Maxime Solera, uno de los toreros franceses en la actualidad con más proyección, vela armas en el campo de cara a su ilusionante comienzo de temporada, donde está anunciado en una plaza de primera gala y también en Céret.
Sobre su carrera, Solera explica que «tengo 29 años, empecé a torear con 17. Estuve apuntado en la Escuela Taurina de Arles durante varias temporadas; para ser torero decidí marcharme a Barcelona, como muchos hicieron antes de mí en otra época. Ahí me rodeé de muchos profesionales y me quedé aquí, es mi cuartel general. Vivo en Barcelona aunque para mi preparación viajo. Me considero un torero catalán y francés».
Algunas sin caballos en España le hicieron abrirse las puertas en Francia, especialmente en el circuito de las duras: «Eso me abrió el camino, no rechacé ningún tipo de contrato ni de ganaderías. Las puertas de Francia se me abrieron y ahora es al revés; mi mercado está en Francia y estoy contento y feliz por ello. Hacerme un hueco en el sector torista fue una decisión personal que tomé, por el tipo de tauromaquia que llevo conmigo, pero si tenemos que hablar de mi currículum de novillero sin caballos hasta ahora, he lidiado 55 ganaderías distinta, 18 encastes…», relata el joven. «Creo que para un joven torero francés y catalán, es un buen currículum», añade.
Tuvo «la suerte» de tomar una alternativa de lujo: «Por esta trayectoria torista, empezar mi carrera con la corrida de Miura, era muy significativo para mí«, expone. «Tengo la suerte de tener un seguidor fiel tanto en Francia como en Cataluña.
Diez corridas en sus dos primeras temporadas, en las que ha realizado tardes importantes, pero la espina es la espada, que le privó de triunfos importantes en Francia: «En año y medio de alternativa, han sido diez corridas de toros, dos de ellas concurso, una de ellas un desafío ganadero con los hierros más legendarios y exigentes de la cabaña brava, además de en las plazas más exigentes. Uno se tiene que hacer poco a poco». «Ahora me falta rematar las faenas importantes que he podido realizar durante la pasada temporada con la espada; espero que sea a partir de esta temporada, es toda la exigencia que yo me pongo, porque deseo triunfar ya», señala.
Para este 2023 está anunciado en una plaza talismán como Céret; fue en 2019 el primer novillero desde Nimeño que cortó dos orejas a un animal. También tiene otras fechas que pueden salir: «Tengo que darle las gracias a l`ADAC, porque llevo seis años anunciado y he toreado cuatro veces, ya que por lesión o por Covid no he podido. Estaré el 15 de julio con la corrida de Saltillo. Y también he cerrado otra corrida muy importante en una plaza de primera francesa, que no puedo decir por respeto a la empresa de momento. Estamos a la espera de otras cosas, pero por supuesto que mi deseo es meter la cabeza en todas las plazas importantes de Francia, como Nimes, Béziers, Dax, Bayona, Mont de Marsan… ese es mi deseo, ganarme en la plaza los contratos para entrar en estas Ferias», expone.
Para cambiar su trayectoria también necesita a Madrid: «Es una de las aficiones más duras del mundo, y por respeto a esto, uno debe ir muy preparado. Madrid no es el objetivo de esta temporada; lo será seguramente en 2024», expone el diestro francés. También está a la espera de encontrar un hombre de despachos: «De momento estoy gestionando mi carrera yo mismo, con ayuda de algunas personas cercanas. Creo que las cosas se ganan como siempre se hacen, en la plaza. No tengo prisa, tengo cartuchos, aunque necesitaré ayuda».