Pisar fincas tan emblemáticas como Partido de Resina es algo que todo aficionado debe hacer alguna ve en la vida, ya no por la presencia del toro bravo, sino por estar ubicada en un entorno que la hace única. Ahora que las hermandades hacen su peregrinación a la Aldea del Rocío, son muchos los peregrinos que tienen la oportunidad de atravesar la finca e incluso pernoctar en ella. Ésta es un verdadero santuario dedicado a la cría del toro bravo.
Una finca donde antaño acudían los principales veedores de las plazas y las figuras del toreo para reseñar los toros que matarían en cosos tan importantes como Madrid o Pamplona. Ahora la historia es bien diferente, ya no suena tanto el teléfono, y cuando lo hace es por empresarios que buscar dar un giro de 180 grados o asentar sus ferias. Los míticos Pablo Romero han encontrado su sitio en el festejo popular, un lugar que les dio abrigo y cariño cuando otros le volvían la espalda.
Pese a ello, en Partido de Resina se sigue cuidando con mimo a un tipo de animal único, un encaste en peligro de extinción que está bajo la protección de un mayoral que se desvive por sus grises. Los conoce al dedillo, sabe de su comportamiento, por eso tiene a dos amigos de cuatro patas que hacen el trabajo que Joaquín no puede realizar. Unos animales que no dudaron un instante en meterse en una pelea entre dos utreros que estaban midiéndose en uno de los cercados de la ganadería.
Mora y Mona, que así se llaman, intercedieron en dicha pelea para evitar que los animales acabaran haciéndose daño. La táctica es simple aunque dificultosa, morder los cuartos traseros de uno de los animales para incomodarlo en la pelea y que esta acabe rápido y sin presencia de sangre. Joaquín sabe del peligro que entraña esa situación, pero las perras están dispuestas a jugarse la vida por hacer bien su labor.
En el campo bravo no hay horas, aquí el toro es el que manda, y algo similar pasa con las vacas y el resto de animales. Por ello siempre hay que estar atentos por si ocurre algún problema. El cambio de tiempo provoca peleas entre los animales, no importa la edad, cuando llegan a los tres años muchas de ellas son por el poder del cercado. Los animales barruntan el cambio de tiempo incluso antes de que el agua haga acto de presencia, siendo los cambios atmosféricos claves para que se den este tipo de disputas.
@juakymoreragarrido #mora y #mona ♬ sonido original – Juaky Morera