a un festejo taurino es ejercer nuestra libertad como aficionados, es el poder ir libremente a un espectáculo legal, ese en el que se transmiten unos valores que no vemos en aquellos que amenazan y señalan con el dedo en las redes sociales.
La tauromaquia podrá gustar más o menos, e incluso no estar de acuerdo con ella, pero eso no da derecho a la amenaza, a la falta de respeto y al señalamiento de un personaje público por el simple hecho de ir a un espectáculo taurino. La sociedad transmite cada vez menos tolerancia y más polarización, esa en la que el bien o el mal lo marcan unos determinados clichés o formas de pensar provenientes de las redes sociales.
En pleno 2023 vemos como las libertades de cada individuo van menguando progresivamente por una sociedad que nos dice y nos dicta como hacer nuestra vida, que debemos comer, como tenemos que pensar o como comportarnos. La tauromaquia está en el punto de mira, de nosotros depende no agachar la cabeza y hacerle ver a esta sociedad que no vamos a dejarnos aborregar por una corriente que lo único que busca es la confrontación para seguir sobreviviendo y chupando del bote.