En las últimas semanas hemos venido detallando que las cuadrillas de las principales figuras del toreo están ya cerradas de cara a la temporada 2023 a la espera de los últimos retoques por parte de espadas como Morante de la Puebla o José María Manzanares. De momento, son los más rezagados a la hora de buscar el último hombre que dé por completo su equipo de confianza de cara al 2023.
Uno de los que mayores cambios lo realizó en su cuadrilla es el alicantino José María Manzanares; el matador apoderado por la casa Matilla aún debe enconar un hueco para la salida de Luis Blázquez, un tercero que ha venido acompañándole prácticamente toda su carrera y que ahora se va con el francés Sebastián Castella.
Blázquez era el último superviviente de una grandiosa cuadrilla, esa en la que le acompañaban José Antonio Barroso y Pedro Morales Yot «Chocolate», dos picadores de dinastía los cuales junto a Juan José Trijillo y Curro Javier formaron una de las cuadrillas más importantes de los últimos lustros, la cual encontró en la figura de Manzanares al mejor jefe de filas posible.
Ahora Manzanares está en la búsqueda de un tercero para dar por cerrada su equipo, ese que ya cuenta con Paco María y Óscar Bernal como picadores, amén de Abraham Neiro y Diego de Vicente como banderilleros lidiadores tras salir Daniel Duarte y Mambrú este otoño.
Han sido muchas las especulaciones sobre la entrada de Francisco Javier Araújo en su cuadrilla, algo que no han confirmado hasta la fecha ninguno de los interesados. Por tanto, el alicantino aún está deshojando la margarita para decidir que tercero le acompañará en una temporada que dará el pistoletazo de salida en el mes de febrero. Sin duda un año especial para un matador de toros que tomó la alternativa en junio de 2003 en Alicante.