CAMPO BRAVO

El millonario precio de una ‘pajuela’ de toros como ‘Ligerito’ o ‘Filósofo’ tras cortarle las turmas


sábado 13 mayo, 2023

Dos de los toros más importantes de la Feria de Abril comparten genética proveniente de uno de los hierros más cotizados del campo bravo.

Toro Garcia Jimenez
Toro de García Jiménez en una imagen de archivo. © Pablo Ramos

Para ser ganadero hay que tener muchas virtudes, pero hay una fundamental, la intuición, y esa la tienen pocos ganaderos. Fernando Domecq la tuvo para colocar Zalduendo en lo más alto, mientras que otros como Justo Hernández o Álvaro Núñez son claros ejemplos de ello en la actualidad. Tres hombres de campo que consiguieron criar al toro que soñaban sumergiéndose a través de las reatas, conociendo bien al animal y sabiendo de qué hilo tirar.

Tres ganaderías que en sus momentos más delicados supieron a qué casa ganadera acudir para encontrar aquello que les faltaba, ese toro que les devolviera la regularidad y pondría de nuevo a su hierro en el lugar que le correspondía. Ambos sabían que ser ganadero es una continua cura de humildad, por ello siempre fueron con pies de plomo y sin lanzar las campanas al vuelo cuando los resultados le sonreían.

Pero no todo se resume en ese semental que hace de oro a su ganadero: hay hierros que tienen una gran carga genética detrás, divisas con bases sólidas que han conseguido mantener su estatus gracias a la combinación de una gran piara de vacas y unos sementales extraordinarios. Mientras que Fernando Domecq encontró en ‘Tunante’ y ‘Farolero’ a dos sementales que le dieron un vuelco a su ganadería, Álvaro Núñez intuyó que el futuro de su casa estaba en el 100 ‘Ganador’, hijo de la 672 ‘Ganadora’ y del 142 ‘Fumador’, ambos con el hierro de Cuvillo.

Pero muchas de las ganaderías que andan funcionando en la actualidad tienen algo Garcigrande, una ganadería excepcional que durante muchos años ha llevado en solitario uno de esos ganaderos con un concepto de toro y una intuición bárbara. En esta finca salmantina nació ‘Ligerito’ un animal marcado con el hierro de Garcigrande, pero actualmente propiedad de Concha Hernández tras la división familiar. Un animal que pese a estar en ‘Tragantía’ finca donde pastan los astados del hierro de Domingo Hernández, proveniente de la selección realizada años atrás por Justo Hernández.

Otro de los toros grandes de la Feria de Abril de Sevilla fue ‘Filósofo’, un animal de Olga Jiménez que tuvo ese aire de Garcigrande que tanto impera en las ganaderías de primera fila. Un animal que no fue fácil de lidiar y que rompió de forma excelsa en la muleta. Una embestida volcánica que le valió el premio de la vuelta al ruedo en el arrastre, premio que también se llevó el mencionado ‘Ligerito’. Y ese tipo de comportamiento y embestida tienen el sello inequívoco del toro de Justo Hernández.

Ambos animales seguirán perpetuando su bravura tanto en sus ganaderías de origen como en otras que llamaron rápidamente a la puerta. Concha Hernández consiguió sacarle pajuelas a este animal de su propiedad, mientras que Álvaro Núñez lo hizo del toro de la familia Matilla. «Corrí al desolladero, no sin antes buscar una nevera y hielos, una locura. Llegué a tiempo. Menos mal. Fue extraordinario. Un toro como ‘Filósofo’ te hace una ganadería«, comentó Álvaro Núñez al compañero Vicente Zabala de la Serna.

Las turmas son una glándula sexual que produce los espermatozoides, por lo que ‘Filósofo’ y ‘Ligerito’ pese a morir en la arena de La Maestranza, perpetuará su linaje en el campo bravo. Una práctica que es muy común hoy en día y que ya hizo Victoriano del Río el pasado 12 de octubre tras lidiar a ‘Jaceno’ y ‘Espiguita’ en la Monumental plaza de toros de Las Ventas. Unos animales que han cotizado enormemente al alza tras el gran juego que dieron en Sevilla y Madrid. Pero, ¿cuál podría ser el precio de una de sus pajuelas?

Hay que tener en cuenta que hay toros contrastados que le han salido por un pico a más de un ganadero, animales por el que se pagaron cifras altísimas y que han servido para asentar proyectos ganaderos. Según algunas fuentes consultadas por este medio, se han llegado a pagar cerca de 200.000 euros por uno de esos sementales estrella durante el tiempo que está el toro con las vacas, un precio que no está al alcance de determinados bolsillos.

Por otro lado, hay hierros que tienen una gran carga genética detrás, divisas con bases sólidas que hoy en día alquilan -durante el periodo de cubrición- sus sementales por una cifra en torno a 50.000 euros. Conociendo ese precio, se puede intuir aproximadamente lo que puede valer una de las 120 pajuelas que se le puede sacar a un toro ya muerto y que no ha sido indultado en un ruedo: oscilan entre los 1.500 euros si se trata de un toro vivo y unos 10.000 si el toro está muerto -en un lote de vacas en conjunto-. Ahora bien, no tiene nada que ver una monta natural con una inseminación, ni se obtienen los mismos resultados.